miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pensamiento único


No vale todo


Publicado hoy en El Periódico de Aragón 
 
Tras leer la semana pasada en este diario la columna Antena Paranoica de mi amigo y colega, Joaquín Carbonell, el viernes pasado vi el programa de Cuatro El comecocos, donde seis concursantes compiten entre sí para demostrar ante el público y el jurado (del que forma parte ¡Mercedes Milá!) quién tiene más dotes como orador y es más capaz de convencer sobre los temas que les vayan diciendo. Es decir, han de ser capaces de defender aleatoriamente, por ejemplo, la bondad o no de las descargas en Internet o la independencia o no de Euskadi.
Mientras veía el programa me venían a la mente los sofistas en la Atenas de hace 2.500 años, durante la llamada “democracia ateniense” (una democracia bastante sui generis, pues los esclavos, los extranjeros residentes y las mujeres –un 80% del total- no tenían voz ni voto ni pintaban nada): en las asambleas, donde se dirimían los asuntos importantes de la ciudad, lo más importante era convencer y persuadir al auditorio, dirigir hábilmente a los asistentes hacia donde se deseaba llevarlos,  por lo que un ciudadano que pretendiese tener éxito personal y social debía cumplir un requisito imprescindible: saber hablar bien en público, ser un buen orador.
De ahí que la educación de la juventud ateniense se centrase cada vez más en inculcar aquellas materias que los hicieran más elocuentes y persuasivos. Sus profesores y pedagogos eran los denominados “sofistas”, especializados en enseñar el arte de convencer al auditorio y de vencer dialécticamente al adversario con razonamientos y argumentaciones. Debían tener un dominio per­fecto de las artes persuasorias y ser capaces de defender y atacar sucesiva­mente la misma idea o de probar la verdad o la validez de dos posturas o tesis con­trarias. Es decir, El comecocos de Cuatro
Sin duda, no se puede negar la habilidad de quien está en condiciones de defender y atacar una misma idea con convicción, pero esta actitud a medio o largo plazo puede conllevar graves consecuencias. Por ejemplo, llegar a la conclu­sión de que el deber de buscar y respetar las verdades de las que se está convencido queda a merced de la habilidad persuasiva del correspondiente orador de turno y de la opinión de su auditorio.
Un hombre hábilmente locuaz lo puede entonces todo y, dada la versatilidad del público, Einstein, por ejemplo, podría quedar humillado por un ignorante que sabe lo que realmente desea escuchar la masa. Lo importante es saber responder al adversario, argumentar con tino, encontrar el punto débil del contrincan­te, quizá amenazado veladamente con descalificaciones personales.
Los sofistas enseñaban técnicas de persuasión, pero estas acabaron siendo técnicas de manipulación, lo que llevó a que, si en un mensaje se  busca sobre todo medrar, el triunfo y el aplauso, termina por desdeñarse la necesidad de tener valores y convicciones expresados y vividos con coherencia, con el consiguiente daño incluso para uno mismo, aunque no sea más que por instinto de supervivencia anímica: se piensa como se vive y también se vive al final como se piensa.
Ni que decir tiene que convertir unas técnicas de persuasión y manipulación en objeto directo de la enseñanza es simplemente un desatino. Los sofistas no fueron los principales responsables de instaurar ese tipo de educación, aunque sí de promoverlo mediante sus labor diaria como profesores: era la pro­pia sociedad ateniense la que exigía la formación y el adiestramiento de la juventud en tales objetivos, lo que nos debería llevar a la reflexión sobre qué objetivos fundamentales priman también hoy en nuestra sociedad, y si quizá lo que realmente se le está inculcando al alumnado es el éxito ramplón, la obtención material de títulos, la potencialidad adquisitiva de una profesión, la memorización sin sentido seguida del olvido en pocos días de lo aprendido, en detrimento de la valoración del saber y de la metabolización personal y social de los conocimientos. 
A la luz de la educación impartida por los sofistas en la democracia ateniense no estaría de más pararse a pensar si también la educación actual de la juventud occidental y, concretamente, de la española, mantiene un equilibrio suficiente entre las necesidades de todo tipo (científicas, técnicas, económicas...) que la sociedad espera y demanda a un ciudadano suficientemente cualificado y la inquietud personal por indagar y saber acerca del mundo y de la vida con independencia de las ventajas que ello puede reportar.
En otras palabras, existe el peligro de educar a los niños y a los jóvenes de nuestro tiempo sólo en vistas exclusivamente de aquellos conocimientos y destrezas que les serán útiles para ganarse la vida (a ser posible, holgadamente: ser es tener y aparentar) y triunfar en la sociedad, olvidando así que -como ya reivindicaban los primeros pensadores jonios- el saber debería estar vinculado también con la inquietud natural de conocer el mundo y de vivir en consonancia con la ética personal y social por la que libre y responsablemente se haya optado.

martes, 29 de noviembre de 2011

Nota de prensa de ATTAC España


ATTAC España en Aragón, CHEG, Chusticia Economica Global, quiere hacerte llegar  a continuación algunos de los análisis y conclusiones habidos en la asamblea extraordinaria de ATTAC España el domingo pasado en Madrid.
Dada la actual coyuntura económica, social y política, su interés es enorme.
Gracias

ATTAC RECLAMA UNAS NUEVAS REGLAS DE JUEGO EN LA UNIÓN
MONETARIA PARA EVITAR LA DESINTEGRACIÓN EUROPEA
La organización exige la construcción de una Europa social y el control de los mercados
Madrid, 28 de noviembre.- La rectificación de los fallos estructurales en la construcción de la unión monetaria con el objetivo de evitar la desintegración definitiva de Europa, ha sido la propuesta principal realizada por Attac España en su última asamblea extraordinaria celebrada el pasado fin de semana en Madrid. Dicha rectificación se debería concretar principalmente en un estatuto radicalmente distinto del Banco Central europeo, controlado democráticamente y responsable ante la ciudadanía, que además de garantizar la estabilidad de precios, colabore en la lucha contra el desempleo y corte de raíz la posibilidad de realizar ingentes beneficios por parte de los especuladores sobre la deuda soberana de los países de la Unión. 
Resulta igualmente imprescindible la creación de un presupuesto europeo suficiente para financiar la puesta en marcha de políticas que rescaten a los millones de parados europeos y ponga esos recursos a trabajar en los problemas económicos reales que debe enfrentar la Europa  del siglo XXI, como son por ejemplo el deterioro medioambiental y social.
Las anteriores son algunas de propuestas surgidas del debate, como también lo fueron el cierre del casino financiero, el desarme de los mercados, la lucha contra el fraude fiscal y la prohibición de los productos financieros de alto riesgo, consensuadas en una asamblea extraordinaria de ATTAC España que reunió en Madrid a medio centenar de personas representantes venidas de diferentes puntos del estado, quienes estuvieron igualmente de acuerdo en señalar la importancia de crear una Europa social y de frenar de forma contundente la especulación financiera.

