viernes, 30 de marzo de 2012
miércoles, 28 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
¿Hay vida después del 29-M?
A publicar mañana en El Periódico de Aragón
El otro día, en tierras extremeñas, un hombre me contaba en la estación
ferroviaria que una entidad bancaria había engañado a su madre, severamente
demenciada, al aconsejarle meter sus ahorros de toda la vida en un agujero negro
financiero que, tras rutilantes promesas de rentabilidad y disponibilidad, la
había dejado esquilmada hasta 2019. A la vez confesaba que no le cabía ninguna
posibilidad de sumarse a la huelga general del 29 de marzo. Pocos años antes,
era representante de una buena marca de azulejos en la región, pero en la
actualidad debía sostener económicamente a los miembros de las cuatro
generaciones familiares que habían terminado viviendo en su casa. Era, pues,
uno de los abuelos a los que les tocaba sostener a toda la familia.
Horas después, ya en la madrileña estación de Atocha, una mujer de edad
madura me atendió con gran amabilidad hasta dejarme acomodado en el tren. Me
contó asimismo que siete miembros de su familia (hijos y nietos), sin trabajo y
sin recursos, se hacinaban en su minúsculo piso de Fuenlabrada, viviendo de sus
740 euros mensuales. Había recibido recientemente comunicación de desahucio de
su vivienda, pues obviamente no podía pagar la hipoteca. Aquella mujer,
desesperada y hundida, acabó finalmente por soltar una retahíla de reproches
contra los políticos y sobre todo contra los sindicatos, lo que me llevó a
pensar en mis adentros que en ella había calado bien hondo el mensaje de que
ellos eran los únicos culpables, ignorando de paso que los principales canallas
de esa historia de pesadilla son las grandes empresas y las entidades
financieras que han diseñado y perpetrado este desaguisado conocido comúnmente
como “crisis económica”.
Pensé durante el viaje en los millones de parados y de personas que,
llegadas al otoño de sus vidas, viven en la zozobra del posible despido, del
oscuro desempleo. Recordé también
a tantos muchachos y muchachas con la mochila repleta de curriculums que van
repartiendo por empresas y oficinas, sin éxito ni respuesta en buna parte de
los casos. Les hemos pedido esfuerzo y trabajo, cursos de idiomas, masters,
conocimientos de todo tipo y condición. Ahora ellos piden (¿cuándo empezarán a
exigirlo por las buenas o por las malas?) trabajo digno y estable, pero el
posible puesto de trabajo contemplado en la Reforma Laboral del Partido Popular
es precario, mal pagado y a merced de los intereses del dueño o del gestor o
del capataz de la empresa. Algunos de ellos quisieran hacer huelga, pero es
imposible hacer huelga sin trabajar. En todo caso, se limitarán a seguir
maldiciendo y protestando por esta estafa mundial y autóctona que, de hecho,
les esta privando de sus derechos constitucionales y humanos elementales
(trabajo, vivienda, sanidad, educación, vida digna, igualdad…).
Vienen los alfiles y los peones del PP proclamando que con su
anteproyecto de Ley de Trasparencia quedarán inhabilitados hasta 10 años los
cargos que falseen u oculten datos, pero todo puede quedar en agua de borrajas
al condicionar el posible delito a que se haya cometido “a sabiendas y de forma
idónea para causar perjuicio económico” a la Administración “o a su
calificación“, lo que, de hecho, significará que el delito y la lay apenas si
tendrán aplicación, cuando convenga. Para colmo, aclara la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que la
transparencia no tiene nada que ver con el Rey y la Casa Real. En esos mismos
momentos, mientras hablaba la vicepresidenta, pudo oírse una enorme explosión
en todo el país: el principio de igualdad, por enésima vez, había saltado por
los aires.
Los sindicatos convocantes de la huelga general del 29-M, fieles
cumplidores de la ley, han acordado con Fomento los servicios mínimos para la
jornada, lo cual es muy legal, pero a la vez chirriaría en los oídos de muchos
de los trabajadores que han hecho huelga en España, Europa y el mundo a lo
largo y ancho de los siglos XIX y XX. Habiendo recorrido solo el camino del
diálogo y la negociación, seguramente trabajaríamos hoy un mínimo de diez horas
diarias, seis días a la semana, en condiciones bastante más precarias, sin
vacaciones ni servicios sociales. Y es que los derechos laborales y cívicos no
se han ido arrancando de las manos del poder sobre todo a base de normas y
reglamentos, pactos y negociaciones, sino principalmente poniéndolo en trance
de elegir entre ceder razonablemente a las peticiones de la mayoría de la
ciudadanía trabajadora o que sus intereses se vean real y finalmente perjudicados.
¿Hay vida después del 29-M para los grupos políticos y los sindicatos?
