jueves, 31 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 111


“Te noto asqueado con la enésima cesión del Gobierno de Rajoy y su LOMCE respecto de la asignatura de religión, ahora también en el Bachillerato”, le dice Mairena al perroflauta motorizado. Y prosigue: “No es nada nuevo, Antonio. A lo largo de la historia de este país, el poder católico y el poder político no han hecho otra cosa: nos quieren en sus manos, retorciéndonos de culpa y de hipocresía, lavados farisaicamente de toda culpa mediante una simple absolución o unas obras caritativas”.
Del film “Las Horas”, The kiss, El beso, música de Philip Glass: más adelante, aparecerá un beso de gran significado. Si te place, puedes ir escuchando esta música.
El perroflauta motorizado permanecía callado. Apenas si le quedaban fuerzas y ganas de comentar algo. “Te voy a presentar a alguien que te va a gustar, Antonio”, continuó diciendo Mairena. E inmediatamente apareció Dostoievski, Fiódor o Fédor para los amigos, con sus largas barbas y escaso pelo. “Viene a animarte, pero no quiere hablar”, aclara Mairena, “así que yo  mismo te explicaré a continuación por qué y para qué ha querido venir hasta aquí”.
Y Mairena contó que Dostoievski incluye en su novela “Los hermanos Karamazov” un maravilloso relato (“El Gran Inquisidor”), que pone en boca del protagonista, Iván: en la Sevilla del siglo XVI acaba de ser quemado un hereje o una bruja en un “auto de fe”. Al día siguiente, aún calientes las cenizas de tan macabra celebración, aparece Cristo, dispuesto a consolar y ayudar durante unos instantes al pueblo desgraciado, pleno de desventuras y de tristeza. Avanza entre la multitud sin decir nada, sin querer llamar la atención, pero todos le reconocen, y el pueblo le sigue. Cristo continúa avanzando, irradiando piedad, cariño, fuerza y luz, tendiendo sus brazos y bendiciendo a la gente.
La multitud le ruega que haga ver a los ciegos y resucite a una niña, pocos días antes llena de vida. Cristo así lo hace ante toda la multitud. El Cardenal Gran Inquisidor, que está viendo la escena, inmediatamente ordena apresar a Jesús. Los gendarmes, temerosos y acostumbrados a obedecer al Gran Inquisidor, así lo hacen y lo llevan a la cárcel del Santo Ofiico. El pueblo presencia todo en silencio, no osa oponerse a la voluntad del Cardenal Gran Inquisidor, se inclina a su paso mientras recibe su bendición.
El viejo Gran Inquisidor va a visitar a Jesús en su oscura y angosta celda, y le hace la pregunta que apenas había podido contener dentro de sí hasta entonces, pero cuya respuesta sabe de sobra: “¿Eres tú?”. Cristo no abre la boca, permanece callado, y el Gran Inquisidor le va espetando en un monólogo cargado de miedos y arteros reproches:
“¿Porqué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su apariencia; seas quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los herejes. Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda...”
El Gran Inquisidor se queja y se queja de que Cristo venga ahora a desbaratar lo que a la Iglesia le ha costado tanto estructurar, ordenar y dejar atado y bien atado, pero Jesús sigue callado, y el Gran Inquisidor cada vez se impacienta más. El relato continúa así:
El inquisidor calla. Espera unos instantes la respuesta del preso. Aquel silencio le turba. El preso le ha oído, sin dejar de mirarle a los ojos, con una mirada fija y dulce, decidido evidentemente a no contestar nada. El anciano hubiera querido oír de sus labios una palabra, aunque hubiera sido la más amarga, la más terrible. Y he aquí que el preso se le acerca en silencio y da un beso en sus labios exangües de nonagenario. ¡A eso se reduce su respuesta! El anciano se estremece, sus labios tiemblan; se dirige a la puerta, la abre y dice: “¡Vete y no vuelvas nunca... , nunca! Y le deja salir a las calles oscuras de la ciudad. El preso se aleja…”.
Dostoievski me pide ahora que traduzca frase por frase lo que vaya diciendo”, dice Mairena, cortando los pensamientos y las emociones que el relato del Gran Inquisidor ha creado. “Vale”, asiente el perroflauta motorizado, ¿pero sabes ruso?”.Fiódor aprendió el lenguaje universal de los humanos en sus años de cárcel en Siberia, acusado de pertenecer a un grupo intelectual liberal y conspirar contra el zar. No sé si sabes que estuvo ante el pelotón de fusilamiento, ya con los ojos vendados, y en el último segundo le conmutaron la pena de muerte. Habla, Fiódor, te escuchamos”, concluyó Mairena.
La voz de Fiódor o Fédor Dostoievski subió como un rayo por el edificio hasta romper paredes, puertas y ventanas de la vivienda de la Consejera aragonesa de Educación, Cultura, Universidad y Deportes. El corazón de la Consejera, sin embargo, estaba muy lejos de allí.

“Hay muchos Grandes Inquisidores en el mundo / Aquí tenéis a Rouco Varela y su cohorte que se ajustan bien al perfil del Gran Inquisidor / Pero no los busquéis solo en el Vaticano o en los Palacios Episcopales / Buscadlos sobre todo en las casas, las iglesias, las capillas, los capellanes y los secuaces de grupos ultracatólicos como el Opus Dei y similares, en los ministros y catedráticos que ha colado a decenas de miles en vuestra sociedad / en vuestro Alcalde y en cuantos no se oponen expresa y públicamente a su beatería / en todos los partidos políticos que hasta ahora han gobernado en España y no se han atrevido a denunciar un Concordato franquista y unos Acuerdos obsoletos entre la iglesia católica y el Estado español l en vuestros reyes, zares, presidentes, banqueros y papas / son los menos creyentes de entre los no creyentes / pero las iglesias, los funerales, las ceremonias religiosas y todas sus supersticiones les sirven de justificación de su hipocresía y sus bandidajes / Wert y Serrat son marionetas en manos de sus amos/ No os quedéis en Wert y en el obispo local / Apuntad alto y firme, abatid a los mantenedores de la ignorancia del pueblo / Hacedles frente / Sois vosotros o ellos / Bajo sus ropajes de Gran Inquisidor esconden su roña y su mezquindad / Gritadle al pueblo y a la gente que de ellos es el poder, de ellos procede, en ellos se basa / La vida volverá a brotar cuando en el mundo haya personas libres, responsables, autónomas, críticas hacia dentro y hacia fuera / sabedoras de la bondad del otro si se le trata bondadosamente / amantes de la vida, la libertad, la justicia y la paz sobre todas las cosas / He dicho”.
Si quieres ver una narración bastante literal e interpretada magistralmente del texto del Gran Inquisidor, la tienes en http://www.youtube.com/watch?v=asF8PizSrsk.
El texto del Gran Inquisidor, dentro de la novela Los hermanos Kaaramazov puedes leerlo en