ATTAC es una organización internacional que desde hace más de diez años desarrolla y propone alternativas sociales, económicas y democráticas al sistema actual, y que es especialmente activa en la lucha por la regulación de los mercados financieros, la erradicación de los paraísos fiscales y la toma de medidas que permitan limitar la especulación.
Durante este debate se enfatizó la importancia de implantar en la Unión Europea un sistema que garantice la participación activa de la ciudadanía y asegure que las políticas públicas se orienten a garantizar el bien común, frente al constatable ataque que está sufriendo el modelo europeo de bienestar garante de igualdad y libertad, por parte de los intereses de los agentes financieros.

Auditoria ciudadana de la deuda
Por otra parte, ATTAC España ha decidido apoyar la formación de una comisión ciudadana de auditoría de la deuda en el estado español. Esta iniciativa fue impulsada el pasado mes de octubre por diversos movimientos y agrupaciones de la sociedad civil. En este sentido, ATTAC recuerda que el ya mencionado endeudamiento es fruto del retroceso fiscal del Estado, que ha supuesto que éste pasase a financiarse a través del crédito en detrimento de los impuestos, así como de la transformación de la deuda privada en deuda pública en un contexto de total falta de regulación de los mercados financieros.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Hay que saberlo. Hay que difundirlo


La situación político-económica en Europa es ya insostenible. Asistimos impasibles al traspaso de poderes en Italia y Grecia. Los medios de comunicación pasan de puntillas sobre el fondo del asunto, e independientemente de la antipatía que sus dirigente despertaban en amplios sectores de la población, en la práctica este cambio supone reemplazar a los "democráticamente" elegidos por otros, los llamados "tecnócratas", que ni fueron elegidos por el pueblo, ni les resultan siquiera familiar.

Si el sistema democrático actual se hallaba ya de por sí en un estado deplorable, y a pesar de que se haga alarde de que todas las garantías parlamentarias han sido respetadas, esto constituye técnicamente un golpe de estado encubierto en el que los beneficiarios son los mercados y sus estrategias especulativas salvajes. Lo desgrano, para que quede claro:

¿Sabéis quienes son Lucas Papademos
(actual dirigente Griego tras la dimisión de Papandreu) y Mariano Monti (ahora al frente del gobierno italiano)?
¿Sabéis quien es Mario Draghi (actual presidente del Banco Central Europeo)?
¿Sabéis lo que es Goldman Sachs?
Os lo explico:

Goldman Sachs: es uno de los mayores bancos de inversión mundial y co-responsable directo, junto otras entidades como la agencia de calificación Moody's, de la crisis actual, y uno de sus mayores benficiarios. Sólo a modo de pincelada, en 2007 ganaron 4 mil millones de dólares en operaciones que desembocaron en el desastre actual. ¿Como lo hicieron? Animaron a los inversores a invertir en productos sub-prime que sabían que era productos basura, y al mismo tiempo se dedicaron a "apostar" en bolsa por el fracaso de los mismos. Eso es solo la punta del iceberg, y está  muy documentado, podéis investigarlo. Mientras leéis este e-mail se están forrando a base de especulación sobre las deudas soberanas.

Papademos: Actual primer ministro griego, tras la dimisión Papandreu. No elegido por el pueblo.
- ex-gobernador del Banco de la Reserva Federal de Boston entre 1993 y 1994.
- vicepresidente del Banco Central Europeo de 2002 a 2010.
- Miembro de la Comisión Trilateral desde 1998, fundada por Rockefeller, lobby neo-liberal (se dedican a comprar políticos a cambio de sobornarles)
- ex-Gobernador del Banco de Central Grecia entre 1994 y 2002. Falseó las cuentas de déficit público del país con la ayuda activa de Goldman Sachs, lo que condujo en gran parte e la actual crisis que sufre el país.

Mariano Monti: Actual primer ministro de Italia tras la dimisión de Berlusconi. No elegido por el pueblo.
- ex director europeo de la Comisión Trilateral antes mencionada.
- ex-miembro del equipo directivo del grupo Bilderberg.
- asesor de Goldman Sachs durante el periodo en que ésta ayudó a ocultar el déficit del gobierno griego.

Mario Draghi: Actual presidente del Banco Central Europeo en sustitución de Jean-Claude Trichet.
- Ex-director ejecutivo de del Banco Munidal entre 1985 y 1990.
- Vicepresidente por Europa de Goldman Sachs entre 2002 y 2006, periodo en que se realizó el falseo antes mencionado.

Bien, qué casualidad, todos de la mano de Goldman Sachs. Los que crearon la crisis se presentan ahora como la única opción viable para salir de la misma, en lo que la prensa estadounidense está empezando a llamar "El gobierno de Goldman Sachs en Europa".

Se tiende a querer hacernos pensar que la crisis ha sido una especie de resbalón, pero la realidad apunta a que detrás de ella hay una voluntad perfectamente orquestada de hacerse con el poder directo en nuestro continente, en una maniobra sin precedentes en la Europa del siglo XXI. La estrategia de los grandes bancos de inversión y agencias de calificación es una variante de otras llevadas a cabo anteriormente en otros continentes, se viene desarrollando desde el inicio de la crisis y está desde mi punto de vista está siendo la siguiente:

1. Hundimos a los países mediante la especulación en bolsa/mercado. Los volvemos locos de miedo a lo que dirán los mercados, que nosotros controlamos, cada día.
2. Los obligamos a recurrir a préstamos para mantenerlos en Status Quo, o "salvarlos". Estos préstamos están estrictamente calculados para que los países no los puedan pagar, como es el caso de Grecia que no podría haber cubierto su deuda ni aunque su gobierno vendiera el país entero, y no es ninguna metáfora, es matemática.
3. Exigimos recortes sociales y privatizaciones en detrimento de los ciudadanos, bajo la amenaza de que si los gobiernos no los llevan a cabo, los inversores se retirarán por miedo a no poder recuperar el dinero invertido en la deuda de esos países y demás inversiones.
4. Se crea un altísimo nivel de descontento social, propicio para que el pueblo, ya sonado, accepte cualquier cosa con tal de salir de la situación.
5. Colocamos a nuestros hombres donde mejor convenga.