Sigue dependiendo de ellos, y de las posibles fórmulas de lucha alternativas,
no-violentas, que decidieren poner en marcha. Por el momento, deben tomar buena
nota de las recientes elecciones andaluzas y asturianas: más de la mitad del
electorado ha preferido quedarse en su casa.
lunes, 26 de marzo de 2012
martes, 20 de marzo de 2012
Resistencia frente a la revolución neoliberal
La próxima semana habrá huelga general en España. Algunos aún creen que,
pasada esta crisis económica, todo volverá a su sitio y regresaremos al estado
del bienestar que disfrutábamos hace unos años. Sin embargo, yerran por
completo: nos está pasando por encima un gigantesco ciclón que tiene por
objetivo aniquilar el estado de cosas anterior. En otras palabras, lo que ahora
denominamos “crisis económica” es el inicio del golpe final que el poder
financiero neoliberal está asestando al poder político y social, a las
libertades y los derechos cívicos y laborales de la ciudadanía
Hubo una revolución agraria y ganadera en el Neolítico que cambió el
mundo. Ha habido otras revoluciones que también han supuesto un giro de muchos
grados en la historia: por ejemplo, la revolución bolchevique de 1917, la caída
del Muro de Berlín en 1989, la teoría heliocéntrica copernicana, la revolución
de 1789, la máquina de vapor o la explosión de una bomba nuclear en Hiroshima
en agosto de 1945. Ahora estamos en plena eclosión de una nueva revolución,
impulsada por unas personas y entidades que dominan el mundo mediante el dinero
y las finanzas, y se han propuesto imponer unas reglas de juego universales,
cuyos efectos a medio y largo plazo serán un mundo dividido entre una minoría
rica y poderosa y una inmensa mayoría, cuyas condiciones de vida se moverán en
la precariedad sistemática y la pobreza.
La ciudadanía va a ser cada vez más víctima de unos recortes sociales y
económicos conducentes a la privatización de los recursos y los servicios, y a
la merma de derechos y libertades. Entretanto, nos han ido adormeciendo de tal
forma que apenas somos capaces de reaccionar ante tales agresiones. De hecho,
nos hemos habituado a coexistir dentro de un sistema que a la vez permite que cada día mueran 35.000 personas de hambre y
cada uno de esos días se gasten 4.000 millones de dólares en armamento, a
sabiendas de que desaparecería el hambre en el mundo simplemente con el 1% de
los recursos donados en Europa a los bancos privados para salir de la crisis
que ellos mismos han provocado. Miramos hacia otra parte, las fuerzas sociales
y políticas parecen tan poco preocupadas como la inmensa mayoría de la gente, y
nos limitamos a criticar y mejorar el mundo en cualquier bar mientras nos
tomamos el vermú.
Sabemos
que la mayoría de los bancos y las grandes empresas (que,
por cierto, abogan por la reforma laboral del Partido Popular) contribuye
activamente a la existencia de paraísos fiscales y de una enorme evasión fiscal
de las finanzas propias y las de sus clientes importantes. Sabemos también que la economía sumergida en
España representa unos 245.000 millones de euros (23 % del PIB), que supondría
una recaudación de 38.500 millones anuales. Sin embargo, no se mueve un dedo
para atajarla.
Sabemos que una veintena de grandes familias son
propietarias del 20,14 % del capital de las empresas del Ibex-35 y que el
0,0035 % de la población española controla recursos equivalentes al 80,5 % del
PIB. Pero no reaccionamos, parecemos anestesiados en y por el sistema.
Las reformas impuestas por Bruselas y el Gobierno del Partido Popular no están dirigidas a
solucionar la crisis, sino que mienten sobre las causas reales de la crisis y
ocultan que, lejos de mejorar la situación económica, contribuyen a su
empeoramiento. Entretanto, resultan intocables, por ejemplo, los 10.000
millones de euros que recibe anualmente la Iglesia Católica del erario público
o los enormes gastos en armamento, pues en el punto de mira se tiene
exclusivamente a la clase trabajadora.
Estamos ante un golpe de estado mundial de signo neoliberal.
Hay convocada una huelga general para la próxima semana, que deberíamos apoyar
en la medida de nuestras fuerzas y circunstancias, pero que seguramente
resultará insuficiente: apagados los últimos rescoldos de la guerra de cifras
sobre el mayor o menor apoyo a la huelga general, el Gobierno del Partido
Popular aumentará y ejecutará mayores recortes, bajo el amparo de su mayoría absoluta.
