jueves, 31 de diciembre de 2015

Un año más ante el espejo


PUBLICADO HOY EN EL HUFFINGTON POST
Francisco Mora, neurocientífico y catedrático de­­­­­­­­­ Fisiología Humana en la Complutense de Madrid y en Iowa, nos invita en su libro El yo clonado a colocarnos ante el espejo en una situación algo insólita: contemplar nuestra cara en el espejo a los setenta años tras no haberla visto desde que teníamos veinte. La impresión emocional no solo sería mayúscula ante la visión de un ser extraño, aviejado y deteriorado, sino que probablemente no nos reconoceríamos, pues nos habríamos quedado con la imagen guardada cuando teníamos veinte años.

El hecho es que cada día nos miramos varias veces en algún espejo, aun sin el menor asomo de narcisismo: vamos al cuarto de baño por la mañana, encendemos la luz y la mirada se dirige generalmente al espejo, donde nos miramos también al cepillarnos los dientes, afeitarnos, maquillarnos, lavarnos las manos, peinarnos, etc. De paso, nos reconocemos y vamos sedimentando nuestra identidad, a la vez que integramos cada día los cambios, la cara ensanchada o alargada con los años, las arrugas, las cicatrices y las huellas del tiempo en esa identidad que queremos expresar cuando decimos “yo”.

El espejo atestigua silenciosamente el paso del tiempo sobre nosotros. Sin embargo, también la mirada de los demás y hacia los demás cumple esa función. La mirada ensambla la imagen guardada del amigo en pleno vigor y juventud o del compañero con el que jugábamos con la imagen de ese amigo o ese compañero por el que el tiempo ha ido dejando también huellas profundas. Nos sorprendemos de su imagen cuando llevamos mucho tiempo sin verlo y algo similar producimos cuando los demás nos ven tras un prolongado periodo de tiempo y su mirada se detiene en nuestra cara, nuestra piel, nuestras manos o nuestras canas.

Nos volveríamos locos si no nos identificásemos ante el espejo, si no lográsemos reunir en una sola identidad la imagen de nuestra madre joven y esa madre anciana que ahora tenemos ante los ojos. Seríamos unos inadaptados si no aceptásemos que también los demás observan todo lo que hemos ido cambiando a lo largo de los años. Hay personas que viven en la ficción de que el tiempo se ha detenido y han obtenido el secreto de la eterna juventud. De paso, se aplican pociones mágicas anti-edad y actúan como si su vida hubiese conseguido una prórroga sin término. Para esas personas mirarse en el espejo puede llegar a ser una tortura, a la vez que un ejercicio diario de negación de lo que ven.
Por eso mismo buscamos gente en nuestro entorno que nos devuelva con su mirada la imagen apetecida. Las amistades y los colegas con quienes nos relacionamos no vienen desde el azar, sino desde la necesidad de quedar recíprocamente reflejados según nuestros deseos en la mirada del otro. En cada situación los demás nos devuelven una determinada identidad, que podemos aceptar o rehuir, y por esa misma razón los demás nos buscan o nos evitan, e incluso nos ensalzan o denigran. Al final el mundo es un inmenso poliedro de espejos en cuyas superficies nos vemos reflejados, aunque también podemos sucumbir a la tentación de cerrar los ojos o dirigir la mirada solo hacia donde no creamos dañadas nuestras conveniencias.

Hay otro espejo, interior, sujeto también al transcurrir del tiempo, desconocido para muchos por usarlo raramente. En ese espejo la imagen reflejada son nuestras convicciones y valores, nuestras horizontes y metas irrenunciables, nuestras posibilidades y limitaciones. A veces se nos rompe ese espejo, pero podemos siempre recomponerlo. En ese espejo recobramos la identidad más honda, la serenidad y la quietud, la firmeza en la zozobra, la indulgencia que alivia la fiebre, la palabra y el silencio, el placer y la alegría.