Si os parece ciencia ficción, informaos: este tipo de estrategias están perfectamente documentadas y se han venido utilizando con distintas variantes a lo largo el siglo XX y XXI en otros países, notablemente en latinoamérica por parte de los EEUU cuando se dedicaban, y se siguen dedicando en la medida que pueden, a asfixiar económicamente mediante la deuda exterior por ejemplo a países de América Central, para crear descontento social y aprovecharlo para colocar a dirigentes afines a sus intereses.

Ahora esto está pasando en Europa, y ya no es que lo haga EEUU, sino que lo hace la industria financiera internacional. Y lo que está ocurriendo bajo la mirada impotente y/o cómplice de nuestros gobiernos es el mayor robo jamás realizado en la historia de la humanidad y a escala planetaria, son golpes de estado, y violaciones flagrantes de la soberanía de los estados y sus pueblos.

Es muy fácil informaros en internet. Decídselo a vuestros amigos, pasad el e-mail a cualquiera que pueda estar interesado, yo que sé. Se nos están comiendo vivos... La gente tiene que saberlo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Flagrante confesionalidad en escuelas públicas en Benicarló (Castellón)



Con motivo de unas fiestas religiosas de la comarca, el 25 de noviembre de 2011, viernes, están programadas sendas misas católicas, en horario lectivo, en los dos centros públicos de Infantil y Primaria del municipio de Benicarló (Castellón).
Por otro lado, se obliga tanto a las como al alumnado y al profesorado de los centros a que expresen públicamente su asistencia o no a tales actos confesionales católicos, incluso con manifiestas coacciones.
Dado que todo ello constituye una vulneración del principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones, así como de algunos de los derechos incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y de los Derechos del Niño y de la Convención de la Infancia, Europa Laica ha remitido comunicación oficial al Consejero de Educación, Formación y Empleo de la Comunidad Valenciana, D. José Ciscar Bolufer, a fin de que dicha Consejería anule esos actos confesionales en los centros públicos antedichos, en aplicación del principio de neutralidad religiosa que debe cumplir toda institución del Estado y como garantía constitucional del derecho a la libertad de conciencia.

La carta del Presidente de Europa Laica, D. Francisco Delgado, al Consejero de Educación, Formación y Empleo de la Comunidad Valenciana, es la siguiente: 

C:\Documents and Settings\Usuario\Escritorio\logo europa laica\europalaica 2x2.TIFEuropa Laica                                    
presidente@europalaica.com – c/ Seco 3.Esc. B,  5º. 7 - 28007 MADRID - Teléfono: +34.670556011

URGENTE
Madrid, 24 de noviembre de 2011

Honorable Sr. D. JOSE CISCAR BOLUFER
Consejería de Educación, Formación y Empleo
Av. Campanar, 32 46015 - VALÈNCIA
COMUNIDAD VALENCIANA

Estimado Consejero

Hemos recibido diversas denuncias de la comunidad educativa de Benicarló, en Castellón, en el sentido de que cómo consecuencia de unas fiestas religiosas de la comarca, en horario lectivo, se van a celebrar misas en los dos centros de infantil y primaria de dicho municipio el viernes 25 de noviembre. Además se obliga a las familias (y alumnado y profesorado) a que expresen públicamente su conformidad o no a la asistencia a dicho acto religioso, incluso con manifiestas coacciones.

Estimamos que es una vulneración total de diversos principios constitucionales, de la LOE y de la Declaración de los Derechos Humanos, y de los Derechos del niño y de la Convención de la Infancia.

Le solicitamos que se anulen dichos actos en los centros y en horario lectivo y que aplique por esa Consejería la neutralidad en materia religiosa y se garantice escrupulosamente el derecho a la libertad de conciencia.

Esperamos su toma en consideración administrativa y política de esta petición y su amable contestación, si lo estima adecuado. Por nuestra parte haremos, en su caso, una difusión amplia de los hechos si se producen y, si fuera necesario, y en última instancia, acudiríamos a los tribunales de justicia para que se garantice la ley.

Atentamente.
                          Francisco Delgado. Presidente.
                                   Tel 670556011
                                   presidente@europalaica.com







miércoles, 23 de noviembre de 2011

Yo acuso (Zola)

Artículo de A. Piazuelo publicado hoy en Izquierda Digital


En una época de profunda crisis social y económica la Iglesia católica española recibe religiosa y puntualmente del Estado su financiación, sin ningún tipo de recorte.
Ha sido la convocatoria de elecciones y sus sondeos los que  ¡por fin! Han permitido que se incluya en el programa electoral de mi partido, el PSOE, un ligerísimo control a la Iglesia católica, por la forma en que está actuando con suelos, fincas y propiedades en el país, sin que nadie diga ni haga nada.  Sólo la Comunidad Autónoma de Navarra y algún pequeño ayuntamiento.
Unos cuantos datos:
Los acuerdos con el Vaticano- renovados siempre al alza en 1975, 1981 y 1995-, las aportaciones económicas de distintos ministerios y de las comunidades autónomas, podrían haber supuesto unos ingresos para la iglesia católica de alrededor de 6.800 millones de euros, que se destinan a fines privados. Tiene además importantes privilegios, como los hipotecarios, ya que las exenciones tributarias han supuesto una falta de ingresos por parte de las diferentes administraciones del Estado de unos 900 millones de euros. Por tanto se puede decir que la iglesia católica española no sufre la crisis, ya que en nuestro país la iglesia católica es además propietaria de un enorme patrimonio en bienes mobiliarios, inmobiliarios, suntuarios y culturales, muy superior al del  propio Estado. Además, de forma legítima, recibe también donaciones directas de sus fieles y se nutre de los beneficios de sus innumerables y a veces suculentos negocios de todo tipo y actividad.
La exención tributaria es, cuando menos, una prebenda que pertenece a épocas pasadas y que no tiene en la actualidad ninguna justificación. La iglesia católica no declara a Hacienda por los sueldos del clero, no paga impuesto de transmisiones ni por actos jurídicos documentados. No paga impuestos de sociedades, ni IVA, ni IBI ni IRPF.   ¿Cuántos euros deja de ingresar el Estado por esto?
Con los impuestos de todos se paga a 32.000 curas y a 15.000 profesores de religión que eligen los obispos de cada diócesis. Con dinero público se pagan los colegios concertados y los seminarios. Además, toda la restauración de su patrimonio corre a cuenta del Estado. Los obispos, algunos políticos y una parte de la sociedad sostienen que el Estado gastaría mucho más si tuviera que atender por su cuenta, a estas obligaciones educativas o asistencias. Eso es una opinión-trampa, ya que el Estado podría hacerlo directamente o con concesiones a entidades no religiosas, generando más riqueza social y más puestos de trabajo, aunque tuvieran un mayor costo económico. En cuanto a la actividad “social” de la iglesia católica, es el argumento más falaz, un feroz ejercicio de cinismo. La iglesia paga nada, poco o mal a muchos de sus trabajadores. 
No se entiende entregar dinero a una parte de la población, que asegura ser poseedora de la única fe auténtica, ya que el objetivo de cualquier democracia debiera ser preservar la libertad de conciencia, respetando las creencias particulares de cada individuo, y no dotar de fondos y más fondos a una organización que nada en la opulencia en medio de una profunda crisis social y económica.
Estos datos deberían servir para que en un país constitucionalmente laico, un partido laico reflexionara y actuara en consecuencia.