Las fuerzas sociales y ciudadanas (ojalá también las
sindicales y políticas progresistas) deben articular fórmulas y vías
permanentes de lucha y de resistencia no-violenta, desde la desobediencia civil
masiva en determinados campos o ámbitos a cualquier otro medio de defensa de
los derechos y las libertades de la ciudadanía y la clase trabajadora, ante los
planes de los poderes económico-financieros dominantes. El estadounidense Henry David Thoreau, autor de la obra La desobediencia civil, se negó en 1846 a pagar impuestos
debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados
Unidos, por lo que fue encarcelado. Siguieron sus huellas, entre otros muchos, León Tolstoi, Mahatma Gandhi, Martin
Luther King y Nelson Mandela.
Todos ellos serían tildados hoy de antipatriotas e incluso terroristas. Hoy
también secundarían la huelga del 29-M.
Comunicado de ATTAC España sobre Huelga general del 29-M
MOVILIZACIÓN DE TODA LA CIUDADANÍA
El 29 de marzo las organizaciones sindicales del estado español han convocado una Huelga General contra la reforma laboral impuesta por el gobierno de Mariano Rajoy. ATTAC-España apoya y extiende la convocatoria de Huelga porque entendemos que es una reivindicación justa y legítima ante el ataque frontal a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
Esta convocatoria está legitimada por el brutal ataque al derecho laboral, pero en el contexto en que se plantea, añade másrazones para que la ciudadanía en su conjunto se sume a ella. El pasado mes de marzo de 2011 los gobiernos europeos aprobaron el denominado Pacto del Euro sin explicar a la ciudadanía de qué se trataba. En este texto, con la demagógica excusa de buscar soluciones para la salida de la crisis, se recogían “recomendaciones vinculantes” para cada uno de los países miembros. Entre estas recomendaciones figuraban la subida del IVA, el compromiso de reducción del déficit público, la “flexibilización del mercado de trabajo” y otras. Tanto la anterior reforma laboral como la presente son un imperativo europeo, recogido en el Pacto del Euro, para dinamitar los derechos que los trabajadores y trabajadoras hemos conseguido a lo largo del siglo pasado. Todas las medidas recogidas en el texto europeo tienen como nexo común responsabilizar y cargar el coste de la crisis a la ciudadanía en su conjunto, siendo que ésta ha sido generada por los mercados financieros con la complicidad de los gobiernos.
Más allá de hacer justicia y penalizar las actuaciones y prácticas que han generado la crisis, desde los gobiernos se está utilizando ésta como pretexto y excusa para acabar con el estado como
redistribuidor de la riqueza y potenciador del desarrollo de sus ciudadanos y ciudadanas. El objetivo de reducir el déficit público responde a una estrategia para privatizar los recursos y servicios de todos y todas, desmantelando los sistemas públicos de sanidad, educación, pensiones y servicios sociales. Este hecho transforma la naturaleza de los servicios públicos, pasando de ser servicios esenciales garantes de la igualdad de oportunidades a ser un espacio más de negocio para las grandes corporaciones.
Por otro lado desde ATTAC consideramos fundamental extender, de forma creciente, este tipo de movilizaciones al ámbito europeo, puesto que es éste desde el cual se aprueban las políticas que posteriormente tienen su aplicación en cada uno de los estados miembros, y por tanto el perjuicio que están generando se extiende a la ciudadanía europea. Es momento de iniciar procesos de movilización y de resistencia cívica no-violenta que identifiquen y unifiquen las diferentes luchas antineoliberales en el conjunto de Europa.
Desde ATTAC-España insistimos en las soluciones altermundistas plasmadas en el documento “Siete principios para liberar nuestras sociedades de la dominación de los mercados financieros”, de la red de ATTAC Europa, que suponen superar la fase de aplicación de políticas neoliberales tan perjudiciales para la ciudadanía y la economía en su conjunto. Medidas como la creación de una Banca pública, para la financiación de pequeñas y medianas empresas y familias, la persecución con medios suficientes de la evasión fiscal de empresas y grandes fortunas, la penalización de no contratar con la administración pública a empresas que posean filiales en paraísos fiscales, la implantación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras, son medidas que vienen a responsabilizar de la crisis a quienes la han creado y supondrían la superación de la crisis salvaguardando la concepción del estado como garante de la igualdad de oportunidades y redistribuidor de la riqueza.
Desde ATTAC queremos potenciar la convocatoria de huelga general y extenderla a una huelga de carácter social, que implique a trabajadoras y trabajadores, y al conjunto de la ciudadanía en nuestra condición de personas consumidoras y de financiadoras y usuarias de servicios públicos.
¡¡NO A UNA REFORMA LABORAL SALVAJE Y REGRESIVA!!
¡¡POR UN TRABAJO ESTABLE Y DIGNO!!
¡¡NO A LA APLICACIÓN DEL PACTO DEL EURO!!
