sábado, 30 de junio de 2007

Milagros, ociosos y trampas


Robert Kubica sufrió un grave y espectacular accidente en su bólido de Fórmula 1 en el Gran Premio de Canadá: el impacto de su BMW fue de más de 78G, tras un choque a 230 km/h. El piloto Kubica llevaba escrito en su casco el nombre de Juan Pablo II, también polaco, ya fallecido y en proceso de canonización, por lo que el Vaticano ha abierto una investigación por si el accidente de Kubica forma parte de los ‘milagros’ realizados por el Papa Juan Pablo II.

Partamos de la base hipotética de que se trata de un milagro: el piloto Kubica le debe la vida a su compatriota Papa. Vienen inmediatamente a la mente algunos de los 23 pilotos fallecidos en carreras de Fórmula 1; por ejemplo, Ayrton Senna (1994), Elio de Angelis (1986) o Gilles Villeneuve (1982). Kubica se ha salvado por escribir el nombre de un taumaturgo en su casco; los demás, entonces, han fallecido por impíos y descreídos al no invocar a ningún santo o persona canonizable, lo cual no deja de ser un acto de sádica indiferencia por parte de quienes pudieren realizar un milagro.

De vez en cuando nos enteramos por algún medio de comunicación de que algún santo o alguna santa ha curado a alguien de leucemia, cáncer de pulmón o vete a saber qué. Indignaría la verificación de tal hipótesis, pues la pregunta inmediata sería que están haciendo en tal caso esos presuntos benefactores del cielo con todos los millones de personas que tienen leucemia, cáncer de pulmón, etc.

También de vez en cuando aparece en los medios de comunicación la aparición de alguna Virgen o algún ser celestial, transmitiendo mensajes apocalípticos de conversión, lanzando mensajes (coincidentes con los planteamientos más nítidos y militantes de la derecha) y realizando prodigios que solo contemplan unos cuantos.

¿Por qué, dados sus poderes taumatúrgicos y sobrenaturales, no se dedican a arreglar el paro de un país, el hambre en el mundo, o construyen en una noche milagrosa una escuela en un poblado o un hospital en otro? ¿Por qué no transportan en una sola noche a todos los mangantes, explotadores del mundo, por muy visitantes de las iglesias y amigos de los curas que sean algunos?

En fin, que, además de ociosos y caprichosos con sus preferencias, hacen trampa: si Kubica se salva, es un milagro; si Senna muere, es producto de las leyes físicas y del error humano (amén de la voluntad divina, claro).

viernes, 29 de junio de 2007

Amores que matan


Año tras año, las noticias sobre asesinatos y malos tratos a mujeres siguen llenando casi a diario las páginas de los periódicos. Se podría pensar que, a pesar de todo, los “maltratadores” son una especie rara, compuesta por individuos brutos y brutales, con los que poco o nada tiene que ver la mayor parte de los varones. Sin embargo, el problema -por desgracia- no parece tan sencillo.

En una obra ya clásica de psicología social, N.E. Miller y J. Dollard describen los comportamientos humanos en algunos casos de linchamiento habidos en los Estados Unidos. En muy resumidas cuentas, vienen a concluir que los linchamientos ocurrieron en zonas pobres y estratos sociales deprimidos, y sobre todo en años de especial penuria económica. El blanco pobre soporta mejor su propia miseria cuando ve al negro en una escala aún inferior, de tal forma que la liberación o el progreso de la población negra son interpretados como una merma de la propia categoría social. En muchos casos de linchamiento, el sexo (real o imaginario) estaba de por medio: el fantasma del contacto sexual entre los negros y las blancas abriría las puertas de los hogares de los blancos. El linchamiento busca, pues, tomarse la justicia por su mano en el caso de que el inferior ose traspasar las barreras sociales establecidas.

Algo similar ocurre con los “maltratadores”. Ven la equiparación -legal y real- de la mujer al varón en derechos y deberes individuales y sociales, como una amenaza, como una provocación. Probablemente, muchos de ellos se sienten infelices, pero cuentan con el consuelo -triste y mezquino, mas consuelo, al fin y al cabo- de que a la mujer (su mujer, propiedad privada) aún le va peor, está sometida. Un día apareció en todos los diarios españoles la noticia de que un varón que había pegado a su compañera una brutal paliza por haber salido a la calle a comprar tabaco “sin su permiso”. Aquel hombre no tenía nada, ni siquiera autoestima real, pero se agarraba desaforadamente al último clavo ardiendo que le restaba: “su” compañera precisaba de su permiso para salir a la calle.

El “maltratador” ni desea ni soporta una mujer libre a su lado: la libertad de la mujer es para él un insulto, una provocación. Necesita que su mujer se sienta muchp más desgraciada que él como lenitivo de su propio infortunio. En el caso de que ella reclame, denuncie o -simplemente- quiera la liberación, salir del infierno, él se encargará de devolverla violentamente a la realidad de su desgracia. Los malos tratos son un castigo y una humillación para la mujer, pero también una advertencia: "sin mí, no tienes derecho a nada, ni siquiera a vivir; o me sirves o te mato; o te resignas a tu suerte o -literalmente- te desgracio". Los malos tratos son así la punta del iceberg del rencor del “maltratador”.