Antonio Piazuelo,
ex diputado en el Congreso de los Diputados y en las Cortes de Aragón por el Partido Socialista Obrero Español

Resistiré... El Intermedio

Tras el 20-N

Artículo publicado hoy en El Perióico de Aragón
La primera conclusión tras las elecciones del pasado domingo ha de ser optimista: tocado fondo, cualquier variación a partir de ahora será una mejora. Desde el respeto a los resultados electorales, el cambio propugnado por el PP durante su campaña no deja de ser un brindis al sol, pues seguirán mandando los mismos especuladores financieros que nos están conduciendo, de victoria electoral en victoria electoral, hasta la ruina total. Los griegos y los italianos han cambiado de gobierno al dictado del FMI, los mercados y los sátrapas de Bruselas, pero a los españoles nos han edulcorado la cucharada de aceite de ricino que tomamos obligatoriamente desde hace unos años: habemus Praesidentem, viva la democracia, viva la dictadura de los mercados financieros.
Sabemos que en pocas semanas van a menudear las discusiones y los reproches sobre los recortes en gastos sociales (educación, sanidad, dependencia…), lo que conllevará que siga sin hablarse de la verdadera naturaleza del problema: van en aumento las operaciones financieras ficticias en beneficio de los capos de las finanzas (4 billones de dólares diarios solo en los mercados de divisas y 700 billones de dólares en los mercados de derivados); crece el subdesarrollo social español en comparación con la media de los países de la UE-15 (1.400 personas, es decir, el 0,0034% de la población española, controlan recursos equivalentes al 80,5% del PIB); desciende el poder adquisitivo de la clase trabajadora; se amplían las cuentas en paraísos fiscales y el número de personas ricas, etc. Todo ello es síntoma del expolio económico, político, social y cultural que “los mercados” están perpetrando en nuestro país  y en el mundo. Pero de eso no se habla, contra eso no se actúa, y el estado de bienestar va escapándose de nuestra sociedad como arena entre los dedos.
Repetirán los ganadores hasta la saciedad que ellos no tienen la culpa de nada y hacen lo que pueden. Antonio Fraguas, “Forges”, nos regalaba el jueves pasado una lúcida viñeta, premonitoria del futuro cercano, en la que se leía “Porra excelsa. El bonito juego de la esperada frase”. A continuación se daba a elegir entre uno, veinte y sesenta segundos, tras leer la frase: “Monte una animada porra con sus familiares/amigos para acertar cuánto tardará el vencedor teórico del día 20, una vez conocida su victoria, en decir la frase: Hemos sido engañados. La herencia es mucho peor de lo que nos informaron”. Así es, así será, hasta que se logre algo positivo, en cuyo caso se deberá solo a méritos propios.
El 20-N ha remachado también lo enormemente injusta que es la actual ley electoral. Principalmente IU y UPyD (147.162 y 221.068 votos, respectivamente, les cuesta cada diputado) contrasta con Amaiur y PP (47.700 y 55.776 votos, respectivamente, por cada diputado. Lo más grave, sin embargo, no es la merma de representatividad de la ciudadanía mediante el sistema d´Hondt, sino la falta de voluntad de cambiar esta antidemocrática irregularidad por parte de los dos partidos mayoritarios y los partidos nacionalistas que se benefician del mismo.
 Mientras, la izquierda ha tenido ocasión de atisbar cuál es el camino a seguir: recuperar sus signos de identidad y ponerse coherentemente en acción. Deben  recordar que sus antecesores, teóricos y fundadores tuvieron la valentía de presentar ante la nación y el pueblo las utopías que dan fuerza y esperanza para luchar, para oponerse a los explotadores del pueblo y para conquistar el bienestar y los derechos cívicos, sociales y culturales: igualdad, libertad, pacifismo, plenos derechos políticos, sociales y laborales, socialismo, socialización de los recursos económicos y productivos, y un largo etcétera más.
Proponer utopías no es proponer lo imposible, sino lo óptimo, y sin utopías la izquierda renuncia a su propia identidad. La utopía no está vinculada con lo imposible o lo irrealizable, sino con el desarrollo último, perfecto, óptimo y cabal de un ser o de una realidad. La utopía no consiste en un mundo de sueños imposibles y al margen de la realidad, sino en la aspiración que todos tenemos a la realización plena de nuestras ideas y valores (amor, política, sociedad, trabajo, vivienda, educación, ocio, etc.).
Hay que revisar el concepto mismo de propiedad privada, el desvarío social de que existan determinadas fortunas y determinados privilegios, la confesionalidad del Estado, así como reivindicar la plena igualdad entre hombres y mujeres, la regulación y control de las transacciones financieras, la supresión de los paraísos fiscales, hacer que los que más tienen contribuyan con sus impuestos de igual modo y en la misma cuantía que otros países europeos socialmente avanzados (el gasto público social en España es solo el 72% del promedio de la UE-15, mientras que los ricos y la banca y gran patronal en España pagan en impuestos solo el 20% de lo que pagan sus homólogos en Suecia).
 (Permítaseme decir, por último, que No Pasarán).

