lunes, 30 de enero de 2012

Pilar Bardem se ha quedado sin calle


 Publicado hoy en Izquierda Digital
 
Pilar Bardem se ha quedado sin calle en Sevilla, aunque parece que a ella le tiene bastante sin cuidado. El ayuntamiento sevillano, con su alcalde Juan Ignacio Zoido a la cabeza (PP), tiene buena memoria y no podía consentir que esa mujer izquierdosa, asidua de manifestaciones políticamente incorrectas, diese nombre a una calle de la ciudad.
Nada más tomar posesión, el señor Zoido proclamó que iba a gobernar la ciudad con la Constitución y la Biblia en la mano, como si tuvieran algo que ver entre si el culo y las témporas. Pero a esta gente de la derechona le va la marcha, se siente nostálgica y quizá hasta piensa en sus adentros que sus ancestros estarían orgullosos y que por algo los suyos ganaron la guerra.
Ahora la calle se llamará Nuestra Señora de las Mercedes, del mismo modo que antes de que la usurpase y rapiñase la señora Bardem ostentaba el nombre de general Merry, desaparecido del callejero sevillano por mor de la execrable y antipatriótica Memoria Histórica. Merry hijo era un teniente general franquista y Merry padre un estrecho colaborador de un famoso y temido carnicero general sevillano llamado Queipo de Llano.
El alcalde Zoido, demócrata de toda la vida, quería que la calle Pilar Bardem pasara a llamarse Antonio Burgos, periodista, escritor, inmovilista, proclive a conservar lo que hubiere, descalificador de mujeres progresistas, homófobo, antisocialista, anticatalán, misógino sin par. Pero Zoido, sensible al parecer de la ciudadanía, hizo aún más caso a la hermandad de Santa Genoveva, y se ha inclinado finalmente por la Virgen de las Mercedes. La calle se llamará calle de Nuestra Señora de las Mercedes. Amén.
Da la casualidad que la iglesia se llama “de santa Genoveva” en memoria de la esposa homónima de Queipo de Llano. Allí se custodia la imagen de la Virgen de las Mercedes, nombre de la madre del general Queipo de Llano. Como guinda del pastel, el escudo de la hermandad es el águila de Juan Evangelista, que para algunos malpensados se parece como una gota de agua a otra al águila franquista. El círculo se ha cerrado felizmente: alcalde, consistorio, hermandades, devotos, nostálgicos, golpistas in rectore, ciudadanos de bien de toda la vida, y un largo etcétera más descansan ya en paz. Y la arrabalera esa de la Bardem ya no tiene calle. Aleluya.
Triunfante y gloriosa, reina sobre la calle la Virgen de las Mercedes. Determinadas culturas hispano visigóticas abrazan con fervor las tradiciones semíticas de la virginidad (generosamente encarnadas en el judeocristianismo y el islamismo). Es sorprendente la importancia que desde esas religiones se otorga al himen, eufemísticamente “la flor”, un cúmulo de tejidos conjuntivos muy vascularizados y recubiertos de mucosa. Solo vale la mujer “intacta”, a disposición exclusiva del varón elegido entre una sociedad de varones. La mujer “desflorada” fuera de la ley de los varones está fuera de la ley e incluso puede ser lapidada hasta la muerte.
El judeocristianismo, religión misógina configurada por varones misóginos (como botones de muestra, Pablo de Tarso y Agustín de Hipona), ha conservado hasta la última gota esa himenlatría y esa sexofobia. Varones célibes han llenado cada pueblo, cada iglesia, cada localidad, cada país de su correspondiente virgen, dedicada durante unos cuantos siglos de superchería, ignorancia y oscurantismo a aparecerse a pastorcitos, labriegos y ejércitos a punto de ser derrotados por el infiel.
En el colmo del paroxismo imaginativo, convirtieron en dogma de fe que la mujer originaria, la madre de su dios encarnado, concibió y parió a su hijo sin perder “la flor”. En sus exiguos esquemas reprimidos y represivos, pensaban que así otorgaban a aquella mujer la más excelsa y preclara de las virtudes femeninas: la conservación de su himen. Los incas americanos, en cambio, consideraban que la pérdida del himen por parte de una mujer era signo de que era una mujer deseable y deseada. El dogma de la virginidad de la madre de Jesús de Nazaret les resultaría incomprensible y una degradación para aquella mujer. En el otro extremo de la sinrazón, en algunas culturas africanas proceden a la ablación del clítoris y al cierre vaginal de las niñas de 2 a 8 años de edad, hasta que la curandera abre con un cuchillo la vulva inmediatamente después del matrimonio y antes de que el marido la penetre por primera vez.
El Concilio cristiano-católico de Letrán (año 649) se encargo de consagrar definitivamente esta himenlatría:  Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y según verdad por madre de Dios a la santa y siempre Virgen María, como quiera que concibió en los últimos tiempos sin semen por obra del Espíritu Santo al mismo Dios Verbo propia y verdaderamente, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendró, permaneciendo ella, aun después del parto, en su virginidad indisoluble, sea condenado”. En otras palabras, un párrafo que merece formar parte del récord Guinness de los despropósitos.
Pilar Bardem se queda sin calle. Que la Virgen (así, en mayúscula, mujer sin desflorar por antonomasia) haga la merced de conceder a los vecinos y viandantes de esa calle sus mercedes misericordiosas. Bien sabrá ella que así, de paso, se pondrán la mar de contentas la madre y la esposa de Queipo de Llano, amén de el propio Queipo de Llano y cuantos siguen manteniendo la sagrada tradición de que eso de que el Estado español es aconfesional y que ninguna confesión tiene carácter estatal (16.3 Constitución española) es el capricho de unos cuantos descreídos, ateos, masones y comunistas que se les escaparon por algún agujero de las tapias de los cementerios.