El “maltratador” es un inmaduro que no soporta que nadie -mucho menos “su propia” mujer- madure por su cuenta o al margen de él (lo vive además como un acto de rebelión o insubordinación). Necesita a una mujer que acepte sin rechistar su forma de vida primitiva, sin otros planteamientos u horizontes que los consentidos por él. Puede que incluso se percate de que muchas cosas van mal en su hogar y con su pareja, pero será siempre él quien se sienta perjudicado: con análisis troglodíticos, declara a la mujer culpable de su propia desgracia y se venga. Los malos tratos revelan la impotencia del maltratador a la hora de ofrecer a su mujer una alternativa diferente al sometimiento. El verdadero problema del maltratador consiste en comprobar que su mujer es -o quiere ser- simplemente una persona: en tal caso no sabe qué hacer o qué decir, salvo pegar, maltratar o matar.

Los malos tratos son tan numerosos precisamente porque cada vez abundan más los varones que van quedándose rezagados: mientras aumentan la sensibilidad y la indignación de la mujer y de una parte de la ciudadanía, no pocos varones siguen anclados en los mismos tópicos, víctimas de su propia pereza, asfixiados por su propia tosquedad de espíritu. Podrían plantearse otras formas más civilizadas de convivencia, revisar sus estereotipos, analizar la sensatez de ciertas reivindicaciones femeninas. Sin embargo, su propia inmadurez les empuja cada vez más a la brutalidad. Se sienten asustados, amenazados, humillados, y toman el atajo de quemar, pegar, insultar, amenazar o asesinar a sus mujeres.

Todos hemos venido a la vida con el derecho y la obligación de intentar estar bien y ser felices. El “maltratador”, en cambio, vegeta en un mundo ficticio, en plena indigestión de una realidad que no comprende, y en el colmo de su delirio se cree administrador de la felicidad de la mujer, nacida -según él- con la misión de estar permanentemente a su servicio. En caso de que ella se niegue, no se le ocurre cosa mejor que liarse a golpes, cuchilladas, tiros o latas incendiarias.

Lo que realmente está en juego con los malos tratos a tantas mujeres es el modelo mismo de la convivencia entre las personas, especialmente dentro de esa institución tan compleja e intrincada que se ha venido en llamar “pareja” o “matrimonio”. Los malos tratos no constituyen sólo un conjunto de lamentables casos individuales, sino sobre todo un fenómeno social y colectivo de gran calado social y enorme envergadura. Lo cierto es que los futuribles “maltratadores” y maltratadas están ahora en las calles, en las casas, en las escuelas. Cien toneladas de jueces, fiscales y policías tendrán a medio y largo plazo mucho menos peso específico que unos cuantos gramos de civismo y cordialidad, de respeto y humanidad, en el corazón de cada niño y de cada joven.

miércoles, 27 de junio de 2007

Educación para la Ciudadanía


Antes éramos súbditos del monarca o del dictador de turno, y también feligreses, pero ahora somos ciudadanos. Tenemos derechos y obligaciones plasmados en una Constitución, ley fundamental y soberana de todos. Somos ciudadanos libres, iguales ante la ley, y a nadie es legítimo discriminar por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social (a. 14 de la Constitución). Nuestro orden político y nuestra convivencia social están fundamentados en la dignidad de cada persona, en sus derechos, en el libre desarrollo de su personalidad, en el respeto a la ley y a los derechos de los demás (a.10.1). Es preciso conocer bien nuestra condición de ciudadanos. Precisamente por ser ésta tan valiosa, hemos de cuidar y apreciar lo que hemos construido entre todos para poder seguir haciéndolo día a día. Esa es la razón de la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía, a la que algunos se oponen visceralmente.

Sí, somos ciudadanos, aunque algunos no quieran entenderlo, aunque algunos se dediquen a poner palos en las ruedas de nuestra convivencia democrática para impedir o dificultar la marcha.

De nuevo, la derecha ultramontana y el nacionalcatolicismo llaman a la movilización, esta vez contra la asignatura Educación para la Ciudadanía. Dicen que socava el modelo “racional” de familia y de matrimonio, y que ofrece una orientación afectivo-sexual y una “ideología de género” que afecta directamente a la formación moral de los alumnos. Llama la atención hacia dónde dirigen siempre sus baterías los obispos católicos hispanos: la sexualidad (en su sentido más restrictivo, canijo, miope y reprimido del término). La formación moral de los obispos, ateniéndonos a los hechos, tiene fijación en todo fenómeno relacionado para ellos con la entrepierna y aledaños. Hasta hace unos años, ejercían su exclusiva de dominio mediante el miedo y la culpa, pero ahora muchos ciudadanos se saben y se sienten ya libres y liberados: no quieren pastores, pues no son rebaño. Muchos ciudadanos aman y son fieles porque se lo pide ese amor, y se sienten felices compartiendo ese amor en pareja, sin distinciones escolásticas de género o inclinación sexual, liberados de corsés pudibundos y asfixiantes.

En una magnífica viñeta de Forges aparecida en El País, ante la noticia de que el Vaticano había publicado los 10 mandamientos de los conductores, uno pregunta a otro dónde estaban los 10 mandamientos de los banqueros. Pero esa aparente contradicción ha formado parte siempre del adoctrinamiento moral de los obispos hispanos. El nacionalcatolicismo se ha nutrido desde siempre de la casuística genital-moral de sus fieles y de las generosas arcas del rico. ¿De qué tipo de adoctrinamiento hablan los obispos? ¿Dónde han estado y siguen estando, por ejemplo, la guerra, la corrupción económica, los delitos ecológicos, la explotación laboral o los presos políticos? Su adoctrinamiento moral ha servido para justificar y consolidar el poder constituido, el sistema socioeconómico establecido.