lunes, 21 de noviembre de 2011

La obsesión sexual del señor Ratzinger


A publicar próximamente en Izquierda Digital


El señor Ratzinger ha visitado África y en la segunda jornada del viaje nos ha dejado una de sus particulares perlas: según él, el sida es sobre todo un problema ético. Según la OMS, 22,5 millones de subsaharianos están infectados del VIH (el 68% del total de infectados en el mundo). Ante esta panorama, Ratzinger no solo declara la ineficacia de la información sexual y rechaza la distribución de preservativos, sino que afirma que con los preservativos “aumentan los problemas”. Ciertamente, reconoce que esta enfermedad tiene una dimensión médica y farmacéutica, pero insiste en que sobre todo exige “una respuesta ética”.
Como ya escribí hace algún tiempo en estas mismas páginas, al mundo católico y vaticano le interesa primordialmente la moral que concierne a las personas de cintura para abajo. Para no infectar y no ser infectado, el personal sanitario usa ropas, mascarillas y guantes, sin que nadie ponga el menor reparo. Pero caerán el azufre y el plomo del infierno sobre todo aquel que se coloque un condón o un dispositivo intrauterino, o tome píldoras o se ponga parches anticonceptivos, o realice un coito que no sea vaginal o el líquido seminal no se derrame dentro de la vagina, o la relación sea homosexual, o se realice el acto sexual con demasiado deseo, o se proporcione uno a sí mismo el placer sexual mediante caricias según el ritmo y el gusto del usuario, o…
La SICAR (Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana) ha condenado, entre otras muchas cosas, el comunismo, el socialismo, el pensamiento ilustrado, el modernismo, la masonería, etc. En su inmensa ignorancia y entre una mastodóntica lista de libros prohibidos, ha prohibido también algunos libros o la obra completa de  Copérnico, Galileo, Balzac, Víctor Hugo, Spinoza, Hume, Kant, Gide, Schopenhauer, Marx, Nietzsche, Freud o Bergson. Y en su delirio dogmático, ahora aparece un hombre, ya anciano, especialista en reprimir el librepensamiento entre los suyos y consolidar la intolerancia en el mundo, proclamando, en medio de la tragedia de 22,5 millones de seres humanos infectados de sida, que "la única vía eficaz para luchar contra la epidemia es la humanización de la sexualidad, (…) una renovación espiritual", destinada "a sufrir con los sufrientes". Es decir, abstinencia sexual y mucha oración, que al cabo de una media hora el deseo disminuirá…
Ratzinger y toda la SICAR que le sigue son cómplices a sabiendas de nuevos contagios. Los eunucos por el reino de los cielos, como dice la teóloga católica Uta Ranke-Heinemann en un libro de igual título, quieren llevar a millones de seres humanos a su mundo de infelicidad, de represión, de nihilismo. Como dice Nietzsche, tienen rencor a la vida, a la vez que la vida les espanta, dicen defender la vida, pero no saben de lo que hablan. Así, la historia de la moral católica está compuesta por y de varones célibes que no pueden ocultar su animadversión por el placer, la sexualidad y las mujeres.
Son víctimas de la pandemia de temor a la vida y a la sexualidad; por eso reprimen tanto: de tanta represión que llevan acumulada. Por eso mismo parece no importarles que aumente ahora en África la pandemia del sida. El sida ha dejado de ser ya un problema en el mundo occidental.
Malditos sean.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Hoy, "jornada de reflexión"


GRACIAS

Mi sincero y cordial agradecimiento a Angel Ramírez, la librería Anonima y a cada un@ de l@s asistentes ayer a la presentación en Huesca de "Sonrisas y lágimas /con algún que otro bostezo) en la escuela". Fue un acto magnífico y entrañable. GRACIAS.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La insoportable levedad del maquillaje de la ética

Publicado hoy en ATTAC Mallorca
La justicia económica, global y/o local, debe asentarse sobre el concepto mismo de justicia, que, a su vez, adquiere su pleno sentido en el marco general de la ética. Asistimos desde hace tiempo a un deterioro constante de la ética más elemental, basada sobre los derechos humanos fundamentales. La conciencia de muchas personas se adormece paralelamente, como si esa degradación ética social no fuera con ellas, creándose simultáneamente una insensibilización que parece proteger contra cualquier apelación moral a la conciencia personal y colectiva.
Grecia e Italia cambian de gobierno sin pasar por las urnas y sin que la ciudadanía haya tenido la oportunidad de manifestar su parecer (también ético) ante este atropello democrático. De paso, en la mente de muchos va calando subliminalmente la idea de que no deben afrontar una crisis los legítimos representantes del pueblo, del que procede todo poder, sino los dictados de organismos tan sospechosamente parciales como el FMI, el Banco Mundial, el Banco central Europeo o algunas agencias de calificación. 
A propósito de las agencias de calificación, Bruselas se descuelga ahora con que los inversores que se sientan engañados por los informes de este tipo de agencias (Standard & Poor´s, a la cabeza) podrán denunciarlas ante los tribunales de justicia, así como pedir indemnizaciones por daños y perjuicios. En el fondo, pura palabrería: la palabra de algunas agencias de calificación es tomada como si procediera de algún libro sagrado y los gobiernos se cuidan de irritar a “los mercados” con medidas disciplinarias contra tales agencias de calificación, a su servicio cual estratégicos instrumentos de su política de expolio al pueblo.
Contra esta táctica de interesados hechos consumados, presentados como productos de alguna mano invisible, la ciudadanía se manifiesta y protesta en todo el mundo, por lo que es objeto de la contundente respuesta de las fuerzas del “orden” (acorde y concorde con el orden exigido por los mercados). Como botón de muestra, la policía estadounidense ha desmantelado recientemente cuatro campamentos y detenido a más de setenta personas del movimiento Ocupa Wall Street. Por lo mismo, el movimiento 15-M puede ir preparándose en la semana anterior al 20-N y en los meses posteriores, pues corren el riesgo de ser sistemáticamente aplastados por la mayoría absoluta de las fuerzas más conservadoras del país y sus medidas tendentes al orden y la seguridad.
Pues bien, una semana antes las elecciones,  la ministra de Economía y Hacienda se descuelga con un rutilante brindis al sol, al exigir más lucha contra el fraude fiscal para cuadrar el déficit y comunicar que la Agencia Tributaria está estrechando el control sobre el impuesto de sociedades. Huelga cualquier comentario…
Se está perdiendo en el mundo no solo algún referente ético básico, basado en los derechos humanos fundamentales, sino también el rubor por poner de manifiesto actitudes morales contrarias. Así, Michele Bachmann, reina de los mares del Tea Party, proclamaba hace unos días que, si fuese Presidenta norteamericana, no tendría el menor reparo en usar la técnica de tortura de ahogamiento simulado (waterboarding). Como justificación de semejante aberración moral, adujo la eficacia en la lucha contra el terrorismo.
El maquiavelismo político le parece al conservadurismo del país más poderoso del mundo demasiado contemporizador con el enemigo y prefiere la chapucera apelación a un supuesto patrioterismo instaurado sobre el principio de que cualquier fin cercano a sus intereses justifica los medios. El país al que más se le llena la boca de democracia, libertad y libertades queda así convertido en el tópico elefante que entra en una cacharrería. Y no solo es Michele Bachmann, sino también seis de los ocho candidatos republicanos que aspiran a la Casa Blanca, los que son igualmente partidarios de la utilización de la tortura. Prescinden de lo que ocurre en los sótanos de su casa y para ellos el enemigo a combatir son esos ambiguos molinos de viento denominados “terrorismo internacional” y su enemigo común, Obama.
Por si fuera poco, unidades de élite de la Policía Militar, Civil y federal de Brasil, apoyadas por tanques y helicópteros de combate, ocupan militarmente durante la noche las favelas de Rocinha, Vidigal y Chácara do Céu en Río de Janeiro. Esas favelas donde malviven, hacinados desde hace decenas de años, cientos de miles de seres humanos molestan sobremanera a los señores de los negocios y del dinero del país. ¿Por qué ahora y no antes? Lo quieren revestir de éxito de la lucha contra el narcotráfico afincado en las favelas, pero es sobre todo un lavado de cara en una ciudad que será sede de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y la Copa del Mundo de Fútbol de 2014. El hambre, la roña y la miseria deberán únicamente afincarse en otro sitio, apartados de las miradas de los turistas y visitantes.
Mientras, la angustiosa travesía de 4.000 kilómetros por Méjico de las mujeres migrantes centroamericanas hacia Estados Unidos está repleta de todo tipo de abusos, principalmente sexuales (entre seis y ocho mujeres son violadas en su paso por México). ¿Saldrá alguna vez la noticia al menos en algún telediario?
Y para colmo, Estados Unidos se añade explícitamente a las amenazadoras advertencias de ataque militar contra Irán, acusado de fabricar armas nucleares. Además de Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña, partidarios sin ambages de perpetrar tal agresión militar, quieren agregar a esta enésima “guerra preventiva” a Rusia y China. Es decir, los mayores fabricantes y poseedores de armamento nuclear, químico y biológico se proponen atacar a un país por el mero hecho de que quizá pueda estar en trance de fabricar alguna bomba atómica. Autoridades norteamericanas señalan como único culpable el “comportamiento iraní” e Israel  va lanzando mensajes de que puede atacar Irán por su cuenta. (Huele a petróleo…).