sábado, 28 de enero de 2012

Excelente documental sobre la estafa/crisis económica

Aquí está el enlace del estupendo y didáctico documental que la Sexta emitió ayer viernes 27 a una hora de máxima audiencia (de 21:30 a 22:30) en el programa titulado la sexta columna

http://www.lasexta.com/lasextaon/lasextacolumna/completos/yo_pago__tu_pagas_____quien_se_lo_lleva/574953/1
 
Son 45 minutos que se disfrutan íntegros. Habría que darle máxima difusión pues es un reportaje periodístico muy clarito y ameno a la vez (de hecho, cuesta interrumpir la proyección una vez iniciada). Y un hecho importante, la gente que ya todo el mundo identifica con Attac tiene un papel bien protagonista.

jueves, 26 de enero de 2012

¿La Dama de Hierro o la sirviente dócil al establishment británico?


Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España
¿Por qué la promoción a Margaret Thatcher ahora? Existe una percepción bastante generalizada en círculos conservadores de que lo que se necesita en estos momentos difíciles de crisis es un líder de un gobierno que se atreva a hacer los cambios necesarios, enfrentándose con grupos poderosos, responsables de la crisis. Entre éstos, se considera a los sindicatos como uno de los más culpables del elevado desempleo. En su supuesta “defensa egoísta” de sus propios intereses (atribuyéndoles una estrechez de miras al preocuparse exclusivamente de los trabajadores que ya tienen trabajo –los famosos “insiders”-), los sindicatos están dificultando la integración en el mercado de trabajo de los jóvenes, las mujeres y otros colectivos –conocidos como los “outsiders”-. Lo que se requiere –se nos dice- es que hay que debilitar a los sindicatos e implementar, entre otras medidas, la facilidad de despedir a los trabajadores con contrato fijo, haciendo más fácil que los “insiders” se conviertan en “outsiders”, lo cual, paradójicamente, facilitará -según ellos- el descenso del desempleo. En esta interpretación de los hechos, el elevado desempleo en España se atribuye al excesivo poder de los sindicatos con los cuales nadie se atreve. Lo que hace falta es alguien con bemoles que los ponga en cintura y, de paso, reduzca los derechos sociales y laborales adquiridos, desmontando el Estado del Bienestar pues, no sólo éste consume recursos que el país no tiene, sino que la disponibilidad de tantos beneficios sociales ablanda a la ciudadanía y le da excesiva seguridad, perdiendo su creatividad y actitud emprendedora. Se tiene que reducir la supuestamente excesiva protección social para fortalecer el espíritu emprendedor de la población. Competitividad y dinamismo tienen que sustituir a colaboración, solidaridad y seguridad.
Durante estos años de crisis hemos visto el dominio de este pensamiento en centros financieros, empresariales, mediáticos y políticos de países a los dos lados del Atlántico Norte. El deterioro de la situación económica que la aplicación de las políticas que derivan de este pensamiento conservador y neoliberal están creando, ha generado la llamada por parte de estos centros a una figura política (que solía llamarse Caudillo, y ahora se la define como “personalidad a quien no le tiemblen las manos”) para enfrentarse con los “poderosos”, como los sindicatos, los funcionarios públicos, las clases populares y una larga lista de sectores de la población que no se caracterizan precisamente por tener gran poder económico, financiero, mediático o político. En realidad, “valentía o machismo político” es atreverse a enfrentarse con los débiles, en representación de los poderosos.
Lo que la película no dice
Un ejemplo de este supuesto coraje político es la llamada Dama de Hierro, Margaret Thatcher, la figura política en Gran Bretaña que ha sido más dócil y servil hacia los grupos más poderosos de aquel país (desde la City, el centro financiero de aquel país, al gran mundo empresarial). Tal “líder” era un mero instrumento de tales poderes, realidad ocultada en la película “La Dama de Hierro”, (que idealiza tal figura hasta niveles hiperbólicos). Lejos de ser la figura anti-establishment británico como la película presenta, Margaret Thatcher fue un producto de tal establishment, promocionada por el mismo. Gran Bretaña (un país en el que viví durante varios años) es un país donde clase social adquiere una dimensión muy marcada en la vida cotidiana de la población. Tal establishment británico siempre se ha preocupado de la imagen que su instrumento político (el Partido Conservador) da cara a la población. La procedencia social de sus dirigentes da una imagen que preocupa al establishment. De ahí que, en un momento de gran agitación social, tal establishment necesitaba dirigentes que no procedieran de las clases dominantes, que rompieran esta imagen. Thatcher, hija de tenderos, y Major, hijo de un desempleado, fueron figuras elegidas para romper con aquella imagen que, a pesar de estos cambios, el Partido Conservador continúa teniendo (David Cameron es hijo de una familia con una gran fortuna).
Thatcher fue una figura promovida por el establishment con el objetivo de destruir a los sindicatos, cuyo grupo central y más radical, fue el sindicato de mineros. Redujo también la protección social, hasta tal punto, que la mortalidad en la mayoría de sectores populares (tal como ha documentado extensamente Richard G. Wilkinson en su libro Unhealthy Societies) creció durante su mandato, incluyendo las tasas de suicidio, homicidio, y alcoholismo, apareciendo de nuevo un problema que había desaparecido: el hambre, en especial entre los niños, y muy en particular en las regiones más pobres, como Yorkshire, Escocia, y el País de Gales (ver “The Iron Lady: the Margaret Thatcher Movie we don’t need”, de Laura Flanders. The Nation. 04.01.12). El film muestra a los sindicalistas como violentos, vociferadores e irracionales pero nunca explica porque las clases populares y los sindicatos se rebelaron contra las condiciones miserables que las políticas thatcherianas estaban imponiendo a la clase trabajadora de Gran Bretaña. Fue ella la que hizo famoso el dicho de que “creemos en la lucha de clases y venceremos”. Thatcher, como Reagan en EEUU, intentó crear una cultura en la que todas las víctimas del sistema darviniano que ella aspiraba a establecer, se sintieran responsables de su propia situación.
¿Thatcher como feminista?
Pero lo que alcanza niveles absurdos en la película es presentar a Margaret Thatcher como feminista, lo cual ha originado protestas generales en círculos feministas a los dos lados del Norte de América. Como ha indicado NOW (la mayor asociación feminista de EEUU), Thatcher fue la dirigente británica que recortó con mayor intensidad los derechos de las mujeres en Gran Bretaña. Su propio desprecio hacia las feministas y sus recortes en derechos laborales y sociales dañó extensamente a las mujeres británicas. Su profundo reaccionarismo la llevó también a apoyar a las dictaduras más reaccionarias existentes en el mundo, incluyendo la del General Pinochet, convirtiéndose en uno de sus máximos defensores. Y sus políticas neoliberales fueron la causa de la crisis que estamos viendo estos días en Europa.
Pero su cinismo llegó al extremo de crear una guerra (The Falklands War, la guerra de las Malvinas) para intentar recuperar su popularidad, punto que sí se reconoce en la película, y que sus promotores presentan como ejemplo de equilibrio en el análisis de tal figura. Pero tal presentación crítica (excepcional en la película) de Margaret Thatcher está muy poco desarrollada, pues no señala suficientemente el planteamiento oportunista en la programación de la guerra que Thatcher realizó, y que ha estado claramente documentado en los medios. Hoy, los establishments conservadores y neoliberales británicos, americanos o españoles, entre otros, añoran a la Sra. Thatcher, una de las figuras –como Ronald Reagan- más negativas y destructivas que ha existido en el siglo XX.
Una última nota. Ruego al lector que distribuya ampliamente este artículo.
Artículo publicado en El Plural.
www.navarro.org