¡¡SI A LA APLICACIÓN DE POLÍTICAS ALTERMUNDISTAS!!
jueves, 15 de marzo de 2012
TRAS VER LA PELÍCULA “DE TU VENTANA A LA MIA”
Fui a las cuatro de la tarde a los cines Renoir de
Zaragoza para ver “De tu ventana a la mía”, de Paula Ortiz. Era la primera
sesión del primer día en que el público podía ver la película. Dejé la silla a
la entrada de la sala. Fila 11. La pantalla se iluminó y comenzó la película.
No soy crítico de cine, no entiendo de cine, solo me
dejo llevar por las impresiones que me van penetrando a lo largo del visionado
de un film. A veces salgo conmocionado, otras, indiferente, e incluso en algunas
ocasiones me siento bastante irritado. Sobre todo no me gusta que una película
no hable de la vida, no me resulte creíble.
Hablemos entonces de la vida. “De tu ventana a la
mía” me pareció un cuadro hermoso que un misterioso pincel iba pintando
delicadamente en los adentros. Hay veces que el mundo parece un estallido de
fuegos artificiales, que embotan los sentidos, que no puedes/quieres apresar
por su fugacidad. En otros momentos, en cambio, el tiempo avanza lentamente por
el interior, especialmente en momentos difíciles, en esos momentos que el
psiquiatra y filósofo Karl Jaspers denominaba “situaciones-límite”, donde la
existencia se abre con ilimitada nitidez y parece engullirse a sí misma con
extrema lentitud. Intentamos que no se note, pero solo a costa de que la herida
se agrande y las cicatrices broten de forma especial en los espejos del alma.
“De tu ventana a la mía” transcurre realmente en los
adentros del espectador. También en tierras áridas, en casas solitarias y en
jardines con columpios vacíos. Pero, repito, sobre todo transcurre por dentro.
Los ojos del espectador ratifican, escena a escena, a medida que se sucede el
acontecer de esas tres vidas paralelas e idénticas, que la vida se muestra a sí
misma a través de los latidos, los jadeos, las ilusiones, las frustraciones, las
soledades, el amor anhelado con el alma entera, las verdades crudas y las
mentiras desnudas. Tres mujeres se nos meten dentro y se quedan allí, mudas,
quietas, esperando una caricia, esa mirada de comprensión y de cariño que se les
quedó en la calle o en el campo, más allá de la ventana.
Yo me quedé con ellas, conmovido, removido. Agradecí
su silencio y sus quereres bravos o chiquititos. Agradecí tanta belleza, tanta
vida en carne viva, tanta delicadeza. “De tu ventana a la mía” es una hermosa
filigrana llena de corazón.
Salí del cine aquella tarde y llamé inmediatamente por
teléfono a Paula Ortiz. Quise ser muy escueto para no estropear esas
sensaciones, para que las palabras no empañaran el único mensaje que Paula
merecía.
“Gracias, Paula”, le dije, “gracias de corazón”.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Gallardón y cierra, España
Publicado hoy en El Periódico de Aragón
El ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, continuó la semana pasada la saga de los que parecen hablar
del aborto como si se tratara de un acto irresponsable de unas cuantas mujeres
tarambanas, violentadas por personas malvadas, que deciden interrumpir su
embarazo como si se tratase de escoger entre una chaqueta azul o una beige en
una tienda de confección.
Personalmente, me ha tocado auxiliar a unas cuantas mujeres que habían
decidido que por el momento no estaban en condiciones de enfrentarse a una
posible maternidad. Aquellas mujeres, en algunos casos recién abiertas a la
vida adulta, fueron sin excepción para mí un ejemplo de responsabilidad, de
reflexión y de libertad. Para ellas no fue fácil decidir, pero no tuvieron otro
remedio que hacerlo, si bien en ningún caso fueron víctimas de coacción o
“violencia estructural”. Decidieron en un entorno donde unas contaron con el
apoyo y el cariño de los suyos, y otras, con su soledad, teniendo bien claro que
podían obrar libremente (dejaron la tranquilidad para otras circunstancias,
pues el momento resultaba difícil para todas).
Me indignan los movimientos pro-vida con su maniqueísmo capcioso. En su
delirio, proclaman que están a favor de la vida como si todos los demás no lo
estuviésemos, como si estuviéramos a favor de la muerte. Ni siquiera tienen la
capacidad de atisbar que las mujeres que deciden interrumpir su embarazo pueden
darles unas cuantas lecciones de humanidad, respeto y responsabilidad. Ponen en
sus pancartas fotografías de embriones que afean la conducta de las asesinas
abortistas, desconociendo de paso qué ocurre en el corazón y la mente de esas
mujeres, faltándoles al respeto por pura ignorancia de lo que aconteció en sus
vidas y sus noches en blanco.