Está acabando un año y empezando otro. Repetiremos un año más la ficción de que nos es posible borrar a discreción los fantasmas pretéritos y confiar en que el año por empezar será venturoso y nuevo, pero los espejos serán los mismos: la mirada del otro, nuestra mirada hacia el mundo y los demás, la mirada en el espejo de cada día en el cuarto de baño de casa. Incluso alguno se adentrará en su espejo interior y contemplará allí los daños, los logros, las heridas abiertas y los tesoros que siguen latiendo dentro y confiriendo a sí mismo la identidad más veraz, en ocasiones también dolorosa.

Empieza otro año y te deseo cordial y sinceramente que los demás te asocien a un espejo amable y acogedor, que cuentes con muchos espejos amigables y cálidos, que busques cada día contemplarte con sosiego y sin prisas en ese espejo interior que debes procurar que no mienta, que no castigue y sobre todo que también te acaricie cuando lo necesites.








miércoles, 30 de diciembre de 2015

Algunas acotaciones a la Carta de la Jefatura Superior de Policía al Delegado del Gobierno


Señor Jefe Superior de la Policía de Zaragoza:

He conocido recientemente el escrito de fecha 29 de octubre de 2013 (número 162.562 en su Registro de Salida) dirigido por la Jefatura Superior de la Policía al Delegado del Gobierno en Aragón en relación con “los hechos acaecidos el día 23 de los corrientes en la calle Alfonso I, nº 26”. Permítame decirle que algunos de los datos que usted incluye en su  antedicho escrito no se ajustan parcial o totalmente a la realidad de lo acontecido el 23 de septiembre, y sobre los que quizá se apoyó el Delegado del Gobierno para sancionar a dos ciudadanos: María Soledad Ibáñez Garmendia y Antonio Aramayona Alonso.

Le ruego tome el presente escrito como una inequívoca aportación a la verdad y a la realidad de los hechos, ya que estoy convencido de          que el orden y la seguridad que deben garantizar las Fuerzas Policiales que usted dirige son solo posibles sobre el fundamento de la verdad.

1. En su escrito parece asociarse “la manifestación que con motivo de ‘mostrar el  rechazo a los recortes en política educativa del gobierno y contra la ley Wert tuvo lugar” el día 23 en Zaragoza (PÁRRAFOS SEGUNDO, TERCERO Y CURTO de su escrito) con nuestra presencia en las cercanías del portal nº 26 de la calle Alfonso I de Zaragoza desde el día 3 de junio de 2013. Pues bien, quiero manifestar que no tuvimos relación alguna con la convocatoria o realización de tal manifestación y concentración mencionadas en su escrito, por lo que no entiendo que, para esclarecer los hechos, se nos relacione con una acción cívica estudiantil autorizada de la que fuimos ajenos por completo.

2. Por esa misma razón, nada tiene que ver con nosotros la presencia “alrededor de las 12 horas” de agentes de policía en la calle Alfonso I, pues como usted mismo refiere, estaban solo en prevención de posibles desórdenes originados de la citada manifestación estudiantil. Por tal razón, usted mismo afirma que tales agentes, al personarse allí, “pudieron constatar la presencia de cinco personas” que con carteles y –repito- desde el 3 de junio, de 11 a 13 horas y de lunes a viernes, expresaban en silencio y desde el respeto y la noviolencia su apoyo a la Escuela Pública y denunciaban los recortes perpetrados en el ámbito educativo. PÁRRAFO QUINTO de su escrito.

3. Permítame decirle también que el hecho de que algunos de nosotros lleváramos camisetas verdes no significa necesariamente, como es el caso, nuestra pertenencia a la “marea verde”. En cualquier caso, portar esas camisetas no es principalmente “símbolo de las protestas de educación”, sino sobre todo símbolo de nuestro compromiso por una Escuela Pública y Laica de Calidad. PÁRRAFO QUINTO de su escrito.

