jueves, 29 de enero de 2009

Manifestación de MHIUEL


Hoy, 29 de enero, a las 11 horas, MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico) ha manifestado públicamente la voluntad de buena parte de la ciudadanía zaragozana por la aconfesionalidad del Estado y de todas y cada una de sus instituciones, mostrando numerosas pancartas individuales (Estado laico, España laica, Aragón laico, Zaragoza laica, Ayuntamiento laico, SÍ a la Constitución, NO al Concordato…) al paso del Alcalde de la ciudad de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y de la Corporación Municipal (salvo los concejales de IU y CHA), cuando hacían entrada en la Catedral de La Seo, donde iban a asistir a una Misa Pontifical y a una procesión con las reliquias de San Valero dentro de la Catedral.

MHUEL ha querido denunciar una vez más la asistencia institucional del Ayuntamiento zaragozano, representante de y perteneciente a toda la ciudadanía, en un acto confesional católico.

En breves fechas habrá colgadas fotografías y videos en Internet.




Más sobre Educación para la Ciudadanía


HTML clipboard Tras el fallo del Tribunal Supremo, la insumisión a la asignatura Educación para la Ciudadanía no se rinde. Las autonomías del PP acatan el fallo, pero los objetores mantienen el pulso

jueves, 22 de enero de 2009

Como la vida misma....

Enhorabuena

Hace unas semanas, un grupo de personas con discapacidad habían aceptado el reto de ser la primera expedición de esas características que, por sus propios medios, iban a tratar de alcanzar el Polo Sur. Tras unos 20 días de caminata en condiciones extremas, el 20 de enero lo han conseguido. ENHORABUENA
Puedes leer algo más sobre el proyecto en:

lunes, 19 de enero de 2009

Plomo impune



Artículo de EDUARDO GALEANO sobre Palestina y Gaza de muy recomendable lectura

Para justificarse, el terrorismo de estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
***
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.
***
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelita usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina.
Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa.
No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
***

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros.
¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?
***
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
***
La llamada comunidad internacional , ¿existe?
¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima, mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.




(Este artículo está dedicado a mis amigos judíos asesinados por las dictaduras latinoamericanas que Israel asesoró.)

http://www.brecha.com.uy/alter/index.php?option=com_content&task=view&id=585&Itemid=70

Lobos vegetarianos



Artículo a publicar el miércoles, 21 de enero, en El Periódico de Aragón

La llegada de Barack Hussein Obama a la Presidencia de los Estados Unidos ha estado pareciendo desde hace meses más bien el advenimiento de un mesías, salvador de todos los males que asolan a la humanidad. Como el pésimo mandato de su predecesor, George W, Bush, hace bueno a cualquiera que le suceda, y dadas las novedades presentes en Obama (además de ser el primer presidente norteamericano negro, apuntó ya durante la campaña presidencial algunas líneas políticas y económicas esperanzadoras), algunos quieren ver en Obama la panacea universal y el bálsamo de Fierabrás para el mundo entero.

Sin embargo, hasta el momento Obama ha guardado un silencio prudencial, ojalá movido solo por la discreción y la sabiduría, en parte por no haber accedido aún oficialmente a la Presidencia, en parte quizá también porque ahora ve desde la primera fila de platea lo intrincado que resulta meter la nariz en el avispero político mundial. La pregunta del millón es qué hará y qué no hará, qué dirá y qué no dirá Obama, una vez jurado el cargo y ser declarado solemnemente Presidente de los Estados Unidos. En cualquier caso, sería aconsejable que los más optimistas fueran rebajando sus expectativas y esperanzas.

Ernesto Sábato escribe en su libro “Antes del fin” que las presuntas bondades del neoliberalismo y de la libertad de mercado se le antojan una falacia, pues el mundo le parece poblado de lobos y de corderos, y esa libertad neoliberal tiene como principio fundamental: “libertad para todos, y que los lobos se coman a los corderos”. Volviendo a Obama, quizá se está suponiendo su pertenencia al grupo de los corderos o, al menos, sus simpatías abiertas hacia los mismos, pero eso seguramente ya es mucho suponer, pues difícilmente un cordero accede y gana (y le permiten acceder y ganar) unas elecciones presidenciales en Estados Unidos o en cualquier otro lugar del mundo. Un lobo suele acercarse a lo vegetariano solo para condimentar con las especias adecuadas un suculento plato de cordero. Es imposible ser lobo y cordero a la vez.