Por qué y para qué voy a votar


 
A cuatro días de las elecciones generales, quiero pensar que mi país tiene futuro. Por eso iré el domingo a votar, incluido mi voto en blanco para un Senado inútil, que debería quedar suprimido de  nuestra Constitución.
Dicen las encuestas que ganará la derecha más conservadora frente a la derecha fáctica hasta ahora gobernante. En realidad, a unos y otros les  dictan las órdenes quienes cada vez tienen menos vergüenza de mostrarse como los verdaderos amos del cotarro.
Votaré para que haya políticos que no confundan evitar el despilfarro con recortar gastos sociales. Si se pide austeridad, tengo derecho a exigir que se corten de raíz el derroche y la ostentación de jets privados y mansiones de lujo por parte de los ricos. Y cuando se hable del sacrosanto derecho a la propiedad privada le responderé que no es lo mismo una propiedad obtenida mediante un trabajo honrado y digno que la propiedad producto de los privilegios y las prebendas, de la rapiña y la explotación, así como también de la secular holgazanería de nobles y clérigos. Por eso votaré el próximo domingo.
No vi los debates preelectorales televisados: me niego a repetir el dejà vu de las preguntas y respuestas archisabidas dentro de un marco esclerotizado y encorsetado. Sin embargo, supe por la prensa que ni siquiera rozaron cómo salir de una crisis diseñada por los señores del dinero, por los banqueros, por los controladores del chanchullo financiero. Tampoco manifestaron voluntad alguna de someter a regulación el mundo de las transacciones financieras mediante impuestos y tasas que redunden en beneficio del pueblo o de erradicar y perseguir penalmente los paraísos fiscales. Con su silencio evidenciaron que son marionetas en manos de las grandes empresas y las finanzas, que seguirán cumpliendo las directrices del BCE y del FMI, es decir, del doctrinario neoliberal asumido sin paliativos y sin anestesia.
Mi voto quiere ser un voto defensivo frente a la avalancha de agresiones que padece desde hace años la ciudadanía. Algunos biempensantes declararon en su día obsoleta y rancia la lucha de clases, pero en realidad son los señores del dinero y de las finanzas quienes la sostienen y ejecutan: con su política económica agresiva, devastan los derechos laborales, sociales y culturales del pueblo, no dan tregua al retroceso del estado de bienestar, todo les parece poco a la hora de esquilmar en gastos sociales, salarios y desempleo. Con mi voto deseo así también que los sindicatos despierten de su modorra y la ciudadanía tome conciencia activa de la necesidad de oponerse a tanto expolio.
Votaré por una banca publica, una sanidad pública, una escuela pública, por la gestión pública y honrada de los recursos de todos. Llamaré fulero y embaucador a quien pretenda hacernos creer que lo privado funciona mejor que lo público. Apoyaré a quien lleve a tribunales a todos esos políticos irresponsables que en el pasado han privatizado empresas y blancos públicos en beneficio de unos pocos.
Seguirá entristeciéndome ver que una parte de un pueblo mordido por la crisis y la incertidumbre baila y ríe al festejar la enésima boda de una duquesa dueña de comarcas, provincias, tesoros artísticos y montañas de dinero e inmuebles. Me preguntaré hasta cuándo el cínico maquiavelismo de algunos políticos y grupos políticos que pasean sus bandas y sus galas en procesiones y misas confesionales, que tan poco respeto tienen en los espacios públicos al principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones.
Votaré para que una considerable parte de las prestaciones sociales a los estratos sociales más desfavorecidos dejen de plantearse en términos de beneficencia y caridad, pues todo ello es competencia y obligación del Estado y sus gestores democráticamente elegidos. Votaré por que la última etapa de cada vida sea confortable, discurra sin sobresaltos y sea objeto de los cuidados y atenciones a los que tienen derecho.
Quiero decirles con mi voto a los vencedores que respetaré el resultado, pero también que No Pasarán. Que somos muchos los que jamás renunciaremos a que nuestro país sea un república social, laica y democrática. Los que sacrificaron su bienestar e incluso sus vidas por la legalidad, la democracia y los derechos humanos frente al golpismo y la dictadura jamás serán olvidados. Por eso votaré también con ellos y por ellos.
Quienes salgan elegidos en las urnas representan al pueblo, del que exclusivamente procede todo poder, pero lamentablemente hasta ahora me han representado bastante mal. Espero que rectifiquen pronto, pues, aunque no lo crean, también la paciencia del pueblo tiene un límite.
Votando eso y así, al menos tendré derecho a ahuyentar de mí tanta basura y sabré también que otros muchos seres humanos comparten las mismas sendas y se dirigen hacia los mismos horizontes.  