Hasta el próximo día

miércoles, 30 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 110



Bien forrado para que el viento y el frío no se apoderasen de él, el perroflauta motorizado estaba escuchando Creep interpretado por  Radiohead  y alisando aún el viejo cartel en el portal de la Consejera, cuando un coche de la policía ha pasado frente a él muy despacio, y ambos policías, conductor y acompañante, le han saludado, dándole manifiestamente los buenos días. El perroflauta motorizado ha saludado también y no daba crédito a lo que estaba sucediendo, recordando lo acontecido pocos días antes. 
A los cinco minutos, llegaba un hombre de paisano de treinta y tantos años, saludaba también al perroflauta motorizado y se presentaba, más o menos, como el encargado o gestor o responsable de la “Policía Adscrita” (según ha explicado, la policía, de paisano, que se da conocer en sus coches como “Policía de Aragón”) para los casos de alteración del orden, escraches, etc. análogos al del perroflauta motorizado. Aquel policía conocía bien los datos relativos al perroflauta motorizado: cuánto tiempo llevaba allí, lo ocurrido el miércoles de la semana pasada, la denuncia derivada de aquel mismo día, los motivos, etc. Preguntaba, pero el perroflauta motorizado sobre todo percibió que ante todo le reconvenía y le advertía. De hecho, le comunicó que iba a informar a “sus superiores” del hecho e iba a consultarles la legalidad o ilegalidad de que el perroflauta motorizado estuviese allí. La semana siguiente le comunicaría las órdenes recibidas y si podría permanecer allí o irse, por ejemplo, con el cartel ”unos cincuenta metros” del portal. El perroflauta motorizado ha dado las gracias por la información y por el tono y el clima de la conversación, a la vez que le ha informado de que, sean cuales fueren las órdenes que el policía pudiere recibir, él no se iba a mover de allí. Preguntado también sobre hasta qué hora iba a permanecer allí, el perroflauta motorizado ha informado de que seguramente, a partir de la fecha, estaría hasta las 13 horas, pues las condiciones climáticas y meteorológicas así lo aconsejaban para evitar el frío en cierta medida. Se han despedido educada y cortésmente. 

Una mujer pide cada mañana a los viandantes de la calle Alfonso comida; no dinero, no; solo comida. Lleva un brazo en cabestrillo, viste normalmente y su físico ha sucumbido bastante al deterioro. Al final de la mañana suele volver con alguna barra de pan y alguna bolsa con viandas que alguna persona le habrá comprado. Regularmente, se pone frente al perroflauta motorizado, y le pregunta qué tal está y qué tal ha ido el día, a la vez que el perroflauta motorizado se interesa igualmente por  ella. Ayer ella  le pidió permiso para darle dos besos. Fueron dos besos extraños, que le llegaron al perroflauta motorizado a recovecos recónditos de su alma. Aquellos besos fueron el mejor regalo que el perroflauta motorizado recibió ayer. Aún los lleva consigo.
Hoy Noemí ha estado en el portal con el perroflauta motorizado desde poco después de la entrevista del perroflauta motorizado con el policía. Marisol ha venido con espléndidas noticias sobre Irene. Al final de la mañana, Paquita también ha estado allí. Cuando nos íbamos, Noé ha tenido tiempo aún de saludarnos.
Hoy, a las 12, en lugar del Bendita y Alabada de cada mediodía, el perroflauta motorizado ha escuchado que salía desde las entrañas mismas de la ciudad el mensaje de que nunca estás solo, que aguantes, que cuentes siempre con los amigos, que puede que estés pasándolo mal (todos lo pasan a veces mal), pero que hay que seguir, a pesar de los pesares, apoyado en lo que encuentres, pero seguir, siempre, seguir. ¡Ánimo, Ana! Todo parecía indicar que cantaba R.E.M.

