Hoy
se cierra la cuarta semana consecutiva ante el portal de la Consejera de
Educación, que también lo es de Universidad, Cultura y Deporte, algo que he
recordado con un señor maduro de Jaca, estudiante de escultura, en la escuela
de Bellas Artes y con Cristina, una de las personas impulsoras del teatro
zaragozano, que se han lamentado del estado actual de abandono de la cultura en
Aragón. Hoy he estado acompañado de mi buena amiga Marisol, toda una máquina de
repartir octavillas entre los viandantes de la calle Alfonso. Ella ha podido
hacer llegar una octavilla a los del camión de la limpieza, a los que tantas
veces había visto y saludado antes, sin ocasión de entregarles una octavilla.
Por lo demás, llevo algunos días indignado y casi
llorando por dentro. Una amiga ha estado recibiendo un complemento para poder
llegar a los mínimos legales de la cuantía mínima anual de una pensión. Durante
30 años, esa mujer ha ido ahorrando, peseta a peseta, mediante una pequeña
cuota mensual, que iba metiendo en una cuenta de ahorro pensión, que vencía en
2011. En tal fecha, esa mujer transfirió sus ahorros más los intereses
devengados a otra cuenta. Hace unos días, Hacienda le remitió un escrito en el
que se le comunicaba que debía más de 4.000 euros, importe correspondiente a lo
percibido desde 2011, que supera el límite legalmente establecido. Debido a
ello, Hacienda va a descontar de la pensión de esa mujer casi 78 € mensuales
durante 51 meses.
Puede
que la medida sea legalmente irreprochable, pero lleva la indignación hasta el
infinito pensando en los casos Gürtel, Bárcenas, EREs en Andalucía y a lo largo
y ancho de la geografía española, La Muela y un sinfín más de blanqueadores,
defraudadores y chorizos de cuyo apresamiento y enjuiciamiento apenas tengo
noticias. Comparo a Cristina de Borbón con esa mujer. Me vienen a la mente los
paraísos fiscales, las cuentas en bancos opacos, las triquiñuelas de las grandes
empresas, las grandes entidades financieras para no pagar impuestos o los menos
impuestos posibles. Comparo, me indigno y lloro por dentro.
El
perroflauta ya no toca la flauta, sino que desea blandirla y golpearla en la
crisma de este sistema de mierda donde vivimos y nos venden una democracia de
pacotilla.
En
el ámbito educativo, ahora Wert rectifica y baja la nota de corte para percibir
becas de estudio a 5,5 de media. Y también en este caso me bulle la indignación
por dentro, pues nos toman por tontos de remate, ya que los ricos no se
preocupan por ninguna nota de corte ni ninguna beca, pues muchos de ellos
llevan a sus hijas e hijos a las universidades privadas, primorosas,
relucientes, católicas y/o amiguísimas de organizaciones bancarias y
empresariales, caras, carísimas. Hay muchos sitios en Internet para comprobarlo.
Como botón de muestra, http://www.icai.es/Enlaces/universidad1.html.
¡Qué
tomadura de pelo! ¡Qué escarnio! ¡Qué país de aristócratas de toda la vida
provenientes de la picaresca más casposa!
Hasta
el lunes, señora Consejera. Ci vediamo presto.
Antonio, es todo así en esta sociedad , no hay disculpa a la hacienda de mierda que quiere sacar todo a los menos favorecidos y a los de arriba que no se les toque . Gracias por estas informaciones
ResponderEliminarGracias a vosotr@s, con un fuerte abrazo
ResponderEliminarEs para llorar por dentro y por fuera.
ResponderEliminarLa flauta sería un instrumento demasiado delicado para blandirlo en la crisma de los desalmados,carentes de conciencia, solo preocupados por sus avariciosos intereses, su paso por esta vida es repugnante.
¡Pero ánimo! Hay que encontrar otro instrumento lo suficientemente fuerte para sus sucias crismas/almas.
De momento lo gordofuerte es el abrazo que te mando
Carmina