martes, 15 de noviembre de 2011

lunes, 14 de noviembre de 2011

A eso también lo llaman democracia, ¿o no?


Ante el 20-N

Publicado hoy en Izquierda Digital


Hemos logrado otro récord: según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en los inicios de 2011 la cifra de desempleados en el mundo ha alcanzado los 205 millones de desempleados en el mundo. Eso no es producto del azar ni de alguna “mano mágica” ni de la mala suerte, sino de un plan diseñado por los señores del dinero y de las finanzas.
 Ante el 20-N, quiero pensar que mi país y el mundo tienen futuro, a pesar de tanta ave de rapiña, de tanto animal carroñero. Por eso iré a votar, incluido mi voto en blanco para un Senado inútil, que debería quedar suprimido de  nuestra Constitución.
Dicen las encuestas que ganará la derecha más conservadora frente a la derecha fáctica hasta ahora gobernante. En realidad, a unos y otros les  dictan las órdenes quienes cada vez tienen menos vergüenza de mostrarse como los verdaderos amos del cotarro. Aumenta el número de personas que tienen al menos un millón de dólares (un 8,3% más que los 10,9 millones de personas del 2010), es decir, que el 0,16% de la población mundial posee el 66% de los ingresos mundiales anuales). Soy una hormiga frente a semejante mastodonte capitalista, pero cientos de millones de hormigas conforman una marabunta capaz de acabar con él.
Votaré para que haya políticos que no confundan evitar el despilfarro con recortar gastos sociales. Si se pide austeridad, tengo derecho a exigir que se corten de raíz el derroche y la ostentación de jets privados y mansiones de lujo por parte de los ricos. Y cuando se hable del sacrosanto derecho a la propiedad privada le responderé que no es lo mismo una propiedad obtenida mediante un trabajo honrado y digno que la propiedad producto de los privilegios y las prebendas, de la rapiña y la explotación, así como también de la secular holgazanería de nobles y clérigos. Por eso votaré el próximo domingo.
Votando, quiero rebelarme contra el hecho de que los beneficios en 2010 de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en Bolsa fueron de 51.613 millones de euros (un 24,7% más que el año anterior), mientras que los salarios perdieron 2 puntos porcentuales de poder adquisitivo (un 1% de subida frente al 3% de la tasa de inflación). Votando, maldeciré esta estafa perpetrada contra el pueblo, contra la clase trabajadora.
No vi los debates preelectorales televisados: me niego a repetir el dejà vu de las preguntas y respuestas archisabidas dentro de un marco esclerotizado y encorsetado. Sin embargo, supe por la prensa que ni siquiera rozaron cómo salir de una crisis diseñada por los señores del dinero, por los banqueros, por los controladores del chanchullo financiero. Tampoco manifestaron voluntad alguna de someter a regulación el mundo de las transacciones financieras mediante impuestos y tasas que redunden en beneficio del pueblo o de erradicar y perseguir penalmente los paraísos fiscales. La mayoría de los bancos y de las grandes empresas (28 de las 35 mayores) utilizan los paraísos fiscales para facilitar la evasión fiscal y los delitos económicos de sus clientes. Con su silencio evidenciaron que son marionetas en manos de las grandes empresas y las finanzas, que seguirán cumpliendo las directrices del BCE y del FMI, es decir, del doctrinario neoliberal asumido sin paliativos y sin anestesia.
Mi voto quiere ser un voto defensivo frente a la avalancha de agresiones que padece desde hace años la ciudadanía. Algunos biempensantes declararon en su día obsoleta y rancia la lucha de clases, pero en realidad son los señores del dinero y de las finanzas quienes la sostienen y ejecutan: con su política económica agresiva, devastan los derechos laborales, sociales y culturales del pueblo, no dan tregua al retroceso del estado de bienestar, todo les parece poco a la hora de esquilmar en gastos sociales, salarios y desempleo. Con mi voto deseo así también que los sindicatos despierten de su modorra y la ciudadanía tome conciencia activa de la necesidad de oponerse a tanto expolio.
Votaré por una banca publica, una sanidad pública, una escuela pública, por la gestión pública y honrada de los recursos de todos. Llamaré fulero y embaucador a quien pretenda hacernos creer que lo privado funciona mejor que lo público. Apoyaré a quien lleve a tribunales a todos esos políticos irresponsables que en el pasado han privatizado empresas y blancos públicos en beneficio de unos pocos.
Seguirá entristeciéndome ver que una parte de un pueblo mordido por la crisis y la incertidumbre baila y ríe al festejar la enésima boda de una duquesa dueña de comarcas, provincias, tesoros artísticos y montañas de dinero e inmuebles. Me preguntaré hasta cuándo el cínico maquiavelismo de algunos políticos y grupos políticos que pasean sus bandas y sus galas en procesiones y misas confesionales, que tan poco respeto tienen en los espacios públicos al principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones.
Votaré para que una considerable parte de las prestaciones sociales a los estratos sociales más desfavorecidos dejen de plantearse en términos de beneficencia y caridad, pues todo ello es competencia y obligación del Estado y sus gestores democráticamente elegidos. Votaré por que la última etapa de cada vida sea confortable, discurra sin sobresaltos y sea objeto de los cuidados y atenciones a los que tienen derecho.
Quiero decirles con mi voto a los vencedores que respetaré el resultado, pero también que No Pasarán. Que somos muchos los que jamás renunciaremos a que nuestro país sea un república social, laica y democrática. Los que sacrificaron su bienestar e incluso sus vidas por la legalidad, la democracia y los derechos humanos frente al golpismo y la dictadura jamás serán olvidados. Por eso votaré también con ellos y por ellos.
Quienes salgan elegidos en las urnas representan al pueblo, del que exclusivamente procede todo poder, pero lamentablemente hasta ahora me han representado bastante mal. Espero que rectifiquen pronto, pues, aunque no lo crean, también la paciencia del pueblo tiene un límite.
Votando eso y así, al menos tendré derecho a ahuyentar de mí tanta basura y sabré también que otros muchos seres humanos comparten las mismas sendas y se dirigen hacia los mismos horizontes.  