miércoles, 25 de enero de 2012

Con un par...


A propósito del juicio contra Garzón....


Llovizna (¿o es lluvia ácida?)


Publicado hoy en El Periódico de Aragón

Llovizna sin parar. Lluvia menuda que cae blandamente y va calando hasta los huesos. La gente parece no necesitar paraguas. La llovizna debe de tener algún efecto anestésico, que paraliza y habitúa a seguir aguantando el agua que va desgastando la memoria del pasado y el deseo de abrirse paso en el futuro. Llovizna (¿o es lluvia ácida?).
Nadie parece saber cómo ha pasado, pero ahora es una rareza que la ciudadanía reclame, se levante o reivindique sus propios derechos. La llovizna parece ser sumamente persuasiva para que la gente se quede dormitando en alguna circunvolución de su cerebro, quejándose de casi todo, haciendo apenas nada.
La llovizna traspasa el cráneo y va grabando en el cerebro sagrados e intocables axiomas: lo privado funciona mejor que lo publico; lo público debe ser sistemáticamente recortado hasta su eliminación total; es preciso imponer un período de austeridad para paliar la época del derroche anterior, por lo que debe haber recortes en sanidad, educación y servicios sociales, y solo en ellos; los políticos han demostrado con creces su ineptitud y hay que dejar la solución de la crisis en manos de los que realmente saben, los tecnócratas de los dineros y las finanzas; cualquier traspié económico se debe a la herencia del Gobierno anterior; casi todos los inmigrantes o son unos delincuentes o vienen a quitar el dinero a los autóctonos…
No deja de ser una anécdota que el Secretario General Técnico de la Consejería aragonesa de Educación haya ordenado desalojar la sala de reuniones asignada a la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos de Aragón (FAPAR, que representa a más de 400 asociaciones de padres y madres), en beneficio de  la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (FECAPARAGON, con 73 AMPAs asociadas) hermana siamesa de la CONCAPA  (Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos, con 13 AMPAs asociadas). Obsérvese qué es lo que las diferencia e identifica y se estará en condiciones de detectar hacia qué lado se escoran desde hace meses la Consejería de Educación y la Administración aragonesa toda. Incluso ese Secretario General Técnico se ocupó y preocupó de cambiar la cerradura del local. ¿Por qué? Porque llovizna (¿o es lluvia ácida?), porque mandan los que consideran su deber de conciencia ayudar a lo privado, lo religioso, los valores imperiales y eternos.
La llovizna es especialista en meter miedo a la gente. Primero señala a los posibles enemigos de la sociedad, a todos aquellos que con sus costumbres, creencias y vestimentas no están acordes con las costumbres, creencias y vestimentas propias. Después, se empeñan en condensar esa pugna en términos religiosos: catolicismo/cristianismo versus islamismo y otros. A renglón seguido invitan a concluir que una educación sana, española, “de toda la vida”, que no conduzca al libertinaje de las drogas y la promiscuidad, que no baje el sacrosanto (falsario y mentiroso) nivel de la enseñanza, solo lo puede impartir la red privada de enseñanza (rica y/o católica). Por último, la llovizna (¿o es lluvia ácida?) deja “libertad” para que se elija el centro que más convenga a sus hijos.
La llovizna proporciona además otras identidades nauseabundas. Por ejemplo, la seguridad y la necesidad de que por muy desgraciado que se sea siempre debe haber otro más abajo a quien poder echarle la culpa. Los linchamientos de negros a principios del siglo XX  eran perpetrados por la población perteneciente a los estratos más bajos de algunos Estados del Sur estadounidense, que necesitaban descargar su frustración sobre quienes creían por debajo de ellos, aún más miserables y desgraciados. Para algunos hoy son los inmigrantes y la población de otras culturas, costumbres y creencias quienes han de pagar el pato.
Son las armas utilizadas recientemente por la derecha recalcitrante del PP, especialmente en Cataluña: religión e inmigración. La religión hispanovisigótica mueve al patriotismo frente al extranjero y al infiel. La inmigración cumple la misma función del antiguo animal sobre el que en algunas culturas se descargaban los pecados y las culpas de todo el pueblo: tras su muerte, el pueblo quedaba limpio e inocente de cualquier delito. 
La llovizna cae de un neblinoso limbo, habitado por el poder y el dinero. Nada es por azar, sino todo parece cada vez más preestablecido para que rinda beneficios a los dioses del dinero y del poder. Y para ello es preciso que los cerebros estén empapados de llovizna (¿o es lluvia ácida?), gozosos porque ha ganado su equipo, agradecidos por haber podido tener esos días de vacaciones, curiosos ante ese nuevo 12+1 Gran Hermano, no vacilando en su delirante fe en que mágicamente siempre habrá sanidad gratuita, educación gratuita, pensión y seguro de reempleo. Eso sí, que siga lloviendo y que la lluvia (¿o es lluvia ácida?) barra de una vez por todas tanta cosa pública que no nos deja salir de la crisis.



