lunes, 31 de agosto de 2015

Las víctimas por desahucio son de segunda división




 PUBLICADO HOY EN EL HUFFINGTON POST
En pleno noviembre del 2012, el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, declaraba ante los medios después de celebrar una junta general de accionistas que realizar cualquier cambio en la ley hipotecaria vigente a fin de paralizar el creciente fenómeno de los desahucios podría "premiar" el impago y añadir "dificultades" a la recuperación de la economía. Simultáneamente, iba en aumento el rosario de suicidios por desesperación y ahogo en casos de desahucio y situaciones sin salida en la mal llamada “crisis económica” (en realidad, una estafa mundial y calculada para crear un nuevo orden económico, social y humano donde la mayoría queda cada vez más depauperada y sometida a manos de una minoría cada vez más poderosa e hiperrica).

Simultáneamente, la capitalización de los siete grandes bancos que cotizan en Bolsa iba viento en popa, las ganancias eran más que sustanciosas, pero la realidad acabó siendo que el coste total del rescate bancario ascendió a 219.397 millones de euros y, según cálculos de  la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda y  del catedrático de Economía Aplicada de la UCM y actua Concejal de Economía del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, la cantidad total de las ayudas públicas recibidas por las entidades financieras en España en el periodo 2008-2014 asciende a 1.427.355 millones de euros (1,4 billones).

Sobrecoge leer la lista de suicidios relacionados con desahucios confeccionada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y otros sitios web dedicados al asunto, que me consta está escrita línea a línea por compañeros, amigos y personas solidarias de las personas que resolvieron quitarse la vida por desahucio de su vivienda. A la vez, lleva al vómito la lectura como contraste del artículo 47 de la Constitución española: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”.

Un mes después de que el señor Ron hablase de no premiar el impago para no dañar la recuperación de la economía, el obispo católico de Segovia, Ángel Rubio, declaraba no creer que existiera relación entre los suicidios ocurridos en las últimas semanas y los desahucios, reclamando de paso a los medios de comunicación que "no manipularan la verdad". No obstante, leo detenidamente, muy despacio (cada víctima se merece al menos unos segundos en su memoria): …un día antes del desahucio, …vivía de alquiler, …horas después de su desahucio, …por ejecución hipotecaria, …tras arrojarse por el balcón de su piso, …dejó una nota en la que pedía perdón por no poder pagar el alquiler, …madre de 6 hijos, …se disparó cuando iban a desahuciarle, …ahorcado en la calle diez días después de ser desahuciado, …por impago de alquiler, …un matrimonio de jubilados, …al arrojarse desde la ventana del piso, …le dio un beso a su hijo y se arrojó de un segundo piso tras llamar al timbre un miembro de la comisión judicial, …se tiró desde el puente, …se ahorca en plena calle…

Parece un cuento siniestro, pero solo es real, muy real. Y quedan otras víctimas: las que siguen en vida, sin vivienda, de patitas en la calle con los pocos muebles, enseres y electrodomésticos que les quedan. Recuerdo un caso sangrante, Khalifa, un ciudadano senegalés, de 45 años, pequeño, algo canoso, 22 años en España. Asistí a las dos sesiones de un juicio kafkiano en el que un policía como un armario de grande denunciaba a Khalifa por atentado y lesiones en la espalda mientras efectuaba el desahucio de su casa.