Aducen además que el adoctrinamiento moral no es competencia de un Estado democrático de Derecho, cuando se han pasado siglos y siglos adoctrinando en exclusiva. No defienden una doctrina frente a otra, sino el monopolio del adoctrinamiento. Y es que no se resignan, no quieren hacerse a la idea de que ya somos ciudadanos. Nunca en la historia de España ha habido más libertad religiosa que en la actualidad, pero los obispos y el conservadurismo celtibérico sólo sacan a relucir la libertad cuando ven que empiezan a ser cuestionados sus privilegios seculares. Ahora saldrán a la calle en nombre, según dicen, de la libertad de conciencia y de enseñanza. Es decir, de lo que siempre han tenido y de lo que nunca permitieron que tuviera el pueblo.

Necesitamos reflexionar sobre el respeto a la dignidad personal y la igualdad de derechos individuales, la solidaridad y la participación ciudadana, el rechazo a todas las discriminaciones, el concepto de ciudadanía en un mundo global o el papel de los distintos organismos internacionales (son contenidos de la asignatura en 2º de la ESO). Necesitamos reflexionar también sobre el referente ético universal que constituyen los derechos humanos, sobre nuestra estructura afectivo-emocional, sobre las diversas formas de hacerla realidad, la libertad, la responsabilidad o la igualdad de género (contenidos de la asignatura en 4º de la ESO).

Frente a esta necesidad de pensar y madurar de todo ciudadano, a los obispos y la reacción hispana sólo se les ocurre, como tantas veces, prohibir y condenar, lo que no deja de ser una buena noticia: a este paso, pronto se van a quedar sin clientela.

martes, 26 de junio de 2007

¿Quién defiende al pueblo del Defensor del Pueblo?


¿Quién defiende al pueblo del Defensor del Pueblo?

El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ha explicado en el curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo del Escorial titulado A propósito de la violencia en la escuela que el primer paso para acabar con la violencia en la escuela es fomentar el respeto en las aulas, para lo cual propone eliminar el tuteo entre alumnos y profesores. Desde hace muchos años, es usual la expresión “confundir la velocidad con el tocino”, aplicable ahora a la asociación entre violencia en la escuela y tuteo entre alumnado y profesorado. He tenido alumnos excelentes que se han sentido cómodos en el tuteo o en el usted. Lo realmente importante es que se dé un clima de trabajo y de afecto entre todos. Múgica agrede a mi intelecto y a mis capacidades afectivo/emocionales, agrede a la verdadera educación, diciendo tales gruesas sandeces. Nos tiene bastante acostumbrados a ello, eso sí, pero sería deseable que un defensor del Pueblo se abstuviera de actitudes y posturas tan espesas.

Para Múgica, utilizar "usted" no significa una "ruptura o diferencia" en la relación profesor-alumno, sino un "respeto mutuo", y ha dejar a un lado el concepto de "libertad al máximo" del alumnado y regresar a "una coexistencia de libertad con la autoridad de los maestros". Creo que si algo he intentado que fructificara en el aula es el respeto mutuo, que puede ser íntimo amigo de la confianza y del disfrute (con o sin tuteo). ¿Puede coexistir la libertad (la verdadera libertad siempre tiende “al máximo”) con el respeto mutuo? ¿Puede haber verdadera libertad sin que ésta aspire al máximo de libertad? ¿Por qué algunos (también el Defensor del Pueblo) tienen tan poco respeto a la libertad que sólo quieren trato con ella si la ponen en libertad condicional? La autoridad del profesorado no se impone de forma coercitiva, ni es primordialmente objeto de un reglamento disciplinar. La verdadera autoridad del profesorado se expone y se muestra. Si es verdadera autoridad, el alumnado la acepta, incluso la acompaña con el deleite de saber y aprender. Un cierto número de profesores reclama más autoridad. Es decir, no la tienen, ni siquiera tienen noción de qué es verdadera autoridad. Enrique Múgica, tampoco.

¿Quién defiende al pueblo del Defensor del Pueblo?

sábado, 23 de junio de 2007

Frases regaladas


Mi amigo Fernando me ha regalado dos frases magníficas. Aquí están:

“El capitalismo quiere hacernos creer que somos lo que vendemos. Pero somos lo que regalamos” (Jorge Riechmann, poeta, sociólogo, ecologista español).