Hasta mañana

Un frasco de jarabe, de un solo trago


Publicado hoy en El Periódico de Aragón
Hace bastantes años, un hombre bonachón llamado Dionisio se tomaba de un trago medio frasco del jarabe que le había recetado el médico por un simple catarro, aduciendo que si una cucharadita tres veces al día cura, cuánto más curará un buen trago de jarabe de una sola vez. Los últimos acontecimientos en materia educativa (huelga y manifestaciones masivas el pasado día 24) me recuerdan un poco el dudoso proceder de Dionisio.
El 24 de octubre fue una jornada magnífica donde cientos de miles de personas pusieron de manifiesto en todo el país su repulsa de la LOMCE, de tanto recorte y del criminal abandono de los derechos educativos de las clases populares en beneficio de los intereses del poder, así como su reivindicación incondicional de la educación pública, laica y de calidad. Sin embargo, llegó el día 25 y surgió con fuerza y con crudeza la pregunta de qué iba a pasar a partir de entonces con todas esas reivindicaciones.
El 24 de octubre era un medio, no un fin. Un medio para tumbar la ley Wert, para demostrar que el pueblo no quiere la educación multisecular habida en España para una minoría a costa de la ignorancia de la mayoría. Wert, su ley y su miope visión de la educación deben irse al carajo, dimitir, no dañar más el derecho fundamental de educar y ser educado bien. Pero en España no dimite ni dios, mucho menos el ministro Wert o la Consejera aragonesa de Educación, Dolores Serrat. En España se sirve en bandeja de plata colegios y universidades privadas (a ser posible, católicos y pagados por todos) para estratos sociales cuyo acceso está vedado a la mayoría.
El 24 de octubre representó un medio más para conseguir todos estos objetivos, pero el día 25, día 26, día 27, día 28… también existen. En las primeras semanas de septiembre comenzó el curso bajo las directrices de Wert y Serrat, basadas en la tan denostada LOMCE, y nada pasó: el curso escolar empezó y transcurrió hasta el día 23 en la misma plácida quietud de los cursos escolares anteriores. A partir del día 25, el curso escolar ha continuado transcurriendo en la misma calma chicha, con el riesgo consiguiente de que el día 24 haya sido solo uno de esos  gloriosos tragos de Dionisio que dejaba temblando el frasco de jarabe, pensando que así todo se solucionaba en un solo día y de un plumazo.
El poder nunca ha regalado nada a  no ser que el pueblo se lo haya arrebatado invocando sus derechos y su necesidad de sobrevivencia. O intimidamos al poder o todo será inútil. Es el único lenguaje que parecen entender: ceder en algo para no perderlo todo. El poder no se rinde mediante la violencia (está deseando ver violencia, para reprimirla con saña, pues es el poseedor de las pistolas, las porras, los cañones y los aviones). Desde la noviolencia hay que rendir al poder. Día a día. Día tras día. El 23 y el 24 y el 25 de octubre. Del 1 al 31 de todos los meses de todos los años.  Hay que demostrar que no tenemos miedo y que la razón nos asiste. No queremos que nos den nada, que nos concedan nada, pues solo reclamamos lo que nos pertenece. Recurramos día a día, día tras día, a la noviolencia para violentar de raíz la voluntad del poderoso. Desobediencia civil. Oposición directa a los planes del poderoso desde las entrañas mismas del sistema. Nos debe temer. Debe quedar convencido de que o cede o perderá aún más. O así lo hacemos o la ley Wert y la Reforma Laboral y la Reforma de las Pensiones… permanecerán.
Somos muchos, somos millones, pero necesitamos organizarnos, formar  un solo cuerpo para una sola acción contundente, permanente. Esa es la labor esencial de los sindicatos. No es casual que ya a comienzos de la revolución industrial estuviera prohibido y fuese calificado como delito penal que los trabajadores se constituyeran en asociaciones. Nunca deben olvidar los sindicatos el origen de su propio nombre: todo aquello relacionado con (syn) la justicia y la defensa del ciudadano y la comunidad (dike). A pesar de la molicie y la escasez de miras de algunos de sus dirigentes, las plataformas, sindicatos y organizaciones en defensa de la educación pública deben concebir, organizar y encabezar la lucha diaria contra la LOMCE y  los recortes en materia educativa, así como reivindicar diariamente sin descanso y sin tregua a pie de calle una educación pública, universal, laica y de calidad.
Queremos y necesitamos unos sindicatos fuertes y combativos, una vez que retornen a sus señas de identidad originarias. Lo que no necesitamos son dirigentes que ofrezcan a la ciudadanía y a la clase trabajadora un magnífico trago de medicina en un solo día, para salvar la cara ante la opinión pública y sestear después en los despachos de sus céntricas y grandes sedes sindicales.



martes, 29 de octubre de 2013

El nacionalcatolicismo ya puede hacer también Bachillerato


Bien, lo han conseguido. El nacionalcatolicismo va recobrando todo su poder. A los obispos les queda solo un paso hasta lograr el logro máximo, su aspiración perpetua, el agustinismo político: la teocracia se hace poder, y el orden natural de las cosas se subordina obedientemente al orden sobrenatural, regido por los representantes de su dios en la tierra: los obispos.
Ya tenemos asignatura de religión hasta en el Bachillerato de la red pública de enseñanza (al parecer, se trataba de un “fleco importantísimo” que añadir a la LOMCE del PP y Wert). El sapo Iscariote hoy redivivo, Martínez Camino, bramaba hace unos días porque el actual Gobierno de amigos de toda la vida no había acabado de satisfacer sus demandas y afirmaba públicamente que las relaciones Iglesia-Estado eran mejores con el anterior Gobierno socialista (cosa harto difícil, pero no imposible de superar). Falta la Formación del Espíritu Nacional y extender el dúo religión-FEN por todo el Imperio hacia dios: Franco, ZP, Rajoy y el que venga han gobernando y gobernarán en cualesquiera de los casos por la gracia de dios.
Nos robaron el Humanismo y el Renacimiento. Expulsaron a judíos y sarracenos. A golpe de inquisidores y hogueras, han ido declarando herejes y enemigos de dios y de España a protestantes, liberales, masones, anarquistas, comunistas, socialistas y a  miles de pensadores, escritores, científicos y artistas. Arrasan con las culturas de cuantas pueblos americanos encuentra su paso, y las arrasan por completo, en nombre de su único dios verdadero.  Prohibieron lo que ignoraban siglo tras siglo: Ilustración, Racionalismo, Empirismo, heliocentrismo, evolucionismo, y plasmaron todo en uno de los más vergonzantes documentos de la historia y uno de los mayores monumentos a la estupidez humana: el Syllabus complectens praecipuos nostrae aetatis errores (Listado recopilatorio de los principales errores de nuestro tiempo), publicado por el Papa Pío IX en 1864. Entre otras perlas, son condenados la libertad de pensamiento, la separación de iglesia y estado, el panteísmo, el naturalismo, el racionalismo, el indiferentismo, la incompatibilidad entre la fe y la razón, el no sometimiento de la inteligencia al magisterio de la Iglesia, la no subordinación del Estado a la moral y la existencia de derechos naturales anteriores al Estado e independientes del mismo. Por otro lado, afirma que la religión católica debe ser la religión de Estado y condenan la libertad de culto, pensamiento, imprenta y conciencia.
En nombre y por gracia de estos delincuentes culturales, ahora la religión, ya introducida hasta la arcada en la educación pública, llega también al Bachillerato. No alcanzo a imaginar qué pueden enseñar los supuestos “profesores” de religión, designados año a año por el obispo de cada localidad, durante los trece años escolares de un/a muchacho/a. Cada vez tienen menos clientela: cada año asisten menos alumnos a sus clases, y en cada tramo de edad el alumnado dice más nones a la asignatura de religión (la asignatura de religión es elegida en los centros públicos por el 66,62% de los alumnos de primaria, el 39% en secundaria y el 23,3% en bachillerato). Ahora los sapos iscariotes la hacen de obligatoria presencia en toda la Primaria y Secundaria Obligatoria y Bachillerato, computable para becas, de igual rango que las materias troncales…
EL Senado (quousque tandem?) confirma y avala las peticiones episcopales. La derechona ultraceltibérica e hispanovisigótica, de un solo golpe, introduce bajo palio toda la caspa de clérigos, reyes, nobles, obispos y vencedores/cortadores de cabezas de infieles. ¿Esto es lo que votaron los españoles que dieron la mayoría absoluta al PP?
Apelan los obispos y los adeptos a la reforma Wert que todo es acorde con los Acuerdos entre el Estado Español y el Estado del Vaticano (no aluden al Concordato de 1953, de tiempos del dictador Franco, por bochornoso, jamás derogado). Y nadie parece responder, mucho menos protestar, cuando tanto el Concordato como los Acuerdos, además de incluir cláusulas netamente inconstitucionales, deberían ser derogados (ni UCD ni PSOE ni PP, desde 1978, han hecho el mínimo ademán para ponerlos en cuestión, para n irritar a los obispos y a sus orantes y vociferantes huestes).
Aquí y ahora quiero reclamar con todas mis fuerzas un Estado español laico y aconfesional.