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Pero qué es eso de "infinito"?

Publicado hoy en Izquierda Digital


Vengo observando que de vez en cuando se sigue utilizando “infinito” con pretensiones de denotar algo real. Viene, por ejemplo, atribuido a la divinidad, al deseo y a otras cosas variopintas más. Sin embargo, infinito o infinitud son términos estrictamente negativos: denotan que algo no es limitado, no es finito, no tiene fin o  límites. Es decir, nada dicen sobre el mundo real, pues para hablar propiamente de infinito sería preciso tener la capacidad de ir más allá del límite para comprobar que algo excede toda suerte de límite, lo cual es imposible, además de un contrasentido.
Una licencia para hablar de “infinito” la tiene la poesía, que no tiene pretensiones de explicar el mundo. Otra, la matemática, pero esto es ya harina de otro costal: el concepto de infinito aparece en varias ramas de la matemática (en geometría, en análisis matemático y en los números ordinales y cardinales dentro de la teoría de conjuntos). Ahora bien, si nos salimos de la matemática, abordar lo “infinito” equivale, pues, solo a meternos en el mundo de la poesía (la teología ni es ciencia ni es poesía ni es nada, salvo un cúmulo de pseudoproposiciones).
Ni que decir tiene que la experiencia natural del ser humano es siempre limitada. Vivimos rodeados de una determinada gente, variamos de situación, cambiamos de amigos o de actividad, tenemos un comienzo y un final. En otras palabras, nada ni nadie se salva de que el límite lo circunscriba. Cuando Ortega afirma que "yo soy yo y mis circunstancias" está sosteniendo que el límite nos define.  
La limitación, la finitud, no es, pues, una carga o un inconveniente con el que el ser humano debe apechugar, sino la entraña misma de su ser. Incluso la mejor de las relaciones con un amigo o un ser querido nos crea tarde o temprano una sensación de limitación a la hora de conocerlo, valorarlo y apreciarlo, también de aguantarlo... El otro es otro, frente a mí, me  impone su barrera, se manifiesta como lo no-yo, como lo otro. Nada hay en el universo que no sea limitado, por mucho que las magnitudes o las distancias macro- y microcósmicas que le aplicamos sean enormes.
Los seres humanos, como cualquier ser del universo, somos limitados por naturaleza. Nuestra limitación es también selectiva, está encaminada a posibilitarnos vivir y sobrevivir bien. De hecho, carecer de limitaciones sería un estorbo: nuestros órganos sensoriales, todo nuestro organismo, requieren una adaptación determinada -limitada- a las necesidades concretas de nuestra especie. Sin embargo, podemos también ampliar la gama "natural" de nuestras posibilidades: inventamos artilugios para captar rayos infrarrojos o rayos X, para transmitir y recibir imágenes o mensajes a enormes distancias, para poder vivir en cualquier medio, para mejorar la calidad de nuestras formas de vida (aunque también a veces para echarlas a perder o empeorarlas).
Fácil es concluir, pues, que "la ilimitación", la "infinitud" es una suerte de quimera, expresable sólo en negativo. Es decir, aunque estas palabras pretenden significar unas realidades sumamente inconmensurables, si nos paramos a pensarlo bien, tienen un carácter difuso, indefinido, que nada dicen o aclaran. 
Por ejemplo, al declarar al dios de turno un ser infinito (infinitamente bueno, sabio, poderoso…), se está afirmando -de hecho- que las cualidades de esa presunta entidad exceden nuestra experiencia, mas no se aclara o se explica qué es eso de "infinito". Cuando alguien afirma, pongamos por caso, que su dios es "infinitamente sabio" pretende decir dos cosas distintas y complementarias: a) adjudicarle algo que le parece bueno y admirable (la sabiduría, conocida y experimentada solo como algo limitado); b) reconocer su incapacidad para describir la naturaleza y el alcance concretos y reales de tal supuesta sabiduría infinita. Es decir, nada dice, nada expresa, nada denota.
Vivimos necesariamente la experiencia del límite. Nuestros ojos establecen en cada caso y situación los límites del horizonte. Nuestra mente está fijada y determinada por la educación, el medio, la cultura y los condicionamientos que nos han ido afectando desde el primer momento de existencia. El centro del mundo es el centro de nuestras vivencias, y lo demás -lo otro- va difuminándose en círculos concéntricos, a medida que se aleja de nuestra experiencia. De hecho, cada uno entiende la vida según el color del cristal con que la mira, y cada uno interpreta la "realidad" de una manera concreta, según su formación, su cultura y sus ganas incluso de pensar (incluso hay quien vive -¿la mayoría?- tranquilamente, sin la necesidad de plantearse qué entiende por infinito).
Siguiendo la estela de Kant, percibimos, sentimos y entendemos el mundo y la vida en un tiempo y un espacio. Es decir, nos resulta imposible captar algo del mundo sin espacio. Y el espacio es un límite, es el límite por antonomasia. Captamos además el espacio en tres dimensiones. Somos tridimensionales. Por lo mismo, nosotros, tridimensionales, ni siquiera podemos imaginar en qué consistiría la cuarta dimensión, por mucho que hable de ella la ciencia-ficción o la estudien algunas de las denominadas "geometrías alternativas", como la de Riemann.
"Lo infinito", pues,  atribuido a la divinidad o a cualquier cosa, ser o entidad, es como no decir nada en absoluto, sobre todo porque tal aserción resulta irrefutable e inverificable tanto para quien se lo cree como para quien no se lo cree.
Sin embargo, más allá de las creencias de cada uno, a la hora de definir el concepto de infinito (si es que se tiene la intención al menos de hablar de asuntos que se tienen por más o menos reales), deberíamos tener siempre presente la recomendación de Ludwig Wittgenstein de ser muy cautos en el uso del lenguaje: aquello que no se puede pensar tampoco se puede decir y aquello que no se puede decir tampoco resulta pensable. Y, concluye Wittgenstein, “de lo que no se puede hablar, mejor es callar”.