martes, 24 de enero de 2012

El fascismo que no muere


 Publicado hoy en Izquierda Digital

Escribo estas líneas en la mañana del 24 de enero de 2012. Es decir, veinticinco años después de que sicarios de la ultraderecha fascista-franquista, la Falange Española de las JONS y Fuerza Nueva, asesinaran cobardemente a cinco abogados laboralistas en el número 55 de la madrileña calle de Atocha. Trabajaban en un despacho laboralista de Comisiones Obreras, y puedo dar fe personal y directa no solo de su dedicación y profesionalidad, sino también de su alto grado de humanidad. Cada vez que voy a Madrid necesito hacer una visita a esa puerta de la calle Atocha como un homenaje de gratitud a todos ellos y también para reciclar ideas, recargar fuerzas y afianzar convicciones, pues sabían bien quiénes eran y qué querían, y no tenían ningún reparo, a poco más de un año de la muerte de Franco y aún en plena efervescencia del fascismo de la época, en mostrar y luchar por sus ideas y convicciones, hasta incluso pagarlo con la muerte y el horror de aquel atardecer. Lo último que merecen es el olvido: no el simple olvido de unos nombres o unos hechos, sino sobre todo el olvido que da la espalda a lo que ellos fueron y quisieron, por lo que lucharon y dieron su vida. 
Frente a ellos y su memoria sigue desafiante la extrema derecha en la España de la segunda década del siglo XXI.
Hoy, 24 de enero de 2012, se inicia también el juicio contra el juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes franquistas. El sindicato ultra Manos Limpias y Falaange Española han logrado sentarlo de nuevo en el banquillo con el asesoramiento y la connivencia de otro juez, Luciano Varela, instructor de la causa. El hecho mismo produce un hondo sentimiento de vergüenza, empapado de indignación. En ocasiones como esta, crece la sospecha de que eso que se llamó en su día “Transición a la democracia” fue una parodia de proceso democrático y también una garantía de que los partidarios y beneficiarios de un vil golpe de Estado en 1936 nunca darían cuentas de los crímenes perpetrados. España es diferente, sí, porque el fascismo hamás ha abandonado las salas de juicios y los tribunales, los entresijos económicos, financieros y mediáticos, los púlpitos y las catedrales.
Ayer, 23 de enero de 2012, se inició la exhumación de 17 “rosas”, diecisiete mujeres, alguna de ellas embarazada, asesinadas en el cementerio de San José de Gerena (Sevilla) en noviembre de 1937 por el grave delito de ser esposas, madres o hijas de milicianos republicanos. Tras encerrarlas en la cárcel para intentar arrancarles información sobre el paradero de sus familiares, los falangistas les raparon el pelo, las llevaron a la iglesia para excomulgarlas, las pasearon por el pueblo, les dieron a beber aceite de ricino y las fusilaron en el cementerio de San José de Gerena. Setenta y cuatro años después de la vergonzante ejecución, quienes continúan con las ideas, los símbolos y las provocaciones de los asesinos se personan en una sala del Tribunal Supremo pretendiendo inhabilitar por 20 años al juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo.
Nuestra gratitud a los asesinados y asesinadas por dar su vida por la libertad y la democracia. Nuestra solidaridad con el juez Garzón, por encima de cualquier otra cuestión personal o biográfica.
Mi desprecio hacia todos los facistas del pasado, del presente y –me temo- también del futuro. ¡Malditos sean!