De Obama se espera, además, que imponga y/o convenza a todos los lobos del mundo de que se hagan vegetarianos, para así dejar de devorar diariamente corderos. Los países más ricos del mundo son los más explotadores, los que controlan todos los organismos internacionales decisorios, y los que más fabrican y comercian con armas de todo tipo. Los países más ricos del mundo hablan continuamente de paz, pero a la vez necesitan continuamente guerras para dar cauce a su producción de armamento. Han organizado el mundo de tal manera que su riqueza ha de compensarse, cual vasos comunicantes, con la pobreza de una mayoría de la población mundial, y cualquier disidencia del sistema establecido se corta de raíz preventivamente mediante un bloqueo económico e incluso manu militari. En otras palabras, recomiendan el vegetarianismo a los demás, pero son carnívoros sin paliativos. Obama debe gobernar en un mundo donde imperan los dictados de los lobos. De Obama puede esperarse a lo sumo que decrezcan las dimensiones de las carnicerías habituales.

Por otro lado, los corderos no es que sean precisamente, valga la expresión, unos inocentes corderitos, víctimas de los malvados lobos: juntos podrían hacer al menos amago de hacer frente a los lobos, boicotear sus negocios, protegerse en lo posible de su desmedida codicia. Quizá forme parte de la condición ovina esperar que la voracidad del lobo no les alcance, desear vivir lo más lejos posible de la incertidumbre, quejarse solo con disimulo, lamentarse a escondidas, pastar en silencio, sin actuar, sin resistirse. El hecho es que hay corderos que pactan tratados de relativa convivencia con los lobos, por los que ellos quedan a salvo y tienen garantizada suficiente comida a costa de que en el menú diario de los lobos haya un sobrado número de corderos.

Según un reciente informe de la ONU; de los seis mil trescientos millones de seres humanos que vivimos en la Tierra, unos mil millones acaparan el 80% de la riqueza mundial, mientras que el 20% de los más pobres se reparten apenas el 1,3% de esos bienes. Obama, Presidente del país más rico del mundo, lo tiene muy crudo si se propone ser vegetariano. Y ni el más optimista puede pensar que Obama va a proponer al mundo el vegetarianismo universal.

De momento, por lo que ya ha declarado, Israel seguirá siendo, de hecho, una estrella más en la bandera norteamericana, lo cual hace temer que las cosas van a cambiar poco en Oriente Próximo. Ha anunciado asimismo el aumento de tropas y armamento en la sinrazón de Afganistán. Los países restantes (tonto el último…) secundarán su propuesta sin rechistar. Total, que el nuevo Emperador del mundo seguramente continuará la guerra contra el terrorismo y en pro del control del crudo mundial. ¿Es la historia viciosamente circular?

domingo, 11 de enero de 2009

Eslóganes en el bus

Artículo a publicar el día 15 de enero, en El Periódico de Aragón

El mal llamado “bus ateo” (por la misma razón que un autobús no se convierte en “bus sanguinario” por anunciar el estreno de una película de guerra) pasea ya por Barcelona y Madrid (pronto, dicen, también por las calles de Zaragoza) su eslogan: «Probablemente, Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Con ello se reproduce la misma campaña promovida en los autobuses de Londres por el científico Richard Dawkins y la Asociación Británica Humanista. Aunque la recomendación “Deja de preocuparte y disfruta de la vida” es aceptable y beneficiosa para todos, el “bus ateo” ha hecho reaccionar de inmediato a algunas organizaciones religiosas, y ya circulan por algunas vías urbanas españolas autobuses con un eslogan que afirma taxativamente la existencia de dios. La polémica está servida.