4. Usted afirma en el PÁRRAFO SEXTO de su escrito que “nos invitaron a abandonar el lugar” para que nuestra presencia no fuese catalizador de otras protestas. Tiene usted razón al afirmar (PÁRRAFO SÉPTIMO de su escrito) que dos de esas cinco personas (María Soledad Ibáñez y el que suscribe) permanecimos allí, si bien usted omite que comunicamos en un clima de diálogo que así lo hacíamos amparándonos en el derecho inalienable de todo ser humano a la libertad de expresión en plena vía pública, siempre en actitud respetuosa, cívica y educadamente. Efectivamente, fuimos “propuestos para sanción administrativa por la Ley 1/92”. A este respecto, le invito encarecidamente a que repase la Sentencia 305/14, de siete de julio de 2014, confirmada por la Sección 3 de la Audiencia Provincial de Zaragoza tras Recurso de Apelación del Fiscal por la que se confirma íntegramente la sentencia absolutoria”, se absuelve a Antonio Aramayona de las dos faltas contra el orden público por las que fue acusado (relativas a los días 4 y 5 de junio de 2014), e igualmente se confirma la absolución de Marisol Ibáñez y Marga Ribas. Dicha Sentencia está basada en el principio de que la libertad de expresión, noviolenta y cívicamente ejercida en la vía pública, está por encima de la potestad sancionadora de los poderes públicos del Estado, dado que la libertad es uno de los valores superiores y la seguridad jurídica uno de los principios configuradores del Estado de Derecho. Por ello, la Sentencia sigue afirmando que  la potestad sancionadora del Estado está sujeta a unos estrictos límites, y queda “deslegitimada” si de algún modo se traspasan tales límites. Más aún, según la misma Sentencia, la desobediencia a la autoridad ha de suponer previamente que la orden de los agentes cuenta con “una base legal que la sustente”. De hecho, dado que los agentes policiales adujeron solo como norma legal el artículo 26-h de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana (“Desobedecer los mandatos de la autoridad o de sus agentes, dictados en directa aplicación de lo dispuesto en la presente Ley, cuando ello no constituya infracción penal.”), la Sentencia asevera que no encuentra “base para la emisión de la orden recibida por los agentes”, más teniendo en cuenta el comportamiento cívico y educado que mantuvieron en todo momento tanto Aramayona, Ibáñez y Ribas como los mismos agentes.
5. Cualquier persona presente en ese momento y lugar desmentiría sin ambages que Marisol Ibáñez y el que suscribe “desafían a la fuerza actuante incidiendo en su postura de no abandonar el citado portal” (PÁRRAFO NOVENO de su escrito). En ningún momento, ni el clima de diálogo, ni las palabras proferidas por ambas partes dieron pie a tal afirmación. Más aún, repasando la Sentencia citada en el punto anterior 4 de esta carta, parece más bien desmesurado concebir que nuestra postura se acerca lo más mínimo a un “desafío”.
6. Es falso que Marisol Ibáñez y el que suscribe comenzásemos a “increpar a los viandantes para que se concentren” (aunque no fuese más que porque difícilmente se concentrarían, increpándolos. Increpar = Reprender con dureza y severidad, según la RAE) o lanzásemos “proclamas” contra el Delegado del Gobierno y los agentes de policía (PÁRRAFO  DECIMO de su escrito). Nadie podrá achacarnos jamás tal actitud o comportamiento, contrarios a nuestras convicciones de civismo, educación y noviolencia. Es asimismo totalmente falso que profiriésemos “a viva voz frases COMO NOS QUIEREN DETENER POR ESTAR EN LA CALLE CON UNA CAMISETA VERDE”. Cualquier que nos conozca sabe bien que jamás hemos gritado o nos hemos dirigido a la gente en semejantes términos.
7. Los hechos relatados en el PÁRRAFO UNDÉCIMO de su escrito son totalmente ajenos a Marisol Ibáñez y a quien suscribe. Por ello mismo, es inconveniente en cualquier caso mezclar los comportamientos y palabras de terceras personas con los comportamientos y palabras de Marisol Ibáñez y de quien suscribe.
8. PÁRRAFO DUODÉCIMO de su escrito. Efectivamente se congregaron allí, entre otros muchos curiosos, algunos responsables políticos y municipales de CHA e IU, así como también alguno de sus asesores jurídicos, que nos ofrecieron sus servicios. Quiero hacer constar que a nadie llamamos y a nadie congregamos. El montón de gente allí congregada estaba movida sobre todo por la curiosidad y la extrañeza de ver a dos personas, una en silla de ruedas, que pacíficamente estaban en la vía pública con sendos carteles, rodeadas de agentes de la policía. Y como usted bien sabe, un montón de gente congregada en algún lugar hace que se sume más y más gente curiosa.
9. Por último, quizá reconozca que, siendo benévolo, es anfibológico que usted relacione mis artículos de opinión con la expresión “animando en protestas en materia de educación”. Lo que sí me parece ofensivo que se añada “buscando posiblemente, a través de ello y de las protestas, publicidad y notoriedad” (PÁRRAFO DECIMOCUARTO de su escrito).