“Somos lo que hacemos, pero somos principalmente lo que hacemos por cambiar lo que somos” (E. Galeano, periodista y escritor uruguayo)

viernes, 22 de junio de 2007

La mochila y el curriculum


Hace unos años Arturo Pérez Reverte escribió el artículo LA MOCHILA Y EL CURRÍCULUM. Me gustó mucho y desde entonces lo conservo por su lucidez, su mensaje y su forma de transmitirlo. A pocos les resultará indiferente, pero muy especialmente a tod@s es@s jóvenes que se esfuerzan por crecer personal, profesional y socialmente, pero se topan con muros sin sentido. Este es el artículo:

********************************



Llueve a ratos, y Madrid está frío y desapacible. Pasan paraguas al
otro lado del escaparate de la librería de mi amigo Antonio Méndez,
el librero de la calle Mayor. Estamos allí de charla, fumando un
pitillo rodeados de libros mientras Alberto, el empleado flaco, alto
y tranquilo, que no ha leído una novela mía en su vida ni piensa
hacerlo -«ni falta que me hace», suele gruñirme el cabrón- ordena
las últimas novedades. En ésas entra un chico joven con una mochila
a la espalda, y se queda un poco aparte, el aire tímido, esperando a
que Antonio y yo hagamos una pausa en la conversación.

Al fin, en voz muy baja, le pregunta a Antonio si puede dejarle un
currículum. Claro, responde el librero. Déjamelo. Y entonces el
chico saca de la mochila un mazo de folios, cada uno con su foto de
carnet grapada, y le entrega uno. Muchas gracias, murmura, con la
misma timidez de antes.

Si alguna vez tiene trabajo para mí, empieza a decir. Luego se
calla. Sonríe un poco, lo mete todo de nuevo en la mochila y sale a
la calle, bajo la lluvia.

Antonio me mira, grave. Vienen por docenas, dice. Chicos y chicas
jóvenes. Cada uno con su currículum. Y no puedes imaginarte de qué
nivel. Licenciados en esto y aquello, cursos en el extranjero,
idiomas. Y ya ves. Hay que joderse.

Le cojo el folio de la mano. Fulano de Tal, nacido en 1976.
Licenciado en Historia, cursos de esto y lo otro en París y en
Italia. Tres idiomas. Lugares, empresas, fechas. Cuento hasta siete
trabajos basura, de ésos de tres o seis meses y luego a la calle.
Miro la foto de carnet: un apunte de sonrisa, mirada confiada, tal
vez de esperanza. Luego echo un vistazo al otro lado del escaparate,
pero el joven ha desaparecido ya entre los paraguas, bajo la lluvia.

Estará, supongo, entrando en otras tiendas, en otras librerías o en
donde sea, sacando su conmovedor currículum de la mochila. Le
devuelvo el papel a Antonio, que se encoge de hombros, impotente, y
lo guarda en un cajón.

Él mismo tuvo que despedir hace poco a un empleado, incapaz de pagar
dos sueldos tal y como está el patio. Antes de que cierre el cajón,
alcanzo a ver más fotos de carnet grapadas a folios:

chicos y chicas jóvenes con la misma mirada y la misma sonrisa a
punto de borrárseles de la boca. España va bien y todo eso, me digo.
La puta España. De pronto la tristeza se me desliza dentro como
gotas frías, y el día se vuelve más desapacible y gris. Qué estamos
haciendo con ellos, Maldita sea. Con estos chicos.

Antonio me mira y enciende otro cigarrillo. Sé que piensa lo mismo.
En qué estamos convirtiendo a todos esos jóvenes de la mochila, que
tras la ilusión de unos estudios y una carrera, tras los sueños y el
esfuerzo, se ven recorriendo la calle repartiendo currículum en los
que dejan los últimos restos de esperanza Licenciados en Historia o
en lo que sea, ocho años de EGB, cinco de formación profesional,
cursos, sacrificios personales y familiares para aprender idiomas en
academias que quiebran y te dejan tirado tras pagar la matrícula.
Indefensión, trampas, ratoneras sin salida, empresarios sin
escrúpulos que te exprimen antes de devolverte a la calle, políticos
que miran hacia otro lado o lo adornan de bonito, sindicatos con más
demagogia y apoltronamiento que vergüenza. Trabajos basura,
desempleos basura, currículums basura. Y cuando el milagro se
produce, es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de
taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te
echen; y si tienes buen culo, a ser posible, deja que el jefe te lo
sobe. Aún así, chaval, chavala, tienes que dar las gracias por los
cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las
seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como
tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y
pagar un piso date con un canto en los dientes de que no te
sodomicen gratis. Flexibilidad laboral, lo llaman Y gracias a la
flexibilidad de los cojones se han generado, dice el portavoz
gubernamental de turno tropecientos mil empleos más, y somos luz y
fan de Europa. Guau. Gracias a eso, también, un chaval de
veintipocos años puede disfrutar de la excitante experiencia de
conocer ocho empleos de chichinabo en tres o cuatro años, y al cabo
verse en la calle con la mochila, buscándose la vida bajo la,
lluvia.
Partiendo una y otra vez de cero. Flexibilidad laboral. Rediós.
Cuánto eufemismo y cuánta mierda. A ver qué pasa cuando, de tanto
flexionarlo, se rompa el tinglado y se vaya todo al carajo, y en vez
de currículums lo que ese chico lleve en la mochila sean cócteles
molotov.

jueves, 21 de junio de 2007

Sin mayúsculas



Tantas veces empeñados en llegar a lo esencial,

Abrumados por el peso de las Grandes Ideas,

disueltos en el mar de Verdades aplastantes...

Y nosotros, aquí,

con los ojos húmedos y el alma en carne viva,

diciendo

"no soy nadie, no valgo para nada...",

atrapados en las fauces de Deberes gigantescos,

perdidos, derrotados, neutros.