Diario de un perroflauta motorizado, 109


El frío ha entrado en la calle Alfonso y en toda la ciudad, alfombrada por una infinidad de hojas amarillas, sin vida. El cierzo se hace oír y sentir.
 Hace algún tiempo me escribió Fernando, médico de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), padrino del perroflauta motorizado (fue él quien así lo llamó por primera vez) y sobre todo amigo. Me recordaba que estaba pendiente el artículo que gustosamente escribo para cada número de la Revista DMD. “Tu carta”, le respondí, “me ha movido a una sola sonrisa que ha durado de principio a fin de su lectura”. Y añadí algo muy sincero: “Os admiro mucho a toda las personas cercanas, cordiales y entregadas que integráis DMD en Madrid. Me siento en familia con y entre vosotros”.

Horas antes, mi salud se había resentido de nuevo por dolores fuertes y crónicos, y le conté: Por lo demás, sobreviviendo. Temo la llegada del invierno y me pregunto si resistirán mis arterias en mis horas ‘perroflautiles’. Pero todo se andará. Ahora, intento continuar esta carta con una medio sobredosis de Zaldiar y Lyrica para que el dolor llame más quedo a mi puerta. Si llega el Fentanilo, se acaba la consciencia y llega el dormitar y el sopor. Un fuerte abrazo, Fernando. Pronto recibiréis ese artículo” (así lo hice al día siguiente).
Alguna vez se dan casualidades: aquella misma noche me llamó mi hermano Guillermo y sacó a colación su preocupación por lo que podría suceder en los fríos días de invierno de Zaragoza. A los pocos minutos, fue mi hija Bego quien me habló del mismo tema. Están alertas con razón: son ya un ictus cerebral, un infarto de miocardio y dos anginas de pecho, aneurisma en la aorta, enfermedad de Bürger, varias amputaciones y más de una decena de visitas al quirófano. A la mañana siguiente, recibí el siguiente email de Fernando:
 “Mi muy querido Antonio, me entristece tu sufrimiento. No al estilo profesional (aunque en mi caso me he esforzado -y creo que conseguido- que profesional no signifique distante) sino de amigo a amigo. De amigo que acompaña desde la distancia (física) al amigo que sufre y se conduele con él. Me admira -y avergüenza- que en medio de todo te preocupe cómo llevarán tus arterias los fríos en la puerta de la consejera ¿es que acaso has decidido morir con las botas puestas?; para mí que no hay razón (ni razones) para mantener tú la protesta/testimonio en condiciones meteorológicas adversas. Vives en Zaragoza, tío, no en Almería. Si hemos de perderte, no te hagas la idea de que nos consolaría en algo el que hubiera sido dando caña como perroflauta motorizado. No estás atado a tu compromiso más allá de lo razonable. Yo diría -y no seré el único- que ya has cumplido por encima de lo que la coherencia y el compromiso exigen. Si podemos -si puedes- tenerte entre nosotros más allá del invierno Zaragozano, mejor que mejor. Tienes mucho que enseñarnos a muchos; a mí el primero. Cuando decidas que no puedes más, compartiré, acompañaré, ayudaré... tanto como quieras. Hoy me permito darte un consejo desde la más profunda comprensión: busca el momento para levantar el campamento, toma tu perro, tu flauta, tu moto, despídete del limpiabotas, de los polis, escribe un broche de oro en el blog, elige una música para despedidas (se me ocurre el Adagio para cuerdas de Barber; no hay otra mejor para despedirse, a mi juicio) y retírate a tus cuarteles de invierno. Con fentanilo o sin él tu cabeza, con ser inmensa, no supera a tu corazón.
Te quiero y te queremos. Bien lo sabes
¡Ánimo, hermano!”