Khalifa, como muchos trabajadores perdió su empleo y no pudo pagar la hipoteca que tenía contratada con el banco. Una mañana, Khalifa al regresar a su domicilio, vio como dos amigos suyos estaban sacando a la calle sus pertenencias principales (un frigorífico y una lavadora), bajo la atenta vigilancia de dos policías y dos funcionarias. Khalifa declaró que mientras le esposaba, el policía, corpulento, cerca de 1,90, joven –rondaba los veintimuchos o los treinta le puso una rodilla en la espalda y otra en el tobillo. Resultado: rotura de tobillo de Khalifa, operación en el hospital, donde hubo de permanecer un mes, además de tener que ir durante un año a recuperación. Khalifa estaba en el hospital, recién operado o a punto de ser operado del tobillo, mientras el policía que le esposó interponía una denuncia contra Khalifa por “atentado y lesiones” (en su espalda), con “varias semanas de baja”. Posteriormente, una magistrada de un Juzgado de lo Penal condenó a seis meses de cárcel y una multa de 60 euros a Khalifa como autor de un delito de resistencia y de una falta de lesiones.
Sentí vergüenza por la denuncia y por la sentencia. Ambas son síntomas de la marcha de este país. Las cárceles españolas están atestadas de reclusos y reclusas que no tienen millones de euros para pagar la fianza y salir de la trena. No sería extraño que a Khalifa le costase más pagar 60 euros de su bolsillo que sus grandes fianzas a todos los superchorizos del Reino, con sus millones, sus amiguetes y sus compinches con cargo y despacho ministerial.
Crearon después el FROB y el SAREB, nos aseguraron que los fondos empleados para la reestructuración bancaria no irían a cargo de los contribuyentes, pero finalmente ha resultado ser solo un pingüe negocio para la Banca y los fondos buitre,          que tampoco han hecho ascos a especular asquerosamente con las viviendas sociales. ¿Dónde está la bolita?, ¿dónde está la bolita? –gritan los trileros.

























sábado, 29 de agosto de 2015

La Conjura de los Hipócritas: la maldad de Convergència


PUBLICADO HOY EN ELDIARIO.ES  ARAGÓN
Acabo de escuchar en la radio  que Stephen Hawking ha afirmado grosso modo en una conferencia en Estocolmo  que la caída en un agujero negro sería un viaje solo de ida, pero los posibles viajeros espaciales podrían terminar en otro universo.

Y no le falta razón. He caído en barrena en otro agujero negro que me ha llevado a otro universo, muchas veces ya conocido y repudiado, al enterarme de que la Guardia Civil ha irrumpido en el edificio de la sede de Convergència en Barcelona, así como en la sede de la Fundación convergente CatDem y los ayuntamientos de Sant Celoni, Figueres, Lloret y Sant Cugat, regidos también por Convergència. E inmediatamente una molesta mosca se me ha pegado irremisiblemente a la oreja.

No soy militante ni siquiera simpatizante de Convergència, pero me parece mosqueante que la policía entre y se lleve información de la sede central y la sede de su Fundación un mes antes de las elecciones generales (tenidas por tirios y troyanos como un plebiscito de facto) y unos días antes de la celebración de la Diada catalana el 11 de septiembre. Me resulta indigerible que sea solo y principalmente un acto movido solo por el deseo de hacer justicia y esclarecer unos posibles actos delictivos. Vivimos cada vez más en el país del “todo vale” y de que lo que más importa es ganar elecciones para seguir mandando y a la vez para que no fisguen en los propios asuntos.

Me resulta intragable la pregunta de por qué la policía no entró jamás en la sede del PAR, cuando, por centrarnos solo en su affaire más maloliente y claro, en el municipio zaragozano de La Muela el tufo a choriceo y negocios sucios era insoportable. O cómo no fue la policía al domicilio de sus principales dirigentes, más preocupados en tapar y acallar que en contribuir al esclarecimiento de asuntos paracriminales. ¿No sabían nada quizá?

Recordemos otras cloacas: la Púnica (¿entró la policía en la sede del PP Madrid, 1ª planta de Génova?), los papeles de Bárcenas, la caja B del PP, los sobres en negro, los pagos en negro del PP (¿entró alguna vez la policía en la sede central del PP, calle Génova? ¿Detuvo a alguien por destruir pruebas definitivas, como la memoria de varios ordenadores en su propia sede?), la trama Gürtel (¿entró la policía alguna vez en la sede del PP en Valencia? ¿indagó realmente e irrumpió a tiempo, por ejemplo, en el ayuntamiento de Alicante o en decenas de ayuntamientos similares?), el caso de la Plataforma Logística “Plaza” en Zaragoza (¿ha entrado acaso la policía en la sede del PSOE aragonés, calle Conde Aranda, 138?). Hablando de Fundaciones de Partidos (dejo aparte sindicatos, organizaciones empresariales, por no ser demasiado prolijo). ¿Ha entrado la policía y se ha llevado documentación de la Fundación FAES, presidida por José Mª Aznar? ¿O de cualquiera de las numerosas Fundaciones socialistas?