Y grita el alma

de las cosas pequeñas

como nosotros

aquí

en la herida de la tierra, nuestra tierra,

en el hueco proceloso y solitario de dos manos temblorosas,

en ese sabor a fracaso

r-e-p-e-t-i-d-o

que golpea la memoria,

en los días por venir y tan temidos.

Aúlla la luz vacilante que nos alumbra por dentro

y el beso deseado y no obtenido

y el verso de la prosa dormido en cada cosa

y el ansia de querer y ser querido

y la huida dolorida hacia uno mismo

y el dolor de vernos como somos

y, en fin, lo pequeño, lo débil y lo nimio

ahogado y olvidado tantas veces

por mor de lo esencial

de las grandes ideas

de las mayúsculas.

El día en que se mueran los principios absolutos,

todas esas ataduras que aprisionan nuestras manos, el día en que volemos relajados,

rozando mutuamente nuestras alas,

convirtiendo nuestro poco en un mucho compartido

y la nada, en algo

y los otros nos siembren soledad y compañía,

y sequen nuestras lágrimas otros cuerpos y otras manos

y la risa se zambulla en la del otro

y todo sea bueno o sea malo

según sea acogido o rechazado

y se borren de raíz anonimatos,

y el miedo a la traición, al desengaño,

a sufrir y a hacer daño,

cuando nadie distinga entre mente y corazón

y el cerebro lata enamorado,

y nos llamen por el nombre verdadero,

ese día,

créeme,

nos sentiremos, por fin, aliviados por la brisa y por el trueno,

por la lluvia, la noche y el océano

la caricia de lo débil y pequeño

amasado en barro

envuelto en viento.

Y también

como nosotros

en algún lugar postergado hasta el momento,

quizá arrinconada y polvorienta

una estrella pequeña nos espere

regalo del amigo,

ardor entregado del amante

arrullando la fiebre y el insomnio

ofreciendo un hombro en que apoyarnos.

Para eso solamente.

Para nada.

miércoles, 20 de junio de 2007

Días especiales


Hay días, aparentemente anodinos, que uno sabe que son especiales. En ellos surge la vida y su posible acabamiento en toda su nítida crudeza. Naces un día, sin conciencia y sin programación, y otro día desapareces. Entretanto, sujeto a cualquier tablón encontrado en pleno océano y en plena noche, cuentas estrellas en soledad o cuentas cuentos a otros, asidos también a sus respectivos tablones, que se van cruzando al pairo de la calma chicha o de las tempestades. No hay meta ni rumbo, sólo el segundo a segundo que toca paladear. Somos el producto de nuestra propia libertad a lo largo de los años, de los instantes. Sin embargo, hay días en que algo se incrusta en las paredes del estómago y llama a la puerta de la lucidez: esto se acaba… Recorren entonces los pasillos de la mente millones de vivencias pasadas y todas susurran quedamente el mismo mensaje: a pesar de todos los pesares, la vida es hermosa y valiosa porque los demás me han regalado cada noche sus cuentos en el océano, porque me han pedido también mis mejores cuentos. Hay quien teme a la muerte. Yo, no. Mi única lamentación sería que no restase en el corazón de alguien algún cuento de los que nos hemos ido contando en el fulgor y la oscuridad de la vida

martes, 19 de junio de 2007

Revolución


El 27 de mayo pasado leía en el diario El País que los altos ejecutivos de las empresas españolas habían cobrado en 2006 sueldos récord, debido sobre todo a la paga variable derivada de los buenos resultados y de la favorable evolución bursátil. Así, la retribución de los consejos de administración de las 35 empresas del Ibex creció el año pasado un 30,9% hasta los 250 millones. Los altos directivos no consejeros cobraron otros 295 millones. El sueldo medio de los miembros de la cúpula ejecutiva de las grandes empresas ronda ya los 900.000 euros, con muchos ejecutivos que superan el millón de euros. Otro dato interesante que recogía El País: la inmensa mayoría de los que reciben tales sueldos tiene el mismo sexo: sólo hay una mujer por cada 20 hombres.

Hoy leo en El Periódico de Aragón que más de 150.000 aragoneses perciben salarios inferiores a los 1.000 euros brutos mensuales. Muy probablemente, este dato es aplicable al resto de los trabajadores españoles.

Sin salirnos de la bienviviente España, media un abismo entre los milloneuristas y los inframileuristas. Sin embargo, más de dos tercios de la población mundial viven y sobreviven en condiciones mucho peores. ¿Habrá alguien que pretenda explicarlo a través de las leyes del mercado? El mundo entero necesita una revolución. Esperemos que por las buenas. De lo contrario, bienvenida sea una revolución de los pobres y miserables de la Tierra, aunque sea por las muy poco buenas.