Como no voy a despedirme por el momento de nadie  ni de nada, tampoco de la Consejera y su portal, como se vive una vez y sería una lástima echar a perder la vida que me resta, como, por el contrario, quiero aprovechar y degustar cada uno de los colores, sabores, contactos y sonidos de cada instante de la vida, decido libre, consciente y responsablemente quedarme invierno y verano en el portal de la Consejera, desde mi personal convicción de que otro mundo es posible.
Mejor entonces mandar a Fernando y a tod@s vosotr@s un abrazo muy fuerte, acompañado de otra música, igualmente entrañable, una Re-composición de Max Richter de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, Invierno 1 (el Adagio de Barber ya juega y vive desde hace unos días en este mismo Diario):


Hoy han venido much@s personas al portal de la Consejera. Aquí están algunas de ellas fotografiadas:





 Hasta mañana


lunes, 28 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 108


O sea, nace el 6”, me dice Juan de Mairena nada más salir de casa. Asiento con la cabeza. El 6 de noviembre nacerá finalmente un bebé, que me hará abuelo. Por eso no podré estar en el portal de la Consejera del 5 al 7.
Yo no tuve hijos, Antonio”, prosigue Mairena, “me hubiera gustado, pero a mi creador y maestro Antonio Machado no le dio por ahí. Me limité a ser maestro. Y cada muchacho y cada muchacha que se sentaban en un pupitre cada curso eran de algún modo una invitación para tratarlos y quererlos como hij@s. No pretendía enseñarles nada, y me aplicaba sobre todo a sacudir la inercia de sus almas, a arar en el barbecho empedernido de su pensamiento, a sembrar inquietudes. Y también a quererlos…”.
Llegábamos a la calle Alfonso cuando me percaté de que la mirada de Mairena se perdía entre las baldosas del suelo y su voz sonaba temblorosa, aunque él tratara de disimularlo carraspeando intermitentemente la garganta. Mairena tenía muchas ganas de hablar, de desahogarse consigo mismo, de que yo le prestara una atención que para él seguramente era señal de amigable cercanía. Permanecí, pues, callado, emitiendo solo de vez en cuando algunos monosílabos para animarle a seguir expresando sus pensamientos. Y así continuó hablando Mairena:
Solo se enseña al niño, porque siempre es niño el capaz de aprender, aunque tenga más años que un palmar. Por eso quien va de maduro y adulto se resiste a aprender, a veces ni siquiera accede a escuchar.  Esto asentado, yo te pregunto, Antonio: ¿cómo puede un maestro enseñar, educar, conducir al niño sin hacerse algo niño a su vez y sin acabar profesando un saber algo “infantilizado”? Porque es el niño quien en parte hace al maestro. Y el saber hecho carne de niño y la conducta infantil del sabio constituyen dos ejes fundamentales en la maravillosa acción de aprender/enseñar. Los niños se aburren a mares en la escuela porque hay pocos niños entre sus maestros, como tampoco hay muchos padres que se decidan a ser niños con sus hijos. Sí, Antonio, los maestros y las maestras hemos de comprender como niños lo que pretendemos que los niños comprendan. Su propio aburrimiento y su propia curiosidad nos revelan que casi todo lo que ellos no pueden comprender apenas si merece ser enseñado, y, sobre todo, que cuando no acertamos a enseñarlo es porque nosotros no lo sabemos bien todavía”.
Yo estaba hacía rato en el portal de la Consejera aragonesa de Educación, pasando el cartel de una mano a otra para dejarlas descansar intermitentemente. Mi amigo Primo había pasado buena parte de la mañana con el perroflauta motorizado, y confirmó las palabras de Mairena. “Ser abuelo es completamente diferente a ser padre. Ser abuelo es igualmente algo grandioso: se da y se recibe básicamente amor”, remachó Primo.
Una adolescente japonesa se acercó hasta allí y me saludó bajando levemente su cabeza y sus hombros. “Hola, perroflauta motorizado”, dijo, “mi nombre es Aika Dan, y me ha gustado tanto lo que ha estado diciendo Juan de Mairena que me gustaría ahora interpretar al piano las Variaciones de Mozart sobre una canción infantil francesa, que es muy conocida. Esa pieza es como el constante y multicolor juego de los niños: por eso la quiero tocar ahora para ti y para tu nieto y para todos los niños y niñas del mundo”. Y sin mediar más palabras, tocó:

Juan de Mairena apoyaba su cabeza sobre mi hombro izquierdo y dormía plácidamente.

La letra de esa canción infantil francesa dice:
Ah ! Vous dirai-je Maman
Ce qui cause mon tourment ?
Papa veut que je raisonne
Comme une grande personne
Moi je dis que les bonbons
Valent mieux que la raison.

que, traducida, más o menos, viene a decir:
Ah, ¿le diré, mamá,
Lo que causa mi tormento?
Papá quiere que razone
Como una persona mayor.
Yo digo que los caramelos
Valen más que la razón.

Hasta mañana

Sobre algunas asociaciones de víctimas del terrorismo


Una parte considerable de las víctimas del terrorismo (principalmente la asociación AVT) se ha decantado desde sus inicios por quedarse bajo la sombra de las posiciones más conservadoras del país, decantarse netamente por partidos políticos como el PP y arremeter visceralmente contra todo lo que pudiere sonar a socialismo o a izquierda. Cuando el PSOE está catatónico (ahora lo está), la AVT señala entonces al juez español que integra el Tribunal de Derechos Humanos de la UE. Y a gritar y a condenar.
Algunas asociaciones de víctimas del terrorismo deberían haberse granjeado las simpatías abiertas de toda la sociedad española, con independencia de las ideologías y las adscripciones de los ciudadanas y ciudadanos. Sin embargo, han ido configurando, a base de paraguazos, insultos, consignas y gritos, una identidad social (ante la opinión pública) controvertida y montaraz.
Ayer, domingo, 27 de octubre, volvieron a verse las mismas escenas, esta vez con la charlotada añadida de algunos dirigente del PP que salieron a pescar y se encontraron en medio del río revuelto del cabreo indiscriminado de a quienes tanto habían adulado en otros tiempos.
Eché en falta ayer, sigo echando en falta desde hace años, lo único que me conmovería profundamente: su dolor digno, su dignidad dolorida.
Los obispos celtibéricos, callados como muertos. Y es que están muertos: dejad que los muertos entierren a sus muertos.