Atentamente, le saluda 
Antonio Aramayona Alonso 
En Zaragoza, a  30 de diciembre de 2015







Sobre el principio de veracidad y algunas acotaciones a la Carta de la Jefatura Superior de Policía al Delegado del Gobierno


Recibo con indignación la sentencia sobre el contencioso administrativo interpuesto por Marisol Ibáñez a raíz de la sanción de 200 euros recurrido una y otra vez por Marisol por estar el 23 de octubre de 2013 junto al portal de la por entonces Consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores (¡muchos!) Serrat, denunciando los recortes en educación y reivindicando la escuela pública.  Puede leerse un extracto en https://drive.google.com/file/d/0BypyOND9xn3tOThkRHFDQVlSZW8/view?usp=sharing. Yo estuve allí, fui igualmente sancionado, aunque opté por mandar una carta al Delegado del Gobierno, no reconociendo su autoridad como sancionador por atentar contra algunos derechos fundamentales, que el gobernante debe proteger y fomentar como primera tarea fundamental. 
No se admite mi testimonio como testigo en la vista de dicho contenciosos administrativo por estar "privado de objetividad e imparcialidad"  para "prevalecer" sobre el testimonio del Jefe Superior de Policía, vertido en un escrito de la Jefatura  Superior de la Policía dirigida al Delegado del Gobierno en Aragón sobre los mencionados hechos acaecidos el 23 de octubre de 2013.
Puede leerse dicho escrrito en: https://drive.google.com/file/d/0BypyOND9xn3tamE1ZEJEX1R6a00/view?usp=sharing

Tras las lectura de la anterior escrito, me he permitido redactar Algunas acotaciones a la Carta de la Jefatura Superior de Policía al Delegado del Gobierno que puede leerse en http://lautopiaesposible.blogspot.com.es/2015/12/algunas-acotaciones-la-carta-de-la.html

Quiero dejar constancia aquí del desequilibro de derechos y libertades  entre un ciudadano cualquiera y algún agente o autoridad de las "Fuerzas del Orden" (¿qué orden?) y de "Seguridad" (¿qué seguridad?). En el extracto de la sentencia citada en primer lugar se aduce el artículo 137 de la Ley de Regulación Jurídica Administraciones Públicas  y del Procedimiento Administrativo Común (LRJAP  PAC), que dice:



Artículo 137 Presunción de inocencia 

1. Los procedimientos sancionadores respetarán la presunción de no existencia de responsabilidad administrativa mientras no se demuestre lo contrario.

2. Los hechos declarados probados por resoluciones judiciales penales firmes vincularán a las Administraciones Públicas respecto de los procedimientos sancionadores que sustancien.

3. Los hechos constatados por funcionarios a los que se reconoce la condición de autoridad, y que se formalicen en documento público observando los requisitos legales pertinentes, tendrán valor probatorio sin perjuicio de las pruebas que en defensa de los respectivos derechos o intereses puedan señalar o aportar los propios administrados.

4. Se practicarán de oficio o se admitirán a propuesta del presunto responsable cuantas pruebas sean adecuadas para la determinación de hechos y posibles responsabilidades.

Sólo podrán declararse improcedentes aquellas pruebas que por su relación con los hechos no puedan alterar la resolución final a favor del presunto responsable.