lunes, 18 de junio de 2007

Portento dominguero


Ayer ocurrió algo portentoso: España parecía paralizada con la última jornada de fútbol de Primera División, pero hubo gente, mucha gente, a la que le tiene sin cuidado el fútbol y se considera tercermundista: no es del Madrid ni del Barcelona, y aprovechó que los medios de comunicación estaban absorbidos por el balompié para pasear, leer y el disfrute en general sin necesitar pelotas que rodaran por el césped para intentar ser relativamente felices en aquellos momentos

domingo, 17 de junio de 2007

En el muelle de Trípoli


Ayer desembarcaron en Trípoli los 25 inmigrantes rescatados tres días antes por el pesquero Nuestra Señora de Loreto a 90 millas de Libia. No sabían dónde estaban, pero en cuestión de pocos minutos sabrían que toda su aventura terminaba en desventura, que todo había sido en vano. Uno ya no estaba preocupado por nada: llevaba días muerto. Creían que les llevaban a Italia o España, y se habían imaginado paseando por los alrededores del Bernabéu madrileño o por la vía Veneto romana. Pocos conocían un idioma común con el que entenderse. Finalmente, por señas y con un inglés primitivo, fueron comprendiendo la cruda realidad: estaban en Libia y, con suerte, podrían regresar más o menos sanos y salvos a sus países de origen. 4o minutos quedaron sentados en el muelle, hundidos, asfixiados por la incertidumbre. Después, unos coches se los llevaron. Problema resuelto… No tienen nombre, ni cara, ni señas de identidad para nosotros. Tienen padre y madre, mujer e hijos, familia y amigos, como nosotros. De momento, no tienen futuro.

Hoy pocos se acordarán de ellos en España, pues hay cosas mucho más importantes en que pensar y de que preocuparse. Básicamente, qué equipo va a conseguir el título de Liga de Fútbol y si mañana habrá lluvias generalizadas en toda la península.

sábado, 16 de junio de 2007

Salvador


La sala militar del Tribunal Supremo, presidida por Ángel Calderón, acabó hace unos días con las esperanzas de la familia de Salvador Puig Antich al denegar, por tres votos a dos, la presentación de un recurso de revisión de la condena a muerte del joven anarquista en el garrote vil en 1974. El juicio y la condena de Puig Antich fue un monumento a la injusticia, la manipulación, la mentira y el asesinato. Hoy, ante los intentos de que la verdad salga a la luz, las instituciones supuestamente democráticas, del pueblo y para el pueblo, sólo están dispuestas a echar más paletadas de tierra sobre el buen nombre y la dignidad de Salvador. Por otro lado, para los magistrados, la admisión a trámite de la revisión de la condena abriría una puerta muy peligrosa para que otras familias reclamaran que se revisasen las condenas a muerte dictadas en el franquismo. Esas familias han sufrido hasta cotas insospechadas la barbarie de la dictadura fascista de Franco. Para su desgracia y para rabiosa indignación de muchos, la sala militar del Tribunal Supremo ha decidido que su sufrimiento no ha terminado.

viernes, 15 de junio de 2007

Susurro cálido al oído


“Ni campanarios ni minaretes. A mí que mi amado me hable al oído”, dice el texto de la viñeta que El Roto nos ha regalado hoy en El País. No es preciso ningún comentario. Como agua fresca, como aire limpio, el susurro cálido del amante empapa cada poro de la vida, haciendo desaparecer altos y lejanos campanarios y minaretes.Lo escribe también Salinas en uno de sus poermas: "Para vivir no quiero islas, palacios, torres... ¡Qué alegría más alta vivir en los pronombres!". Vivir en un mundo donde lo más importante y valioso sea yo, tú, nosotros...

martes, 12 de junio de 2007

El G-8 no son sólo 8


Mi hermano José Javier me mandó ayer unas interesantes reflexiones sobre el G-8 y sobre el papel de quienes habitamos el mundo desarrollado en la generación de la pobreza en el mundo, así como sobre nuestra aquiescencia y pasividad ante este estado de cosas. Aquí están:

"La visión de un mundo en la que los ocho países ricos son malos, los ochenta y ocho países pobres son buenos, mientras que el resto miramos ver pasar las nubes algodonosas de una primavera del bienestar a mi me deja con un hueco en el estómago. Tengo la sensación de que sería adecuado reconocer explícitamente que nosotros (la masa sin rostro y oculta por la contaminación que generamos) también somos el G-8 y que los mandatarios reunidos allá hoy y aquí mañana son los encargados de preservar nuestra propia cuota de placer occidental (…) Es decir, el G-8 está formado por todos nosotros, occidentales guapos, ricos y viejos. El mismo grupo de hipócritas que encendemos el aire acondicionado cuando la temperatura sube por encima de los 28 grados (-por Dios, qué calor hace hoy-). Los mismos que miran a otra parte con indiferencia al pagar el recibo del agua (-total, es barata-). (…) No considero a Bush el director de la orquesta, solo la prima donna de esta representación. Nosotros no somos los espectadores de la platea, somos quienes escribimos el libreto día a día con gestos impacientes y ciegos. Hasta no aceptar que NOSOTROS somos el problema será imposible comenzar a tomar soluciones"..

