Wajda (en España, “La bicicleta verde”, por
esa manía de cambiar el título de las películas por razones comerciales) es la
opera prima de la directora de cine Haifa Al Mansour, que relata cómo una
niña de Arabia Saudí sueña con comprar y montar en una bicicleta. Es decir,
describe la absurda mentalidad islámico-machista para con las mujeres saudíes
en un régimen teocrático que considera a la mujer un ente inferior y
subordinado al macho.
Una niña de 10 años de Riad, Wadja, anhela ir en bici, una a sus ojos maravillosa bicicleta verde, y así competir con un amigo, pero como las leyes islámicas lo prohíben, debe buscar el dinero debajo de las piedras, a escondidas y con mil triquiñuelas. Las mujeres decentes, las chicas decentes no van en bicicleta. Es como aquí, las mujeres decentes no abortan ni tienen relaciones sexuales antes del matrimonio .Las chicas decentes no abortan ni tienen relaciones sexuales antes del matrimonio.
Una niña de 10 años de Riad, Wadja, anhela ir en bici, una a sus ojos maravillosa bicicleta verde, y así competir con un amigo, pero como las leyes islámicas lo prohíben, debe buscar el dinero debajo de las piedras, a escondidas y con mil triquiñuelas. Las mujeres decentes, las chicas decentes no van en bicicleta. Es como aquí, las mujeres decentes no abortan ni tienen relaciones sexuales antes del matrimonio .Las chicas decentes no abortan ni tienen relaciones sexuales antes del matrimonio.
Wadja es una niña inteligente y quiere
combatir la intransigente ignorancia de los mayores a base de alimentar esa
ignorancia: necesita dinero para comprar la bici, así que se apunta a un
concurso de recitación de versos del Corán; quiere conculcar la prohibición de
montar en bici, así que se hace una niña devota y obediente. Wadja se sumerge
voluntariamente en una aberrante anormalidad para poder alcanzar una meta
normal y corriente. Ir en esa bici verde.
La directora no hace una película de oídas,
pues conoce de primera mano lo que ocurre en su país, ya que las ha vivido
personalmente. Lo ha hecho con mujeres y niñas de la tierra, a pesar de la
dificultad de encontrar a algunas que se atrevan a ponerse delante de una
cámara y en público en Arabia Saudí. La
directora no ha podido desplazarse a exteriores sentada en un coche, mucho menos
conduciendo un coche, sino dentro de la cabina de una furgoneta, desde donde,
mediante un walkie-talkie y un monitor, dirigía a los actores y al equipo técnico.
Arabía Saudí, sin embargo, es un país “amigo”,
un “aliado”. Allí hay bases norteamericanas, y se hace la vista gorda con los
derechos humanos. Las democracias y los demócratas occidentales demuestran así,
una vez más, tener una hedionda doble vara de medir.
España, entretanto, descansando de la Copa
de Confederaciones.
Estupendo post,muy bien escrito,con suma sencille para su facil comprensión y un estupendo, real argumento. muchisimas conclusiones, sobre la intolerancia, los intereses economicos,se pueden y deben extraer de tu excelente articulo.
ResponderEliminarAhh,la utopia,es la verdaera "gasolina para poder avanzar"..!imprescendible!
Apertas agarimosas
http://intentadolo.blogspot.com.es/2013/06/las-primeras-10000-visitas-en.html
Un abrazo y gracias. Excelente tu blog. Y enhorabuena por esas 10.000 visitas
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