Me parece vergonzante la manipulación informativa a la que quieren someternos. Me parece vergonzante cualquier tipo de juego sucio para ganar o hacer perder unas elecciones. Me parece vergonzante el silencio de muchos dirigentes o las declaraciones turiferarias de otros acerca de la inspección de Convergència, portada ipso facto de la mayoría de medios. Es posible que Convergència haya perpetrado no pocos delitos contra la hacienda pública. Lo sabía González cuando pactó con nacionalistas para gobernar. Lo supo Aznar cuando pactó con nacionalistas y habló en catalán en la intimidad para gobernar. Lo que más me cabrea es tener que seguir oliendo la podredumbre política y ética de los “partidos mayoritarios”, de orden tan ordenado y ordenante, coautores de la modificación del artículo 135 de la Constitución. PSOE y PP son dos grandes Tartufos, de pomposos y graves discursos, engañabobos, hipócritas, trileros. Solo tengo que agradecerles con esto de Convergència que Sergio Morate, el asesino de dos mujeres jóvenes de Cuenca, por fin no será ya asunto de portada y primera página en los medios.


Diario de un profeflauta motorizado, 554



Día 1 de septiembre, martes, Puerta Cinegia en Plaza España, de 11 a 13 horas.

Volveremos a reunirnos allí cada día por los derechos y las libertades ciudadanas, contra los recortes perpetrados a diario por el Gobierno de Rajoy, al dictado de la Troika. Con lluvia, viento, nieve o canícula.

Repartiremos esta octavilla, confeccionada entre Marisol y el profeflauta, para que le quede bien claro a la gente por qué y para qué estamos allí.



Dicho lo cual, reanudo mi danza libre matutina, inspirada en el Primer Movimiento Allegro del Concierto para Trompa nº 1 de Mozart.


Hasta el lunes




miércoles, 26 de agosto de 2015

Esta Grecia es una ruina



PUBLICADO HOY EN ELDIARIO.ES ARAGÓN
Vamos a ver su me aclaro. Rajoy dijo el otro día sobre Grecia que nos dejemos de populismos y que “lo único serio al final en la vida es ser serio”, lo cual no deja de ser simplemente otro mal chiste de los suyos. Centrémonos, pues, en lo esencial: sobre todo los estratos inferiores del pueblo heleno padecen hambre, incertidumbre diaria y precariedad sine die.

Precisamente por ello, surgió el partido Tsiriza, que ganó las últimas elecciones generales sobre la base de oponerse a los dictados de la Troika y acabar con la política de “austeridad” (=recortes de derechos y libertades fundamentales, así como crecimiento imparable de la  brecha social entre ricos y pobres). Los principales acreedores (bancos alemanes y franceses, principalmente) se alarman e inician el goteo de propaganda sucia y subterránea contra el “populismo” y la irresponsabilidad de incumplir los acuerdos internacionales. El Gobierno de Rajoy no les va a la zaga: recuerda que ha prestado 26.000 millones de euros a Grecia, lo cual es verdad y a la vez una completa falsedad, porque lo único que España ha hecho es prestar un dinero a Grecia sin que llegue apenas un euro al pueblo griego, pues ha ido directamente a saldar deudas con el FMI, el BCE y la Banca europea y mundial. Pero el líder de Tsiriza, Tsipras, no reblo y mandó a negociar con los señores de la zona euro a su mano derecha en el ámbito económico, Varufakis, lo cual irrita y exaspera a los dirigentes políticos defensores de los intereses de la gran Banca y las grandes empresas europeas. A todo esto, España, como siempre más papista que el Papa, echa gasolina al fuego y se opone, según el presidente de la Comisión europea, Juncker, a una quita griega, dada la proximidad de elecciones en España.