miércoles, 18 de enero de 2012

La sexualidad (incluida la fornicación) puede ser maravillosa, don Demetrio



Publicado hoy en Izquierda Digital
El señor Demetrio Fernández, jefe del catolicismo en Córdoba, escribió hace unos días públicamente que hay algunas escuelas de Secundaría (=las públicas), más los medios de comunicación, el cine y la televisión, que incitan a la fornicación, por lo que aconseja a la juventud “huir” de la misma.
Al leer la noticia, no pude menos que sonreír al imaginar la cara de buena parte de los muchachos y las muchachas que leyesen tan extraña palabra: “fornicación”. Alguno de ellos, movido por su inquietud intelectual, consultaría el diccionario, que en su versión de la RAE define “fornicación” como “acción de fornicar” y “fornicar” como “tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio”, lo cual sonaría a alguna fórmula perteneciente a algún lenguaje desconocido y críptico, por lo que muchos de ellos llegarían a la conclusión de que difícilmente se puede huir de una cosa tan rara y desconocida.
Harina de otro costal es ya la cuestión añadida de tener que huir de la fornicación, pues el diccionario del RAE define “huir” como alejarse deprisa, por miedo o por otro motivo, de personas, animales o cosas, para evitar un daño, disgusto o molestia”, “alejarse velozmente”, “apartarse de algo malo o perjudicial”, pues cualquier persona vital y sexualmente sana considera que la sexualidad (la fornicación no deja de ser una posibilidad más entre otras muchas dentro de las posibles relaciones sexuales) ni es mala ni perjudica a nadie, siempre que se respete la libertad y los derechos de los demás.
El señor Demetrio Fernández vive en su Babia particular, a lo cual tiene todo el derecho del mundo, pero debería dejar en paz la vida y la sexualidad ajenas. Durante siglos, incluido el tenebroso período del nacionalcatolicismo franquista, sus colegas pretendieron hacer creer que tenían patente de corso para reprimir al pueblo según el baremo de sus propias represiones, que disfrazaban de “moral verdadera” y “sanas costumbres”. Sin embargo, hoy ya no es de recibo semejante invasión de las ideologías confesionales en la vida pública y en la sociedad ciudadana. Hoy solo le sigue cabiendo a don Demetrio que si en tal mal concepto tiene a la fornicación, que no fornique, y punto.
Don Demetrio, oficialmente célibe y hablando (es un suponer) de oídas de la sexualidad, opina que la fornicación equivale a “una sexualidad desorganizada”, como si la sexualidad tuviese algo que ver con la organización, a no ser en aquellas parejas de casados que los sábados por la noche realizan el “débito matrimonial” según el ritual y  la secuencia mantenida durante lánguidos y luengos años de convivencia pacífica. La sexualidad no es un artilugio que ha de funcionar según un determinado libro de instrucciones, y pertenece a cada persona, a cada pareja, a cada trío o a cuantos se quiera, desarrollar y expresar su sexualidad como juzguen oportuno y deseable. Don Demetrio quizá desconozca hasta qué punto puede llegar a ser maravillosa la sexualidad, organizada o desorganizada a gusto de lo consumidores. Sí, don Demetrio, la sexualidad (incluida la fornicación) puede llegar a ser muy, muy maravillosa.
Don Demetrio va aún más allá y describe la fornicación “como una bomba de mano que puede explotar en cualquier momento y herir al que la lleva consigo”. Y sí, tiene razón: confiando a que está empleando esta vez el lenguaje metafórico, la sexualidad puede ser una magnífica y beneficiosa bomba de mano, que deja heridas deliciosas en el corazón y en el cuerpo todo. Por eso la sexualidad es tan valorada y buscada. Por eso don Demetrio demuestra que habla de lo que no sabe.
La animalidad del ser humano es siempre humana, don Demetrio. Si usted asocia la brutalidad con la sexualidad, sin adjetivos calificativos, allá usted o vaya rápidamente al psicoanalista. El ser humano es esencialmente sexual y animal. Por eso su sexualidad no puede ser otra cosa que animal, al igual que su intelecto o su sentido artístico. Deje en paz a los castos si quieren ser castos, y deje en paz al ser humano si quiere disfrutar de su sexualidad. No proyecte sobre los demás sus propios fantasmas y sus propias fantasías. Tenga respeto por el amor y los amantes que se regalan a sí mismos mediante la sexualidad, no pretenda calificarlos o descalificarlos según unos mandamientos surgidos entre un pueblo de pastores nómadas para la convivencia de pastores nómadas.
Le regalo, por último, una frase de Epicuro en su obrita Carta a Meneceo (123), cuya lectura le recomiendo: “No es impío el que desecha los dioses de la gente, sino quien atribuye a los dioses las opiniones de la gente”.

