domingo, 19 de enero de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 167

Domingo, 19 de enero. La ciudad de Zaragoza duerme aún entre la niebla. El perroflauta motorizado descansa, a sabiendas de que el descanso le es imprescindible estos días.
Gamonal ha dejado huella en el país. Ha sonado el clamor de Gamonal como un despertador que llama a salir del sopor y del letargo. Al Gobierno solo se le ocurre enviar a su policía a la calle. Ni un gramo de reflexión, ni un solo ademán de revisión de actitudes. Policía y tentetieso. Incluso, la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría, se sorprendía el viernes cínicamente de que la gente saliese a la calle a protestar cuando las cosas ya van bien y estamos en el camino de la recuperación.
 ¿Alguien se enterará alguna vez de que “política” o “policía” vienen del griego “polis”, de la entraña misma de la voluntad del pueblo? ¿Querrán enterarse de una vez de que en la polis son servidores del pueblo, como única razón de sus cargos?

 ¿Democracia? ¿Demos? ¿Pueblo? ¿Representatividad? ¿Participación? Al poder le importa un comino el pueblo. La democracia está al servicio del dinero. La educación va adecuándose a los intereses del poder. Al alumno se le obliga a callar, hablar solo lo que y cuando se le pregunta, reproducir fielmente lo que se le dicta, obedecer, respetar, hacer los deberes. Igual que a la ciudadanía. ¡Qué idea tan liliputiense del deber! Élites amigas bien formadas y un batallón de medio ignorantes que trabajan en condiciones de mierda. Los ciudadanos pueden hacer poca cosa con su voto cada cuatro años. El voto es un cheque en blanco que se vuelve rápidamente en contra del votante. Por eso mismo va a ir a votarles su padre cuando me citen cada cuatro años. Votaré si y solo a quien demuestre durante los cuatro años anteriores que el programa prometido lo ha hecho realidad en la calle y con la gente.
Hoy reposo aún en la carta recibida de Karmen, que tanto agradezco, que tanta fuerza infunde en esta espesa niebla de la vida:

Querido Antonio:

Me resisto a cerrar el correo sin escribirte unas líneas para mandarte un abrazo. Hoy era el último día de la primera semana de mi trabajo como asistente de español en un instituto francés (…) y no quería dejar de contarte una pequeña anécdota que, espero, te alegre:

Hoy he trabajado conjuntamente con uno de los profesores de español en una clase de 1º de bachillerato. Estaban trabajando sobre el concepto de héroe: qué entendían los alumnos por un héroe, ejemplos de personas que estén así consideradas... Me ha tocado el turno a mí cuando, de improviso, el profesor de español me ha pedido que hablase de un modelo concreto, de alguien que para mí es un héroe. Yo me he quedado un poco parada, sin saber muy bien qué decir al principio, pero de repente lo he visto clarísimo y te he nombrado a ti. Para los alumnos ha sido interesante no sólo conocer cuál es la lamentable situación a la que se quiere arrastrar a la educación pública española, sino también saber que hay gente, héroes como los de "antes", que se comprometen y luchan por una causa justa. Me ha encantado poder "meterte" dentro de una de mis clases y, si no te importa y me das permiso, me gustaría volver a hacerlo utilizando alguno de tus textos para trabajar con ellos.

Espero que todo vaya bien. Leo tu crónica siempre que puedo y me consta que en estos momentos el frío no es sólo debido a la temperatura. Mucho ánimo desde tierras francesas, compañero, a no reblar. Te deseo una buena jornada para mañana y el viernes y te pido por favor que abraces a Marisol de mi parte. Un fuerte abrazo también para ti. Salud!

Carmen

No soy ningún héroe, sino solo un ciudadano que cumple con su conciencia y su deber. “Héroe” es una etiqueta, cuyo sentido depende del medio social donde haya surgido. Soy una persona que desde hace ocho meses y medio es un perroflauta que siente cómo crece cada día en él la convicción de que los pasos que recorre cada mañana en esa pequeña senda de la calle Alfonso y de la vida son los que necesita para seguir viviendo apasionadamente la aventura del vivir.
Pero pienso en Carmen y en tantos amigos y amigas que acompañan mi andadura motorizada, y me siento muy bien.


Hasta mañana

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.