domingo, 27 de octubre de 2013

El peluquín del obispo Ureña


Desde hace años existe un litigio entre eclesiásticos de dos diócesis católicas (Barbastro-Monzón y Lleida) sobre 113 antiguos objetos sacros que pertenecían a parroquias sitas en territorio aragonés y que ahora están en Cataluña. Entre tales bienes artísticos, algunos peritos destacan algunos frontales de altar, arquetas, pinturas, cuencos y tronos priorales. En resumidas cuentas, objetos que el pueblo aragonés costeó con sus diezmos e impuestos, pero que jamás han sido de su propiedad ni su interés. No obstante, los eclesiásticos ya han sacado al Gobierno aragonés (no entro en lo que respecta a Cataluña) un museo en la ciudad de Barbastro, que ha vuelto a pagar el pueblo aragonés, pero que es propiedad de los de siempre: la SICAR (Santa Iglesia Católica Apostólica Romana) en Aragón.
En Aragón hay alguna gente a la que, con toda su pasión y buena fe, ven chiribitas en cuanto oyen la palabra “aragonés”, sin querer darse cuenta de que los eclesiásticos llevan haciendo el timo del tocomocho desde hace muchos años con el cuento de los bienes artísticos denominados “de la Franja” (zona oriental de Aragón, colindante con Cataluña, y en su mayor parte de habla catalana). Los aragoneses tragaron ya en 2005 que fueran unos jueces eclesiásticos quienes dirimieran que las 113 obras pertenecían a la diócesis de Barbastro-Monzón (es decir, siempre propiedad de la SICAR, pero EN Aragón, aunque no DE Aragón). Los aragoneses de todo tipo y ralea aceptaron el fallo eclesiástico con alegría y alborozo (en su bolsillo tenían un enorme fajo de dinero… falso). En 2006, sin embargo, la Generalitat de Cataluña emitió una resolución que, limpia de polvo y paja, se pasaba la sentencia eclesiástica anterior por el arco de triunfo). La cosa se fue liando y liando, hasta que en 2009 el Gobierno aragonés presentaba una querella criminal, renunciando a la solución del procedimiento civil que se veía sin salida (a todo esto, y en todo este tira y afloja entre Aragón y Cataluña, los bienes seguían siendo exclusivamente de propiedad católica apostólica y romana). Incluso al año siguiente se convocó una manifestación en Zaragoza, mientras sobre las cabezas de los manifestantes flotaba el sagrado y patriótico equívoco de que bienes “aragoneses” no equivale en absoluto a bienes “DE Aragón”. Finalmente, hace poco más de un año, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Lérida dictó sentencia  que declaraba los 113 bienes “patrimonio cultural catalán”.
Pues bien, como el hombre es un animal que puede tropezar muchas veces en la misma piedra, a finales de octubre de 2013 no se le ocurre otra al Gobierno aragonés de Rudi y a la muy conocida por un perroflauta motorizado Consejera de Educación y Cultura, Serrat, que optar por instar la expropiación de los bienes religiosos de las parroquias de la Franja Oriental depositados en Lérida.  Algo así como la desamortización de Mendizábal pero solo sobre 113 piezas eclesiásticas. Y entonces el jerarca supremo de los católicos zaragozanos, Manuel Ureña, íntimo amigo del alcalde que el destino a veces depara velis-nolis, J. A. Belloch, no pierde un segundo en mostrar su desacuerdo con la propuesta, soltando un sonoro "ni hablar del peluquín".

No obstante, Ureña se aviene a que pueda haber peluquín si solo se trata de jabonear al Gobierno aragonés del que bien se nutren sus arcas, por lo que considera "explicable y loable" el interés de Rudi y sus acólitos. Pero al mismo tiempo nada quiere saber de ese peluquín ante la posibilidad de que la Administración civil se "posesione" de las piezas. Ya no sabe Ureña cómo explicarlo mejor: las 113 piezas son de la SICAR, solo de la SICAR y nada más que de la SICAR.  El obispo Ureña tiene claro que las piezas deben salir del obispado de Lleida y ser devueltas “a sus legítimos dueños”. O sea, por mucho que les pese a quienes el adjetivo “aragonés” tiene efectos análogos a un tripi, un sello o como se quiera llamarlo, los bienes de la Franja pertenecen a la SICAR.
Me sabe mal que el peluquín de Ureña contraríe a la Consejera de Educación y Cultura, Serrat, una Consejera tan cara para algún que otro perroflauta motorizado, la cual expuso la posibilidad de expropiar los bienes para ser propiedad de la Comunidad aragonesa. Pero es que no se debe jugar con las cosas de la SICAR. Supongamos que un día las 113 piezas aterrizan por fin en el museo que con el dinero público aragonés se ha construido en Barbastro. Ocurrirá entonces igual que con todas las demás iglesias, catedrales, palacios episcopales, museos, etc. etc. que han sido construidas o reparadas con el dinero de la ciudadanía: serán propiedad de SICAR y si queremos ver algo allí nos cobrarán una entrada, eso sí, religiosamente.
Y pobrecillos, además reciben el terreno regalado por los ayuntamientos para construir parroquias, siempre propiedad de la SICAR. Si quiero montar una tienda, un negocio o abrir algo nuevo en el barrio, a pagar lo que me digan, antes de que se me caiga el pelo (y sin un peluquín como el del obispo Ureña). Así las cosas, en el caso de abrir una parroquia, a poco que se descuide Ureña su amigo Belloch dirá la misa el día de su inauguración.
Personalmente, centrándome en la cuestión aludida por Ureña de los “legítimos dueños”, emplearé todas las energías y fuerzas que me restan de por vida a devolver a sus legítimos dueños los derechos fundamentales, cívicos, laborales y sociales de la ciudadanía que va demoliendo día a día el actual Gobierno, los 60.000 millones regalados a los bancos para tapar sus trampas y deudas, las fincas de la gente rica, aristócrata y ociosa que necesitan los braceros y los campesinos, los 11.000 millones, libres de impuestos, donados anualmente a la SICAR en los Presupuestos generales del Estado, etcétera, etcétera…
Amén.