El misterio de la trinidad calificadora


 Publicado hoy en El Periódico de Aragón

Hace años un alumno de un instituto de cuyo nombre no quiero acordarme me contó que uno de sus profesores, concienzudamente meticuloso, solo admitía en algunos trabajos y exámenes las respuestas que tenían determinado número de líneas, ni una más ni una menos, con un número estipulado de puntos y puntos y coma. Ni que decir tiene que finalmente sus alumnos acababan fijándose más en cumplir con todo ese canon de normas y reglas que en el contenido mismo de lo que querían decir, pero como el objetivo último y primordial era aprobar la asignatura, nadie cuestionaba los criterios de evaluación y corrección del profesor, y solo suspiraban por que el curso académico acabase cuanto antes y perderlo de vista.
Me vino el otro día a la mente esta anécdota tras leer la noticia de que la agencia de calificación Standard & Poor’s rebajaba la nota de solvencia a varios países de la eurozona, incluida España, y osaba hacer lo mismo con países siempre tan dispuestos a secundar las recomendaciones del FMI, BM o OMC como Francia y Austria. Antes, los niños tenían que memorizar que el misterio de la santísima Trinidad consistía en ser  tres personas distintas y  un solo dios verdadero (¡que ya es…!). Hoy ha mutado el misterio y la entidad trinitaria consiste en tres agencias calificadoras distintas (S & P, Moody’s y Fitch Group) y una sola mano invisible verdadera (los “mercados”). El hecho es que ni gobiernos ni buena parte de los economistas y analistas financieros ponen en tela de juicio la existencia de esa trinidad calificadora, cada vez más parecida al famoso primo de zumosol, capaz de solventar con unos cuantos sopapos cualquier desorden.
Según mi criterio, al profesor aludido al principio se le debería haber suspendido como profesor y mandado a hacer otros trabajos que no hicieran sufrir tan inútilmente al prójimo. Y lo mismo puede y debe aplicarse a las agencias de calificación. Por ejemplo, Standard & Poor’s otorgó en los inicios de la crisis económica la calificación máxima (AAA) a buena parte de los paquetes de hipotecas basura o subprime, por lo que no solo los fervorosos creyentes en la sabiduría de S&P tuvieron enormes pérdidas, sino que así se impulsó con fuerza el desplome financiero. Un poco más tarde, S&P perpetró otra torpeza de nefastas consecuencias para Islandia, al calificar con la máxima nota la situación bancaria y financiera del país, pues en 2001 habían desregulado allí los mercados financieros y privatizado los bancos. En unos años, sin embargo, se produjo en Islandia el mayor colapso bancario en la historia económica mundial.
Envalentonada la trinidad calificadora por la ausencia de cualquier crítica o resistencia, S&P advierte a España, por ejemplo, de que aún rebajará más la nota si no lleva a cabo rauda y obedientemente la “reforma del mercado laboral y no se sigue con su plan de recortes y ajustes. Es decir, el abc del neoliberalismo puro y duro. Las agencias de calificación no ofrecen una valoración objetiva de la situación económica de un país, sino de su mayor o menor proximidad a las medidas propugnadas por la ideología neoliberal (que presentan como únicas): privatización de lo público, reducción sistemática del estado de bienestar y de los derechos adquiridos por la ciudadanía y la clase trabajadora, desregulación del mercado financiero y laboral, conversión del ciudadano en consumidor, etc.
La trinidad calificadora debería transmitir su valoración sobre que los bancos y entidades financieras posean más de 70 veces el importe de la riqueza real mundial; o que el BCE preste ilimitadamente a los grandes bancos al 1 o 1,5%, para que estos lo presten después a los países periféricos a intereses mucho más altos; o que el BCE no pueda comprar deuda pública; o que el Estado español se haga cargo de la deuda privada de los bancos españoles; o que los mismos bancos hayan exigido al Gobierno que se endeude para convertir su deuda privada en deuda pública de todos. Y si el rescate público de la banca tiene algo que ver con el sacrosanto mandamiento del laissez faire, laissez passer.
La trinidad calificadora debería calificar también las dudosas bondades de un sistema que conduce, de hecho, a que en el mundo el 50% de los trabajadores gane menos de 2 dólares y no tenga ningún tipo de contrato ni de protección social, o haya 1.100 millones de hambrientos y casi 2.000 millones en situación de extrema pobreza. Visto lo visto, a la santa trinidad calificadora le debe de parecer de perlas que haya subido un 8,3% en 2010 el número de personas que tienen al menos un millón de dólares, o que el 0,16% de la población mundial posesa el 66% de los ingresos mundiales anuales.
La trinidad calificadora debería autocalificarse, y previamente tomarse algún calmante, pues ante los resultados caería en una profunda depresión.