lunes, 11 de junio de 2007

Domingo, plaza del Pilar


Aquel hombre estaba tan tranquilo y tan contento el domingo tomando una cerveza en plena Plaza del Pilar, cuando se inició una extraña procesión en plena plaza: la caballería engalanada de la policía municipal (detrás unos cuantos empleados de la limpieza recogiendo las cagadas de los caballos), unas cuantas cofradías con sus estandartes y sus cofrades detrás, decenas (¿centenares?) de niños y niñas vestidos de marinero, almirante, novia, monja, angelit@, etc…, y acompañados por sus papás y sus mamás; el obispo o quien fuera, con otros curas; más policía municipal, y… el alcalde socialista Belloch, flanqueado por sus concejales, de cualquier grupo político y condición. Aquel hombre, asombrado ante el espectáculo, indignado porque toda esa parafernalia estaba siendo pagada con dinero público, dolido ante una muestra más de la España profunda y cavernaria, se acercó a la procesión y, cuando tuvo cerca de su alcalde, gritó: ¡¡¡Bellooooch!!! El alcalde se detuvo y miró en la dirección de aquella voz. El hombre entonces le dijo: QUEREMOS UNA ESPAÑA LAICA. NO ESTO. El alcalde movió parsimoniosamente sus manos, como pidiendo calma, y prosiguió su camino. Eran las trece horas y treinta y cinco minutos de un domingo en el que asomaba fieramente ya su cabeza el verano. Algunos espectadores de la procesión murmuraban con indignación por la osadía sacrílega que acaba de perpetrar aquel hombre en la Plaza del Pilar, la Plaza de la Virgen del Pilar, su Plaza.

domingo, 10 de junio de 2007

Cosas que pasan (algunas arrollan)


No sé cómo se llama. Viajaba en una patera y estaba embarazada de unos tres o cuatro meses. No eligió la fecha de embarque. Simplemente, le tocó el turno y subió, llena de esperanza y de sueños, también de zozobra. Llegaba a Fuerteventura y notó que algo no iba bien. Delante de sus 35 acompañantes de la patera, abortó. Ella ya no dejó de sangrar, por mucho que las otras dos mujeres que iban en la patera (una de ellas de unos 14 años) intentaron ayudarla y animarla. A aquella mujer le dolía todo, pero aún pudo ver entre la neblina de aquella pesadilla cómo arrojaban el feto al mar. La inmigrante, que sufría una hemorragia vaginal cuando fue atendida por los efectivos de Cruz Roja a su llegada al puerto de Gran Tarajal (Fuerteventura), ha sido trasladada primero al centro de salud de la citada localidad y posteriormente al Hospital General de la isla, donde permanece en estado estable. Mientras todo eso estaba sucediendo, Bush y el Papa se saludaban efusivamente en Roma, media España saltaba de alegría porque el Real Madrid estaba muy cerca de conseguir el campeonato de Liga y una anciana estaba muy preocupada al ver sus piernas hinchadas, pues su organismo estaba cada vez más deteriorado.

sábado, 9 de junio de 2007

G-8 en Heiligendamm


Los dirigentes de los 8 países más ricos del mundo se han reunido en la localidad alemana de Heiligendamm. Allí han hablado de un escudo antimisiles, han sorteado con frases vacías el asunto de la contaminación y degradación ambiental de nuestro planeta, han prometido una ayuda a África que, como otras veces, no llegará. También tenían en el orden del día, por ejemplo, la estabilidad de los mercados de capitales y financieros, y la utilización sostenible de recursos. De paso, quienes se manifestaron contra su política de globalización recibieron golpes y ataques policiales que rayaron en la brutalidad. Heiligendamm tiene un balneario idílico. Heiligendamm significa, más o menos, Protección de los Santos. A veces, el azar nos regala unas gotas de humor irónico. Lo malo es que los que se benefician a espuertas del negocio imperial de los G-8, pueden llegar a creer que todos los demás somos tan idiotas que nos creemos todas sus patrañas y la farsa que han montado.

viernes, 8 de junio de 2007

la clerecía católica llama a la objeción


Siguiendo las directrices de la Conferencia Episcopal en contra de la nueva asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía, que comenzará a impartirse en 2008 en 3º de la ESO, el párroco de Villanueva de Bogas, un pueblo toledano de unos 800 habitantes, ha comunicado por carta a los padres de los hijos que acuden a catequesis comunicando que sin no objetan contra la nueva asignatura, el cura se guarda el derecho de poder negar a alguien la catequesis. A cualquiera que conozca el programa y los contenidos de la asignatura le parecerá una desmesura la postura del párroco, pues se ajustan desde el respeto y los valores democráticos a los derechos y los principios básicos de nuestra Constitución. Sin embargo, la carta del párroco es también una buena noticia para todos: una vez más, las fuerzas de la derechona enseñan sus cartas, dejan patente con quién y contra quién está.

Los católicos hispanos se basan en una verdad como un templo (nunca mejor dicho): “La objeción de conciencia es legítima”. Con ello recomiendan a los colegios concertados confesionales y a los padres del alumnado católico hacerse objetores contra la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, obligatoria en un curso de Primaria y otro de Secundaria según la nueva ley de educación. Aducen para ello que la asignatura impone el “relativismo moral” (toda ética que no sea la católica es, según los obispos, rea de relativismo moral), la “ideología de género” (tienen verdadera obsesión con la sexualidad, la homosexualidad y la homofobia) y perjudica el desarrollo de la persona (¡!). En realidad, la asignatura “Educación para la ciudadanía” atenta sobre todo contra el monopolio del poder ideológico que la confesión católica ha tenido desde el visigodo Hermenegildo hasta el gallego Franco. A cada nuevo intento, por leve que sea, de que los obispos católicos vayan enterándose de que España es un estado aconfesional, anuncian la llegada del apocalipsis y llaman a la objeción de conciencia a sus fieles.