Para toda esa gente ultrarreaccionaria la vida parece consistir en las
funciones vegetativas de poder respirar, comer, beber, dormir y defecar, pero
una mujer responsable decide en la vida real, la que tiene que recorrer ella
misma cada día para poder proseguir el tan duro camino en algunos casos que le
toca andar, la vida real y digna que un niño debe tener en un entorno de
cariño, tiempo, calidad y seguridad económica y emocional.
Estar a favor de la vida consiste también en la equiparación salarial y
laboral entre el hombre y la mujer, en unos horarios laborales racionales, en
unos servicios sociales suficientes, en unos cheques-bebé holgados, en unas
guarderías de calidad. Estar a favor de la vida es asimismo oponerse al despido libre, al desalojo de la
vivienda por no poder pagar la hipoteca, al deterioro de lo público a favor de
lo privado, a que unos cuantos tiburones dejen un país como un desierto plagado
de desempleados y personas en permanente zozobra.
Violencia estructural es ante todo arrojar al vacío los derechos cívicos,
laborales, sociales y económicos de la ciudadanía, el derecho a la vivienda
digna, al trabajo estable y justamente remunerado, a la educación pública,
laica y gratuita, a la asistencia sanitaria pública y de calidad. Violencia
estructural es que las fuerzas de seguridad muelan a palos a unos estudiantes
por pedir calefacción en pleno invierno en su centro escolar, o que un
empresario deje en la calle a cientos de trabajadores por no tener ya
asegurados suficientes beneficios, o que prometan crear empleos decretando
leyes que solo regulan el despido barato y la contratación precaria y mal
pagada. Violencia estructural son las guerras preventivas urdidas por los
señores de la guerra y del dinero, también la violencia machista que no cesa.
Los movimientos pro-vida, lo más granado de la clase política
hispano-visigótica, la Conferencia Episcopal Española y otra gente del bien
vivir tienen la cabeza tan pequeña, tan pequeña, tan pequeña… que no les cabe
la menor duda y pretenden reducir la enorme complejidad de la vida a sus
estrechas miras y sus simplistas esquemas.
No se los ha visto ni se los verá en la calle protestando contra estas
agresiones a la vida real y revindicando una vida digna para todos y cada uno.
Ahora, el ministro Ruiz-Gallardón (¿coordinado con otros grupos de presión
ultra de carácter político-religioso?) vuelve a arremeter contra la actual Ley
Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del
Embarazo (2010) y anuncia el regreso a la Ley Orgánica de despenalización del
aborto en los supuestos de violación, malformaciones del feto y grave riesgo
para la salud física y psíquica de la madre (1985). Hasta el momento, el
ministro se había remitido al recurso que el Partido Popular había interpuesto
en 2010 ante el Tribunal Constitucional contra la actual Ley del aborto. Ahora,
ante la posibilidad de que el TC dicte una sentencia que no sea de su gusto,
las presiones del ultraconservadurismo celtibérico han hecho que la mujer pueda
esperar como máximo no ir a la cárcel en el caso de interrupción voluntaria de
su embarazo.
lunes, 12 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
Estaban mal colocados
Publicado en ATTAC España y ATTAC Mallorca
Marearon la perdiz durante un mes. La ministra de Empleo y Seguridad
Social, Fátima Báñez, recién estrenado su cargo, visitó sedes y recibió a los
“agentes sociales”, urgiéndolos a llegar a acuerdos sobre la “reforma laboral”,
presentada como una modernización necesaria y una adecuación a la legislación
en materia laboral de los países europeos más avanzados.
A su vez, patronal y sindicatos se reunían una y otra vez para constatar
que apenas llegaban a un acuerdo de mínimos (visto el paño ya el primer día, es
difícil de entender hasta qué punto alimentaron las vanas esperas y esperanzas
de que la otra parte iba a mutar posiciones). Por si fuera poco, estaban mal
colocados en el salón de reuniones, por mucho que supusieran que el tiempo no
pasa y que las cosas siguen siendo como hace unas cuantas décadas.
Por un lado, los “patronos” tradicionales (¡”la patronal”!): CEOE y
Cepyme, encabezados por sus presidentes Juan Rosell y Jesús Terciado,
respectivamente. Por otro, los sindicatos denominados “mayoritarios” (¡”la
parte social”!): Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, y Cándido
Méndez, secretario general de UGT.
Comenzó entonces un diálogo de besugos sobre asuntos tan trascendentales
como el traslado de algunos festivos, pero sin abordar el núcleo duro de la
reforma laboral, pues el diálogo pinchaba inmediatamente en hueso y la cosa
seria estaba tan pactada por parte de los grandes mandamases patronales con el
Gobierno, Merkel, Deutsche Bank, FMI y demás adláteres que aquellas reuniones
tenían como función principal representar una fugaz y solitaria representación
teatral.