miércoles, 11 de enero de 2012

Falsos dilemas

Publicado hoy en El Periódico de Aragón
La semana apareció en la prensa a grandes titulares que en la negociación entre las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos UGT y CCOO, los sindicatos aceptan convertir trabajos de jornada completa en contratos a tiempo parcial, así como subir los salarios por debajo del IPC a cambio de crear puestos de trabajo. Algo así como que alguien plantee el dilema de cortar cada día una falange de una mano a cambio de no morir asfixiado.
Sorprende que los dos sindicatos mayoritarios acepten tal planteamiento en lugar de levantarse de la mesa de negociación y largarse por donde han venido: no hay por qué quedarse diariamente sin una falange de la mano ni morir asfixiado, sino que la patronal se vaya a hacer gárgaras y se atenga a las consecuencias. Ni rebajas de jornada y de sueldo ni despidos, pues la solución para cinco millones de desempleados no es rebajar o cortar en perjuicio de los trabajadores, sino exigir responsabilidades a los verdaderos perpetradores de la crisis económica y quitar de sus manos el casino económico y financiero que manejan a su antojo y en su exclusivo beneficio.
Por eso mismo, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, incumple su obligación institucional de defender los intereses de la clase trabajadora cuando declara: “En una disyuntiva entre crecimiento de los salarios o el mantenimiento del empleo, nos quedamos decididamente con el puesto de trabajo”. Nadie le manda aceptar esa disyuntiva, falaz y tramposa, que deja además la resolución en manos del empresariado y de sus promesas de crear puestos de trabajo (precarios y minúsculos).
Si no se olvida que desde tiempos inmemoriales los salarios reales no han subido en España resulta hoy lacerante plantear reducirlos aún más por debajo del IPC.  Con los datos contantes y sonantes, sólo entre 2002 y 2005 (antes de la crisis), el 20% más pobre de los hogares españoles vio reducida su renta en un 23,6%,  mientras que la del 10% más rico aumentó más de un 15%. Bajo ningún concepto debe aceptarse que la población española menos favorecida acabe siendo aún más pobre. Más en concreto, en 2002 el 42,5% de las familias españolas tenía que dedicar el 40% de su renta al pago de la deuda contraída en concepto de vivienda, mientras que tres años después la vivienda se comía el 70,9% de los haberes. ¿La contrapartida para solucionar esta situación es la creación de puestos de trabajo liliputienses y a tiempo parcial?
¿Es ético aceptar empleos precarios a cambio de rebajar jornadas y salarios en un país donde los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en Bolsa fueron de 51.613 millones de euros en 2010 (un 24,7% más que el año anterior), mientras que los salarios subieron un 1% frente al 3% de incremento del coste de la vida (es decir, perdieron un 2% de poder adquisitivo)?
Sobre la mesa de negociación debe estar incondicionalmente asumido por todas las partes que un trabajador español medio paga en impuestos el 75% de lo que paga un trabajador sueco, pero las personas ricas, la banca y la gran patronal de nuestro país pagan en impuestos sólo el 20% de lo que pagan sus equivalentes en Suecia. En lugar de aceptar disyuntivas trileras, el verdadero lugar de negociación eficaz es encabezar una revuelta radical, no violenta, contra los que mantienen desde hace muchas décadas y siglos una situación de casi nula distribución y enorme concentración de la riqueza. No hay diálogo creíble mientras se mantenga un sistema donde ya en 2006 una veintena de grandes familias son propietarias del 20,14% del capital de las empresas del Ibex-35 y donde unas 1.400 personas (el 0,0035% de la población española), controla los recursos económicos, financieros y de producción equivalentes al 80,5% del PIB.
Hay alternativas serias y fundadas a las propuestas neoliberales, que no pasan por aceptar dilemas conducentes a medio plazo a una aún  mayor destrucción de empleo (léase, por ejemplo, el libro Hay alternativas, Sequitur, ATTAC España, 2011). En lugar de bajar salarios, de negociar una reforma laboral negativa para los trabajadores, de recortar sistemáticamente los servicios públicos y sociales y de privatizar cuanto público se ponga por delante y resulte rentable, es preciso luchar contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales, abogar por un sistema impositivo en que paguen debidamente las grandes fortunas y las grandes empresas productivas y financieras, regular el mundo de las transacciones financieras y someterlas a impuestos en función del grado de utilidad social de la transacción, obligar a la banca a invertir el dinero público que reciben como “rescate” de sus chapuzas especulativas en el sistema productivo real y en créditos razonables a los particulares y a la pequeña y mediana empresa.
En una mesa de negociación hay que dejar claro ante todo que otro mundo es posible y necesario. ¿Qué mundo proponen realmente los sindicatos?


martes, 10 de enero de 2012

Una Jornada Laicista imprescindible



 Publicado hoy en Izquierda Digital
El 4 de febrero de 2012 se celebrará en Sevilla la VIII Jornada Laicista anual, convocada y organizada por Europa Laica. En principio, la noticia puede parecer irrelevante para una buena parte de la ciudadanía española, ajena quizá a que la derecha política, ideológica, social y económica arremete con todos sus medios contra cualquier persona u organización que manifieste públicamente su voluntad de construir un Estado Laico.
El poder establecido pretende consolidar en la mente de la ciudadanía una serie de falacias, presentadas como dogmas incontrovertibles: por ejemplo, en el ámbito económico, que la única solución para salir de la crisis económica son las medidas neoliberales impuestas desde los mercados financieros que controlan (recortes sociales en los derechos de la clase trabajadora, desregulación total de las transacciones financieras o desmantelamiento sistemático de lo público, etc.). Pues bien, en el ámbito ideológico ese poder establecido intenta fortalecer cada vez más el nexo existente entre lo religioso, lo económico y lo político, lo público y lo privado, de tal forma que cualquier cuestionamiento de dicho nexo es interpretado como un ataque a las esencias mismas del orden y del sentir general.
Se proponen así descalificar arteramente la verdadera realidad del laicismo, que ante todo representa la voluntad ciudadana de que los espacios, instituciones, representantes y leyes públicas pertenezcan a todas y todos en plena igualdad de condiciones, sin dejarse condicionar por ninguna institución o ideología de carácter privado. Solo puede haber una verdadera democracia si, abolidos los privilegios y prebendas, la ciudadanía puede ejercer el derecho fundamental a la libertad de conciencia con total libertad y en plena igualdad de condiciones, dentro de un Estado que garantice sin paliativos tal ejercicio. Ese Estado es el Estado laico.
Esta es la razón de que Europa Laica celebre cada año una Jornada Laicista, sucesivamente en distintas comunidades de España. Así, sus socios, simpatizantes y asociaciones territoriales que la integran, tanto en España como en Europa y Latinoamérica, acuden al lugar convenido para reafirmar sus ideas y programar acciones tendentes a criticar eficazmente el Estado confesional en que a veces parece que vivimos y a luchar por un Estado laico y aconfesional.
Sin embargo, una Jornada Laicista no es solo un lugar y una ocasión para convivir, reflexionar, debatir y comunicar ideas e inquietudes relativas al establecimiento de un Estado laico, sino también el hilo conductor por el que públicamente se reivindica un Estado laico, así como los instrumentos imprescindibles para su establecimiento.  De ahí que algunos de los temas a tratar en Sevilla sean  la necesidad de una “Ley de Libertad de Conciencia”, la derogación del Concordato de 1953 y los Acuerdos de 1979 entre el Vaticano y el Estado español, la exigencia de una escuela pública y laica en todos y cada uno de los niveles educativos, etc.
Por estas razones, resulta imprescindible la VIII Jornada Laicista anual, convocada y organizada por Europa Laica, que, a fin de cuentas, concierne positivamente a toda la ciudadanía.