Como los señores de la zona euro advierten a Grecia de los riesgos que corre el país de no atenerse a las condiciones draconianas de un posible rescate, Tsipras convocó y ganó un referéndum por el que el pueblo griego, harto de tanto recorte y tanta depauperación sin salida, confirmaba su apoyo al programa de Tsiriza. Sin embargo, al parecer el referéndum apenas sirvió para otra cosa que para encrespar aún más los ánimos de los interlocutores europeos, no querer ver ni en pintura más a Varufakis y hablar noche y día solo con Tsipras, que finalmente concierta un “Memorando para el Entendimiento” para un tercer rescate griego con unas condiciones devastadoras para Grecia, ratificadas en y por el Parlamento griego, aunque con la oposición de una parte considerable de los diputados de su propio partido Tsiriza.

Mi cortedad de mente no llega a entender por qué y para qué entonces ese referéndum griego, ese programa de Tsiriza y esas supuestas convicciones públicas anteriores de Tsipras. Y es que el mundo de la política tiene cosas que la razón no entiende (¿por ser quizá intrínsecamente ininteligibles?). No soy quien para condenar a nadie, incluido Tsipras, pero me pregunto si tan difícil es decir “señores, me voy por donde he venido, ya que lo que ustedes proponen repugna a mi conciencia ética y política”, en lugar de pasarse por el arco de triunfo la voluntad de su pueblo expresada en un cercano referéndum, aferrarse al cargo y declarar que todo ello se hace por el bien del pueblo o por el mal menor del pueblo.  Tsipras tenía que decidir entre aceptar el Acuerdo, enfrentarse a una probable quiebra del país o su salida de la eurozona. Eligió la esclavitud pero con seguro de vida en lugar de la libertad, pero a la intemperie y en la incertidumbre. Puede que Tsipras sea un hombre sensato y prudente, pero en mi opinión no tiene madera alguna de héroe.

Total, que Grecia va a contar con 86.000 millones de euros para su tercer rescate, de los que al parecer ya ha recibido 26.000 millones, 10.000 millones de los cuales se destinan a la recapitalización de la banca, 13.000 para pagar vencimientos de deuda al FMI y al BCE y los 3.000 restantes a pensiones, poner tiritas en las heridas abiertas y demás zarandajas. En otras palabras, más deuda, más intereses de deuda, más dinero para la gran Banca y demás instituciones económicas internacionales y calderilla para el pueblo heleno. ¿Eso es todo? No, en absoluto.

Suponiendo que Grecia tenga superávit presupuestario primario y del déficit primario (sin contar los pagos por intereses de la deuda) a partir de 2016, suponiendo también que el PIB griego tendrá una subida del 2,3% en 2017, se “desregulará” (¡menudo eufemismo!) el mercado del gas natural, 50.000 millones de euros se destinarán a la recapitalización de la banca y al pago de la deuda, se simplificará (=subirán) las tarifas del IVA, se bajará y se reformará las pensiones, se privatizará la red de energía eléctrica y otros servicios públicos básicos, se confeccionará otra reforma laboral más “liberalizadora”, se estará bajo la tutela de la UE hasta 2018, se renuncia a pedir cuentas a los banqueros y políticos anteriores griegos, se llevará a cabo una reforma fiscal a la carta de las grandes empresas y fortunas del país…

En un interesante blog (Gurusblog) encontré el otro día un buen resumen de la ruina a la que está abocado el país heleno, haciendo un guiño al humorista Eugeni Jofra, conocido por los 80 y 90 como Eugenio: “Saben aquel que diu … hay un alemán, uno del FMI y un griego diseñando un rescate.. Y lo que diseñan es poner más deuda para repagar la deuda a la vez que reducen el crecimiento para hacer aún más impagable la deuda”.