Los sindicatos quizá tuvieron en algún momento inicial la sensación de
que allí estaban haciendo algo útil. Sin embargo, extraña que al cabo de un
rato no se fueran por donde habían venido. Estaban mal colocados
(¿descolocados?) porque aquello era una simple tomadura de pelo. Tendrían que
haber convocado una rueda de prensa para explicar las posturas y las propuestas
de una y de otra parte, y sanseacabó. La opinión pública se lo habría
agradecido y los sindicatos no habrían estado sosteniendo semejante farsa bufa.
En otras palabras, tras conocer lo que daba de sí la reunión, lo que allí
realmente se cocía y lo que ya se traía cocinado, allí no pintaban nada. Al
decidir seguir mal colocados (¿descolocados), nos descolocaron a todos los
demás.
No por ello estuvieron mejor colocados los “patronos”. Los pequeños y
medianos empresarios viven en la ficción de que sus interlocutores-adversarios
(por eso estaban sentados frente a ellos, ¿enfrentados?) es la parte
representante de los trabajadores, cuando en realidad quienes están devorando a
buena parte de los patronos es una pequeña (en número, no en poder financiero)
fracción de esa patronal. Las víctimas son también ellos, pero en un acto
supremo de entrega al síndrome de Estocolmo, se colocaron junto a los
depredadores, codo con codo, espantando los fantasmas de su desventura mediante
la ilusoria percepción de que el peligro sigue viniéndoles de los malvados huelguistas,
enarbolando en una mano el convenio colectivo del ramo y en otra, sus derechos
personales y profesionales.
Los pequeños y medianos empresarios hicieron como que desconocían que
están asfixiados por la falta de dinero y créditos razonables por parte de
algunos de sus presuntos compañeros-colegas de mesa y negociación. Los grandes
empresarios y financieros les invitaron a comer, los trataban campechanamente
de tú y les advertían de los peligros que podrían provenir de los trabajadores.
Sin embargo, no les contaron que por mucho que pudieren despedir fácil y
barato, sin dinero acabarían muchos de ellos en el mismo agujero negro que sus
empleados.
No obstante, allí se quedaron todos, sentados, asentados, haciendo
razonables declaraciones ante los medios de comunicación, cumpliendo el papel
que a cada uno la mano invisible le había adjudicado en aquella obra teatral.
Finalmente, todo y todos
están ya en su sitio: el 8 de marzo de 2012 la Ley de Reforma Laboral quedó
aprobada en el Congreso de los Diputados por los 197 votos del PP, CiU, UPN y
Foro Asturias. (¡Ya somos más europeos!).
Antonio Aramayona
ATTAC en Aragón
sábado, 10 de marzo de 2012
Pregunta
¿Por qué a estos eximios impulsores de la reforma laboral (despido barato y trabajo precario) no se les ocurre hablar ni por el forro del fraude fiscal, de la economía sumergida, del dinero en negro, de los paraísos fiscales, del impuesto a las transacciones financieras, de la redistribución de la renta y del patrimonio nacional e internacional? Así no haría falta ningún recorte social. Pero ¿cómo van a tirar piedras a su propio tejado?
ELEGI
No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.
No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.
No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.
No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.
No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.
No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.
Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.
No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.
No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.
No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.
No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.
No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.
No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.
Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.
No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.
[RUDYARD KIPLING]
viernes, 9 de marzo de 2012
jueves, 8 de marzo de 2012
Mujer, derechos y libertades
miércoles, 7 de marzo de 2012
Llevo años dando una vuelta grande por el Parque Grande, ahora Parque Labordeta, de Zaragoza, para ver ese árbol. Desde hace mucho tiempo me llamó la atención su lucha por no morir. Desde el primer día fue como una llamada: me quedé contemplándolo, admirando el empleo de cada aliento para sobrevivir. Hoy he vuelto. El frío era intenso. Y lo he visto ya definitivamente muerto. Pasaba la gente sin percatarse del final de aquel heroico árbol. Finalmente, hice esta fotografía. Y me fui, llevándolo de algun modo conmigo. ¿O es él el que se me está llevando con él?
martes, 6 de marzo de 2012
Una magnífica fotografía
A publicar mañana en El Periódico de Aragón
El jueves pasado pudimos ver una magnífica fotografía del Consistorio
municipal de Zaragoza. Sobraron allí los comentarios, pues todos y cada uno de
sus componentes quedaron retratados con suma nitidez. Por iniciativa del grupo
municipal de Chunta Aragonesista, el Pleno Municipal debía dirimir por enésima
vez la retirada del salón de Plenos de un crucifijo, guardado habitualmente en
el despacho del alcalde, y de cualquier otro símbolo de signo confesional de
los recintos públicos municipales.