Pues bien, me atengo a los hechos, aduzco hechos no coincidentes con el Informe Policial antedicho. En ningún caso pretendo poner en tela de juicio la veracidad de nada ni de nadie, CON TAL DE QUE  NO SE PONGA BAJO NINGÚN CONCEPTO MI PROPIO PRINCIPIO DE VERACIDAD, SUSTENTADO EN MI CONCIENCIA ÉTICA Y CIUDADANA.

MARISOL IBÁÑEZ, ¡AURRERA BETI!





martes, 29 de diciembre de 2015

Diario de un profeflauta motorizado, 632: Hoy el Fiscal ha vuelto a interponer Recurso de Apelación ante la Audiencia Provincial.


Primero, el Fiscal recurrió el Auto de Archivo y Sobreseimiento de la Causa interpuesta por el Delegado del Gobierno contra mí por coacciones y calumnias. Más concretamente, el Fiscal recurrió el Auto de Archivo ante la Jueza que dictó tal Auto.

Posteriormente, la jueza del Juzgado de Instrucción nº 2 de Zaragoza desestimó el recurso de reforma interpuesto de la Fiscalía y mantuvo el sobreseimiento y archivo de la causa interpuesta por el Delegado del Gobierno contra mí por acoso y calumnias. La Fiscalía tuvo un plazo de cinco días hábiles para volver a interponer nuevo recurso de apelación, a resolver por la Audiencia Provincial.



Hoy el Fiscal ha vuelto a interponer un Recurso de Apelación ante la Audiencia Provincial. Total, que me quedo a la espera hasta que la Audiencia Provincial resuelva. Consciente y responsablemente me puse junto al portal del Delegado del Gobierno de España en Aragón, Gustavo Alcalde, denunciando los recortes inhumanos que el Gobierno central que representa ha perpetrado en sanidad, educación, atención a la dependencia, pensiones… y reivindicando los derechos y las libertades que nos constituyen como seres humanos y como ciudadanos. Consciente y responsablemente seguiré reivindicando y denunciando lo mismo por las mismas razones y con la misma incondicional determinación, así como  desde la noviolencia. La utopía sigue siendo necesaria y otro mundo es posible e igualmente necesario.

martes, 22 de diciembre de 2015

Diario de un profeflauta motorizado, 631


En todas partes y medios se habla de los resultados de las elecciones y las perspectivas políticas que se abren (¿cierran?) tras el 20-D. Algunos hacen cábalas y cálculos sobre posibles coaliciones, otros se preguntan para cuándo habrá nuevas elecciones generales. Es entonces cuando me doy cuenta de que nada tengo que decir, pues estoy fuera del “universo del discurso” en que cobran sentido esos planteamientos. Para bien o para mal, yo estoy fuera de ese “universo”, me parece ficción la aparente realidad política española. Aquí y en todas partes ya no se eligen candidatos para formar gobierno, sino “subgobierno”.  Intento explicarlo en el artículo El parto de los montes: nació el 20-D, publicado en

El Huffington Post

Arainfo

Heraldo Sanitario de Oregón

Día de Sorteo de la Gran Lotería de Navidad, capaz de sostener la esperanza de mejora confiando en que saldrás elegido  por la diosa “Suerte”: una gota entre un litro de agua, 1 posibilidad entre 100.000 de que te toque El Gordo. Pero gracias, entre otras cosas similares, a la Lotería, hay no pocos seres humanos en este país que se sostienen con cierta esperanza en la calma chicha de la existencia. 2.584 millones de euros comparados en décimos y participaciones de Navidad un 4,52% más que en 2014.  

Mi grado de optimismo lo infundirá mi familia estas fiestas navideñas. El cariño es gratificante y maravilloso, a la vez. Los ojitos maravillados de Daniel valen por todos los Gordos de la Lotería.

Ayer, cardiólogo. Sube la prima de riesgo. Ahora, si todo va bien, el lote diario de pastillas sube a 31, más parches y otras lindezas.


El Concierto de Brandeburgo nº 3 me ha parecido siempre, desde la adolescencia, pura fluencia, un riachuelo que se abre camino, alegre, entre las piedras.