sábado, 26 de octubre de 2013

TESORO; M. Vicent

El País, 13,10. 2013
Está amaneciendo. Es la hora de los pájaros. A los colegios e institutos llegan en bandadas niños y chavales cargados con sus mochilas. Ellos no lo saben, pero todos se dirigen a la isla del tesoro. Puede que ignoren dónde está ese mar y en qué consiste la travesía y qué clase de cofre repleto de monedas de oro les espera realmente. El patio del colegio se transforma, de repente, en un ruidoso embarcadero. Desde ese muelle lleno de mochilas cada alumno abordará su aula respectiva, que, si bien no lo parece, se trata de una nave lista para zarpar cada mañana. En el aula hay una pizarra encerada donde el profesor, que es el timonel de esta aventura, trazará todos los días el mapa de esa isla de la fortuna. Ciencias, matemáticas, historia, lengua, geografía: cada asignatura tiene un rumbo distinto y cada rumbo un enigma que habrá que descifrar. La travesía va a ser larga, azarosa, llena de escollos. Muchos de estos niños y chavales tripulantes nunca avistarán las palmeras, unos por escasez de medios, otros por falta de esfuerzo o mala suerte, pero nadie les puede negar el derecho a arribar felizmente a la isla que señalaron los mapas como final de la travesía. Ese mar está infestado de piratas, que tienen su santuario en la caverna del Gobierno. Todas las medidas que un Gobierno adopte contra el derecho de los estudiantes a realizar sus sueños, recortes en la educación, privilegios de clase, fanatismo religioso, serán equivalentes a las acciones brutales de aquellos corsarios que asaltaban las rutas de los navegantes intrépidos, los expoliaban y luego los arrojaban al mar. De aquellos pequeños expedicionarios que embarcaron hacia la isla del tesoro solo los más afortunados llegarán a buen término. Algunos soñarán con cambiar el mundo, otros se conformarán con llevar una vida a ras de la existencia. Cuando recién desembarcados pregunten dónde se halla el cofre del tesoro, el timonel les dirá: estaba ya en la mochila que cargabais al llegar por primera vez al colegio. El tesoro es todo lo que habéis aprendido, los libros que habéis leído, la cultura que hayáis adquirido. Ese tesoro, que lleváis con vosotros, no será detectado por ningún escáner, cruzará libremente todas las aduanas y fronteras, y tampoco ningún pirata os lo podrá nunca arrebatar.

viernes, 25 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 107


Día de maravillosa resaca. Acabó la huelga. Acabaron las manifestaciones. El día 25 sucede, implacable, al día D, hora H del día 24. Restan el orgullo de haber reivindicado con otros muchos miles de personas, codo con codo, la escuela pública, y haber manifestado con todas nuestras fuerzas nuestra oposición a tanto recorte, a tan criminal abandono de los derechos de las clases populares en beneficio de los intereses del poder.
Hoy el perroflauta motorizado ha visto a los mismos papás y mamás llevar a sus hij@s al colegio, a los mismos adolescentes, cargados de mochilas repletas de libros, camino del Instituto. Hoy la gente desfila por la calle Alfonso ante el perroflauta motorizado como si nada hubiese pasado. Casi todos los inquilinos del portal de la Consejera saludan al entrar y salir, pero Dolores Serrat guarda silencio ante las decenas de miles de ciudadan@s que quieren una educación digna para sus hij@s y sus niet@s. Cuando el poder considera que nos ponemos pesados mandan a sus policías a amedrentar, a que el miedo venza a las convicciones.
Día 25. ¿Y ahora, qué? El 24 era un medio, no un fin. Un medio para tumbar la LOMCE, para demostrar que el pueblo no quiere la educación multisecular habida en España para una minoría a costa de la ignorancia de la mayoría. En España no dimite ni dios, mucho menos Wert o Serrat. En España se sirve en bandeja de plata colegios privados y universidades privadas (a ser posible, católicos, y siempre pagados por tod@s)  para estratos sociales cuyo acceso está vedado a la mayoría.
Día 25, día 26, día 27, día 28, día… El poder nunca ha regalado nada, repasemos la historia, a  no ser que el pueblo se lo haya arrebatado invocando sus derechos. O atemorizamos al poder o todo será inútil. El poder no se rinde mediante la violencia (está deseando ver violencia, para reprimirla con saña, pues es el poseedor de las pistolas, los cañones y los aviones). Desde la noviolencia hay que rendir al poder. Día a día. Día tras día. Hay que demostrar que no tenemos miedo y que la razón nos asiste. No queremos que nos den nada, que nos concedan nada, pues solo reclamamos nuestros derechos. Acudamos día a día, día tras día, a la noviolencia para violentar la voluntad del poderoso. Desobediencia civil. Oposición directa a los planes del poderoso desde las entrañas mismas del sistema. Nos debe temer. Debe quedar convencido de que o cede o perderá aún más. O así lo hacemos o la ley Wert y la Reforma Laboral y la Reforma de las Pensiones… permanecerán.
No estamos solos. Somos muchos. Somos millones. Ayer como final de la jornada el perroflauta motorizado fue al teatro (Sigue la tormenta, de Enzo Cormann, dirigida por Cristina Yáñez) con Marga, Marisol, Pedro, Paquita y Noemí. No tenía combinación de ida que salvaguardase la duración de la batería de su silla a la vuelta, ya de noche cerrada), y tomó un taxi. Al final del trayecto, el taxista no le quiso cobrar. “Ya está usted haciendo bastante cada día por todos nosotros”, le dijo una y otra vez el taxista. La zaragozana plaza del Portillo se iluminó súbitamente entonces aquel atardecer. Y el perroflauta motorizado puso rumbo al Teatro de la Estación emocionado, casi conmocionado.
Hoy una chica joven (ha dicho que era estudiante) se ha acercado al portal para dar cincuenta céntimos (creía que estábamos pidiendo). Cincuenta céntimos es a veces toda una fortuna. El perroflauta motorizado se ha sentido muy afortunado. 

At last my love has come along/ My lonely days are over/ And life is like a song…

Víctor, Maribel y sobre todo el filósofo Adrián, acompañado de una cohorte de cínicos, han estado acompañando al perroflauta motorizado. 