miércoles, 4 de enero de 2012

El rey desnudo


No es preciso visitar el sitio web de la Casa Real ni leer exhaustivamente la abundante información sobre los chanchullos económicos presuntamente perpetrados por Ignacio Urdangarín Libaert, duque de Palma de Mallorca por designio real. Abriéndonos paso entre la jerga de “Rey”, “Casa real”, “Familia real”, etc., Juan Carlos de Borbón recibe del dinero de todos los ciudadanos 8.434.280 euros, 292.752 de ellos en concepto de gastos de representación, si bien para muchos represente poco o nada, pues en ningún momento se les ha preguntado qué tipo de Jefatura del Estado prefieren o si encuentran compatible la encarnación en la misma persona de quien en 1969 juró guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales y los Principios del Movimiento Nacional como sucesor de Franco “a título de rey” ante las Cortes franquistas, y del actual Jefe del Estado de la España democrática.
Presenciamos el aluvión de pruebas inculpatorias aparecidas en los medios de comunicación en torno al yerno Iñaki, a la vez que subliminalmente la hija Cristina queda a la sombra, como si de nada se hubiese enterado, como si hubiese comprado con su marido una mansión en Pedralbes de más de siete millones de euros sin preguntar de dónde salía tanta pasta gansa. ¿Por qué él imputado y ella no? ¿Por Borbón? ¿Porque, aparte de ser esposa y madre prolífica y ejemplar, supuestamente vivía en Babia? ¿Pretenden hacernos creer que los tejemanejes y pelotazos solo han sido obra del ex balonmanista?
La monarquía no es solo un anacronismo, sino una institución incongruente con el principio constitucional de la igualdad entre todos los ciudadanos españoles: “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (artículo 14). Ningún cargo público debe sustentarse en el designio divino ni en la tenencia de un mismo ADN familiar, pues “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado” (artículo 1,2). ¿Qué justificación racional y democrática tiene entonces que Felipe suceda a Juan Carlos como Jefe del Estado simplemente por ser hijo de su padre?
Injustificable es también que el artículo 56.3 de la Constitución española otorgue al monarca el delirante privilegio de que su persona es “inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. En otras palabras, más allá de la impunidad penal, el rey, haga lo que haga, no puede ser investigado ni sentarse en procesos judiciales ni siquiera como testigo, etc. Hace tiempo, aparecieron los nombres de algunos influyentes personajes de la época en el caso KIO, comisiones sustanciosas por algunas transacciones petrolíferas saudíes para España, algunas ventas de armas y ciertos negocios inmobiliarios. Sobre la base de la presunción de inocencia debida a todo ciudadano, sería recomendable para la salud pública la posibilidad de aclarar públicamente cualquier asunto turbio, sin excepción, pero resulta baldío si de los actos del rey son responsables solo las personas que los refrenden; es decir, el Presidente del Gobierno y, en su caso, los Ministros competentes o el Presidente del Congreso (artículo 64 de la Constitución).
A pesar de tales despropósitos institucionales y de la consiguiente lesión del principio constitucional de la igualdad entre todos los españoles, el tratamiento oficial debido a la monarquía sigue siendo “majestad”, que, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa: 1. Grandeza, superioridad y autoridad sobre otros; 2. Seriedad, entereza y severidad en el semblante y en las acciones; 3. Título o tratamiento que se da a Dios, y también a emperadores y reyes.
A propósito de la tercera acepción, es interesante constatar la coincidencia de tratamientos entre monarquía y divinidad. Recuérdense, por ejemplo, algunos cánticos nacionalcatólicos de la España visigótico-franquista: "Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat" (Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera). Por lo mismo, el Hijo de dios es un monarca triunfante sobre sus enemigos que instaurará al final de los tiempos su reino en todo el universo. Dios, Rey. Dios, Emperador. Dios, César, mientras al pueblo se le priva del derecho a decir esta boca es mía, o a quién prefiere como gobernante o jefe. De ahí que a la gente de orden le suene bien eso del "reinado de Dios", pero probablemente se irritaría si escuchara la "república de Dios". O república o dios. O círculo o cuadrado. Algunos incluso vitoreaban y apaleaban al grito de "viva Cristo Rey", pero enmudecerían de espanto si escucharan el grito de "viva Cristo Presidente de la República". Por eso la derecha y la ultraderecha suelen ser monárquicas y tan alérgicas al republicanismo.

…el rey apareció montado en su caballo con su magnífica vestimenta y la gente, también conocedora de la rara cualidad que tenía el vestido, callaba y veía pasar a su rey, hasta que un niño dijo en voz alta y clara: "el rey va desnudo"…