La moción de CHA no iba dirigida contra la religión ni sus símbolos, como
tampoco medió durante el Pleno una palabra antirreligiosa o anticlerical. Se
trataba solo de cumplir y hacer cumplir el mandato constitucional de que los
recintos, actos, representantes y símbolos de las instituciones del Estado no
tuviesen carácter confesional, pues son propios de toda la ciudadanía en su
conjunto, sin distinción ni discriminación alguna por razón de sus creencias e
ideologías.
En la fotografía efectuada el pasado jueves a lo largo del Pleno
Municipal el Partido Popular no dio lugar a ninguna duda: hizo, dijo y votó lo
que se esperaba, ya que el PP no engaña a sus votantes a la hora de mostrar y
demostrar de palabra y de obra su inequívoca proclividad a que el Estado
español sea confesional-católico. Así, votó en contra de la moción y despejó
cualquier duda en lo que al PP respecta.
Por su parte, los grupos municipales de IU y CHA votaron a favor de la
moción. En repetidas ocasiones, han instado a los sucesivos gobiernos
municipales a que los espacios, las celebraciones y los símbolos públicos,
comunes a toda la ciudadanía zaragozana, fuesen realmente aconfesionales: de
hecho, IU y CHA son las únicas referencias de carácter laicista a nivel
institucional dentro del Ayuntamiento. Lástima, sin embargo, que sus
convicciones aconfesionales no les impidiesen, por ejemplo, tomar posesión de
sus cargos recientemente en presencia de los mismos y otros símbolos de
carácter religioso que el jueves pasado pidieron retirar de los espacios
públicos municipales o, al menos, que solicitasen la celebración de otro acto
paralelo de posesión de sus cargos de carácter totalmente aconfesional.
El alcalde zaragozano, Juan
Alberto Belloch, también fue coherente con lo que había declarado días
antes sobre este asunto y con todo lo que ha ido perpetrando en años anteriores
en materia confesional (como botones de muestra, calle Josemaría Escrivá de Balaguer en la ciudad, o sus ostentosas
declaraciones y apariciones públicas en pro de la confesionalidad fáctica del
Ayuntamiento de Zaragoza). Resulta increíble y surrealista, pero el alcalde
socialista de la ciudad de Zaragoza votó, en solitario, lo mismo que el PP.
Esperé en los días posteriores alguna reacción, la que fuera, dentro de las
filas o de la cúpula socialista aragonesa, pero hubo silencio absoluto. De vez
en cuando podemos ver en la prensa algunas fotos de las personas más relevantes del PSOE aragonés que
van haciéndose con los hilos y el control del poder dentro del Partido. Sn
embargo, no han querido retratarse respecto al militante Belloch, lo cual es
una de las más grande y elocuentes fotografías del socialismo aragonés de los
últimos tiempos, si bien en dicha fotografía quien más, quien menos todos hacen
lo posible por aparecer finalmente de espaldas, o tapándose parcial o
totalmente la cara o ajustándose alguna de sus múltiples antifaces.
Esa misma fotografía pudo verse en el Pleno municipal del jueves pasado:
los y las ediles socialistas del Ayuntamiento de Zaragoza se abstuvieron. Ni
rico ni pobre, sino todo lo contrario. Ni sí ni no, sino todo lo contrario. Sin
postura, sin definición, sin mensaje a la ciudadanía, sin compromiso. ¿De que
se abstuvieron? ¿Por qué? ¿Para qué?
En el Pleno municipal en que se adjudicó una calle al fundador del Opus
Dei, todos los concejales socialistas votaron lo mismo que el PP, el PAR y el
alcalde Belloch, salvo una concejala que osó llevar a cabo la heroica y
temeraria acción de ausentarse del Pleno. El jueves pasado, el grupo socialista
se abstuvo, quizá por convicción o por conveniencia o por pura inercia.
El socialismo lleva absteniéndose desde hace años de sí mismo, de sus
signos de identidad. Nada ofrece, salvo el deplorable espectáculo de sí mismo.
Ha perdido millones de votos porque sus posibles electores se han encontrado
con que su voto iba a caer material y literalmente en el vacío. El socialismo
nació en Europa y en el mundo como cristalización de los anhelos y las
exigencias de libertad, justicia, redistribución de la riqueza,
librepensamiento, cultura, pan, tierra, paz y solidaridad. El socialismo fue un
impulsor de primer orden para que las utopías del mundo tuviesen cabida en las
mentes y los corazones de todos y cada uno de los hombres y las mujeres del
mundo. Y va y llegan los concejales socialistas de Zaragoza, posan, dicen
patata, se dispara el flash y… se abstienen.
lunes, 5 de marzo de 2012
viernes, 2 de marzo de 2012
jueves, 1 de marzo de 2012
Escuela pública y progreso social
“La próxima gran batalla contra el conservadurismo se desarrollará con
toda probabilidad en torno a la escuela laica”, escribió Jean Jaurès en un artículo del 17 de enero de 1909. Recientemente,
se ha publicado un librito (Trama editorial) con algunas intervenciones y
escritos de este profesor y parlamentario francés, también fundador de
L´Humanité, donde puede constatarse nítidamente que sus análisis y propuestas
siguen siendo de plena vigencia en la actualidad. Destaca entre ellos su
Discurso ante la Cámara de Diputados en la sesión parlamentaria del 21 y 24 de
enero de 1910.