Hoy acaba la 21ª semana. 105 días, 210 horas en el portal de la Consejera. Hasta el próximo día.

jueves, 24 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 106

Día de huelga indefinida contra la LOMCE y contra los recortes en educación. El perroflauta motorizado estaba ya a las 9,10 de la mañana en el portal de la Consejera aragonesa de Educación. No la ha visto en toda la mañana, como tampoco ha aparecido la policía. Paradojas del portal y del “perroflauteo”: un día a punto de ir al calabozo y el siguiente, el plácido desierto.
Ayer, centenares de mensajes de apoyo en Twitter y Facebok. Hoy, lo mismo. Juan de Mairena, tan poco ducho en materias informáticas, no sabe cómo responder a tod@s. El perroflauta motorizado da las gracias a tod@s de corazón.
Ayer, también muchas llamadas preocupadas por lo que había pasado. Hoy, más llamadas y mensajes de interés, apoyo y preocupación por lo que podría pasar. ¡Gracias a tod@s!
A las nueve y media Marisol y Marga ya estaban en el portal junto al perroflauta motorizado. Después han ido viniendo amig@s, compañer@s y gente que quería comentar o preguntar por lo de ayer. Después han ido marchándose a la plaza san Francisco de donde partía una manifestación masiva hasta la Consejería de Educación, que al parecer ha estado detenida durante mucho tiempo a causa de la detención de dos estudiantes en la Ciudad Universitaria. Marga y el perroflauta motorizado se han quedado permanentemente en el portal de la Consejera, viendo desfilar a bastante gente con camiseta verde por la calle Alfonso hacia la manifestación. 







Hoy el perroflauta motorizado no ha tenido música. Todos los compositores e intérpretes se han ido a la manifestación. Hoy el perroflauta motorizado ha tenido pocas ocasiones de pensar para si mismo, pues ha estado siempre rodeado de gente. Marx y Nietzsche parecían especialmente contentos yendo y viniendo calle Alfonso-plaza san Francisco una y otra vez. El corazón del perroflauta motorizado también estaba en esa plaza y a lo largo de todo el trayecto hasta la Consejería de Educación.
El perroflauta motorizado sigue preguntándose una y otra vez qué va a pasar con la lucha contra la LOMCE y por una Escuela Pública laica y de calidad una vez que pase hoy, día de la huelga general y día de movilizaciones. Mañana, él estará allí, en el portal de la Consejera. Y la esperanza y la indignación de much@s, de tod@s l@s que hoy han salido a la calle a manifestar su anhelo de otro mundo más justo, igualitario y libre seguirán latiendo a la espera de que entre tod@s lo hagamos realidad.
Hasta mañana.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 105

La  mañana transcurría tranquila: gente que se ha hecho fotos una y otra vez (no las pongo por los acontecimientos venideros), Jimmy se ha comprado una camiseta verde, y el perroflauta motorizado ha recibido un hermoso regalo de Paquita y Noemí para su futur@ niet@. Se me ha hecho un nudo en la garganta de la emoción.
Acababa la jornada matutina, cuando han venido. Primero una furgoneta, después otro furgón de la policía. Éramos cinco: Paquita, Noemí, Víctor, Marisol y Antonio. Nos han pedido la identificación y han comunicado que debíamos desalojar la zona (el portal de la Consejera). Marisol y Antonio se han negado en redondo y se han quedado donde estaban. Cinco policías (los demás estarían dentro de los vehículos) alrededor de cinco personas pacíficas que se limitaban a portar sendos carteles. El policía interlocutor hablaba mucho y escuchaba poco y mal. Se esforzaba en mostrar calma y dominio de la situación, pero me dio la impresión de estar nervioso.

Han tardado un buen rato en volver a hablar con nosotros. Tras recibir las órdenes oportunas, nos han comunicado que no solo deberíamos desalojar, sino también dejar de exhibir los carteles (unos carteles que llevamos exhibiendo desde hace cinco meses y una semana en un lugar ocupado durante ese mismo tiempo y del que ahora nos querían desalojar). Ante semejantes muestras de irracionalidad, Marisol y yo nos hemos negado a ambas cosas.
El policía interlocutor ha apelado entonces a nuestra sensatez, madurez y buen juicio, pues las consecuencias de nuestra decisión iban a ser graves. Al ratificarnos en nuestra postura, ha extendido una hoja de denuncia “por negarnos a desalojar el portal de la vivienda de la Consejera de Educación al requerimiento de los agentes”. Nos hemos negado a firmar la denuncia y nos ha entregado una copia rosa en la que apenas se puede leer nada. En unas fechas llegará a nuestros domicilios la carta certificada donde se nos comunica la sanción.
Dicho lo cual, nos ha comunicado que quedábamos a la espera de la llegada de un jefe superior que nos comunicaría no sé qué y nos llevaría al calabozo.

           



Se ha congregado mucha gente alrededor. La mayoría no podía creer lo que estaba viendo. Gracias sobre todo a Josefina Musulén, han empezado a llegar responsables de su Partido (CHA) sobre todo en el Ayuntamiento  y también de Izquierda Unida. La abogada de CHA nos ha ofrecido sus servicios jurídico-legales gratis en cuanto nos llegue la carta. Mención especial merecen muchos estudiantes con sus camisetas verdes que han ido sentándose en el suelo o de pie alrededor. Hemos hablado, nos hemos animado y han aplaudido ellos y ellas y la gente que andaba por allí. Me ha producido una gran alegría volver a ver a Óscar, hijo de Josefina, responsables de las Juventudes de CHA y al que tuve el placer de dar clase de ética y filosofía en un Instituto. 

Asombrosamente, con bastantes personas aún alrededor, se me ha ocurrido preguntar a uno de los policías cuándo iba a venir ese jefazo que nos iba a enchironar. “No sé, yo he venido hace poco”, ha respondido. Y en plan de broma, le digo qué pasaría si me voy. “Nada”, contesta. “¿O sea, que podemos irnos cuando queramos?”. “Sí, claro”, vuelve a responder el policía.
Eran ya pasadas las 14,30. Y nos fuimos cada un@ adonde debía. Contentos y satisfechos porque habíamos hecho y sido lo que debíamos hacer y ser.

Hasta mañana, el portal de la Consejera, a las 9,30 de la mañana.