Hace años, los objetores y los insumisos estaban a la orden del día porque se negaban a hacer el servicio militar obligatorio, pero la jerarquía católica se cuidó muy mucho de hacer ni siquiera un guiño amistoso a esos objetores, pues el clero estaba muy ocupado apacentando a los ejércitos a través de sus capellanes castrenses. Los obispos tampoco llamaron a la objeción, por ejemplo, contra la guerra preventiva de Irak, contra los fusilamientos masivos y los encarcelamientos políticos posteriores a la guerra civil o contra la negación de los derechos humanos más elementales durante la dictadura de Franco. Nadie tira piedras contra su propio tejado. Los obispos escriben cartas y pastorales sólo contra sus contrincantes (desde la Carta colectiva de los obispos en la que apoyaban la Cruzada de Franco en 1937, pasando por la multitud de escritos críticos con los gobiernos socialistas y el silencio sepulcral durante los gobiernos de Aznar, para llegar a la reciente llamada a la objeción de conciencia contra una asignatura).

Hay muchos españoles que, precisamente por ser demócratas, respetan el derecho de libre opinión, expresión y asociación, así que todos (también los obispos) pueden decir lo que quieran. Hay también muchos españoles que desean que su país sea realmente aconfesional. Por eso no entienden que aún exista un Acuerdo entre el Estado español y el Vaticano, fuente de privilegios económicos, legales y sociales de imposible digestión. Por eso se preguntan cuándo llegará un Gobierno que lo declare nulo. Por dicho Acuerdo y sus antepasados directos, el dictador Franco designaba obispos, implantaba una moral pacata y cateta, iba bajo palio, y la educación estaba en manos del clero. A la sombra de dicho Acuerdo, también sestea una asignatura de Religión y Moral Católica en los centros públicos de enseñanza, los obispos eligen a dedo a los profesores de Religión que pagamos todos los españoles, y el Constitucional avala la potestad de los obispos para despedir a los profesores de Religión por su vida privada.

Ciertamente, la objeción de conciencia es legítima. ¿Qué pasaría si una buena parte del profesorado objetase contra cualquier utilización del horario escolar para impartir clase de Alternativa a la Religión (llámese como se quiera a semejante bodrio de asignatura)? ¿Qué pasaría si se declararan objetores de conciencia como posibles profesores de la misma? Uno solo o unos pocos obtendrían sanciones o expedientes. En cambio, muchos, unidos, obligarían a cualquier Gobierno (del signo político que fuere) a adoptar medidas tendentes a dejar fuera del horario escolar normal, como una actividad estrictamente optativa e individual, a la asignatura de Religión, pues, de lo contrario, la marcha de un centro escolar público quedaría colapsada.

En algunos casos, la objeción de conciencia no sólo es legítima, sino también necesaria para cuantos aspiren a un mundo mejor y crean que otra forma de vida es posible. Consentir, por ejemplo, que el dinero de la ciudadanía contribuya a la fabricación y al tráfico de armamento, al mantenimiento con dinero público de Asociaciones como la Fundación Francisco Franco o (vuelve el Concordato) la Cadena COPE, es un desvarío. Es también un gran motivo para la objeción de conciencia que millones de seres humanos, principalmente del África subsahariana, estén afectados por el SIDA, carezcan de los mínimos medios sanitarios para tratarlo y prevenirlo, y la doctrina moral católica oficial prohíba el uso del preservativo como medio básico de prevención de la enfermedad. ¿Habrá objetado algún obispo? ¿Qué les dice su conciencia?

Sin duda, la objeción de conciencia es legítima. Pero sin camelos.

miércoles, 6 de junio de 2007

Imagina y anhela, amigo mío


Versión algo glosada de Imagine de Lennon



Imagina que han quedado ya definitivamente borradas esas patrañas de cielos y de infiernos.

Al principio, quizá te cueste, pero te resultará sencillo si lo intentas. Sin ningún infierno bajo tus pies

Y sobre tu cabeza, sólo el anhelo permanente de la felicidad que te bulle dentro.

Imagínate a todos viviendo y disfrutando de cada momento

Imagínate que no hay naciones ni fronteras.

Te dicen que eso es imposible, pero es sencillo hacerlo realidad.

Imagínate que ningún ser humano más matase o muriese en guerras o conflictos.

Imagínate al mundo sin religiones

sin culpa, sin seres extraños y abstrusos que premian, castigan y alienan.

Imagina un mundo donde la gente se dedica a vivir la vida en paz y libertad.

Quizá creas que soy un soñador al invitarte a que liberes así tu imaginación, pero somos muchos los que anhelamos otra forma de vivir y de convivir.

Espero que algún día decidas unirte a nosotros.

Imagina un mundo sin posesiones, grandes fortunas y desigualdades sociales.

Imagina un mundo donde no hay ya propiedad privada que prive a otros seres humanos de lo necesario.

¿Puedes unirte a nosotros, amigo mío? ¿Quieres?

Imagina un mundo sin sobreabundancia y sin hambre, sin ricos y sin pobres,

Un mundo donde los seres humanos constituyen una fraternidad de personas libres

compartiendo lo que son y lo que tienen

compartiendo el mundo de todos, justo, libre, limpio.

Quizá creas que soy un soñador al invitarte a que liberes así tu imaginación, pero somos muchos los que anhelamos otra forma de vivir y de convivir.

Espero que algún día decidas unirte a nosotros.