Anteriormente, en plena Edad Media, Anselmo de Canterbury había ideado el “argumento ontológico” para probar la existencia de dios y Tomás de Aquino intentó lo mismo con sus famosas “cinco vías”, pero tuvieron escaso éxito: además de que el pueblo era por aquel entonces analfabeto, esas “pruebas” solo convencen al ya convencido. La existencia de un dios o de una pléyade de dioses es una cuestión que afecta a la creencia (te lo crees o no te lo crees) y a la emotividad (lo sientes o no lo sientes), pero no a las demostraciones racionales. De ahí que, si una persona neutral lee en la trasera de un autobús “Dios sí existe”, ese eslogan le resulta equivalente a, por ejemplo, el eslogan “El farfolillo cuida de ti. Sé agradecido” (“farfolillo” es una palabra inventada hace años por quien escribe este artículo).

En el “bus ateo” la negación de dios va precedida del matiz anglosajón “probablemente”. Sus promotores no pretenden con ello indicar la no existencia de dios, pues es imposible demostrar la inexistencia de algo. Si, por ejemplo, una persona está convencida de que el farfolillo vive en su interior, que es su guía y protector, y que no hay mayor prueba de ello que su íntima vivencia del farfolillo, es esa persona quien debe probar su existencia, pues no corresponde a quienes ponen en duda o niegan la existencia del farfolillo demostrar su no existencia (forma parte de las falacias lógicas clásicas pretender la prueba de una negación).

De todas formas, en el caso del ateísmo más bien se debería empezar, no por negar a un dios, sino por afirmar la existencia de todos los dioses. Desde los primeros tiempos de la humanidad, han estado pululando por bosques, cielos, mares y montañas una enorme multitud de dioses, a los que se ha supuesto dotados de enormes poderes, y moradores en parajes y dimensiones más allá de lo humano. Todos y cada uno de ellos fueron tenidos como los únicos dioses verdaderos por sus respectivos adoradores, y en su nombre se han librado casi todas las batallas y las guerras. Muchos de esos dioses decidieron tener un “pueblo elegido” (el de sus adeptos), revelaron libros sagrados, prescribieron leyes y prohibiciones y tuvieron templos magníficos construidos para su adoración.

La lista de dioses y de pueblos elegidos es gigantesca. Todos esos dioses tienen historia, han sido objeto de culto en un tiempo y un lugar concretos, han tenido un comienzo y un final. Marduk, Asur, Ra, Osiris, Tor, Tlaloc, Hunab Ku, Vishnu, Yahvé, Alá… Todos reflejan las necesidades que ha ido teniendo y sufriendo el ser humano en cada época histórica. De ahí que el ateo debería ser el primero en afirmar la existencia histórica de todos los dioses, pues con tal panorama y desde esa perspectiva, las divinidades aparecen palmariamente como una creación humana debida a miedos, necesidades, inseguridades o proyecciones: los dioses nacen, tienen su apogeo y desaparecen. El ateo deviene ateo cuando afirma la existencia histórica de todos los dioses (su negación es solo una consecuencia lógica posterior).

El “bus ateo” y el “bus religioso”, en el mejor de los casos, pueden servir quizá de revulsivo a alguna gente para plantear y replantear el asunto de la religión (de todos modos, evítese en lo posible sacar a colación el asunto religioso, pues pocos temas de conversación resultan más polémicos y venenosos, así como finalmente nada fructíferos, en una comida familiar o en una tertulia de amigos que la política y la religión).

No obstante, en una sociedad laica las cuestiones que atañen a la conciencia y las convicciones de la ciudadanía pertenecen al ámbito de lo privado, donde esa ciudadanía puede y debe dirimir sus coincidencias y diferencias. España necesita ante todo un Estado realmente aconfesional, cuyas instituciones locales, autonómicas y estatales sean independientes y autónomas de cualquier confesión religiosa. Por eso, de utilizar un bus y ponerle un mensaje, sería mucho mejor dejarse de existencias y no existencias, ir al grano, y poner, por ejemplo, “Seamos higiénicos. NO al Concordato” o este otro eslogan, ideado por mi amigo José Antonio: " Para pasar un buen rato, carpetazo al concordato".