Respetuoso con las personas y las tradiciones culturales de su país,
Jaurès se esfuerza por aclarar que el laicismo nada tiene que ver con el anticlericalismo
demagógico, sino con la Razón y la libertad de conciencia. De ahí su convicción
de que la escuela laica es inequívocamente garante del progreso social, pues la
educación está en la base de la democracia política y la democracia social.
Como enseñar no es solo transmitir datos, pues se “enseña lo que se es” y
enseñar consiste en comunicar “los principios esenciales de la libertad y la
vida”, la educación es un “acto de generación”, ya que en la escuela debe
brotar el auténtico ciudadano a través de una completa información, sin
censuras ni cortapisas, y del cultivo de la libertad de reflexión plena y
crítica. Una escuela ha de ser pública y laica, según Jaurès, porque es
producto de la conciencia colectiva y del convencimiento de una nación de la
eficacia moral y social de la razón, de que el objetivo educativo es generar
personas racionales y críticas. Pues bien, eso y no otra cosa es lo que Jaurès
entiende por laicismo y por escuela pública y laica.
El pueblo entero se otorga el derecho y el deber de educar desde la razón
y la libertad a sus nuevas generaciones. Es el poder soberano del pueblo, que
quiere ciudadanos libres, autónomos y dispuestos a ejercer sus derechos guiados
por la razón y no por fórmulas de orden religioso o metafísico. La educación ha
de fundarse, pues, sobre el principio de la razón, la laicidad y el pensamiento
libre, y la escuela ha de ser necesariamente pública porque es un compromiso
del pueblo por que todos puedan ejercer sus derechos mediante el desarrollo del
pensamiento, la difusión de los saberes y de los derechos debidos a todo ser
humano como persona y ciudadano libre.
Jean Jaurès pone en duda que pueda existir una enseñanza privada
sustentada en tales principios, asumidos sinceramente. La escuela privada
cuenta, sin duda, con el sostén y la cooperación de la Iglesia Católica,
irónicamente descrita por Jaurès como “guardiana de las puertas del cielo y
protectora de los tesoros de la tierra”, reacia a aceptar sin ambages los
resultados y los métodos de la ciencia, así como la auténtica y nuda democracia
en libertad. Lucha por el poder, por conservar sus privilegios, lo que explica
sus campañas falsarias contra la enseñanza pública, laica y racional, sin que,
de hecho, pueda encontrar nada que constituya una ofensa para la conciencia de
los creyentes. En realidad, se parapeta tras un aluvión de confusos
subterfugios para no dejar que en el pueblo la escuela publica pueda formar a
la ciudadanía en la plena libertad de conciencia y la democracia sin
paliativos. Jaurès denuncia incansablemente que el conservadurismo reaccionario
no tiene la mínima voluntad sincera de asumir una enseñanza publica y laica en
la nueva Francia que quiere seguir desarrollándose como pueblo desde la
Revolución.
No se trata de negar el derecho de las familias a educar a sus hijos o el
derecho de toda institución privada a dar a conocer democráticamente su
ideario, sino de establecer que por encima de todo está el derecho del niño a
que “lo iluminen todos los rayos procedentes de cualquier lado del horizonte, y
la función del Estado consiste en impedir que se intercepte una parte de esos
rayos”.
En resumidas cuentas, la cuestión escolar va unida esencialmente a la
cuestión social, y la escuela laica y el progreso social forman un conjunto
indivisible. “No podemos olvidar ni la una ni el otro”, afirma Jaurès, “y como
republicanos socialistas, lucharemos por los dos”.
Tres días antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, Jean Jaurès,
abiertamente pacifista y acosado sin tregua por las fuerzas chauvinistas y
nacionalistas en plena eclosión por aquel entonces, fue asesinado por un
fanático en un café de París. Su asesino, tras 56 meses de detención preventiva
y finalizada ya la guerra, fue puesto en libertad por una resolución en la que
los jueces declararon que "si el adversario de la guerra Jean Jaurès
hubiera tenido éxito, Francia no habría podido ganar la guerra". La propia
familia de Jean Jaurès hubo de pagar los costos del proceso.
Otro caso más de independencia judicial…
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