viernes, 4 de mayo de 2007

Historias extraterrestres



Gurb, mi amigo extraterrestre, saboreaba una tapa de berenjena rellena en un bar de la zaragozana Plaza San Miguel y, nada más verme, se puso de un pesado subido, pues de lo único que quería hablar era del estudiante surcoreano de Virginia y de sus 32 víctimas abatidas a tiros.

“No entiendo nada”, me dijo Gurb, “que un loco asesine a 32 personas con un fusil es, sin duda, una lamentable salvajada, pero me parece también una exageración reducir las noticias de tu planeta exclusivamente a estos acontecimientos”. Y mientras se limpiaba la boca con una servilleta de papel sin dejar de masticar a dos carrillos, Gurb me recordó por enésima vez lo que tantas veces ya me había repetido antes: asesinan a 32 en USA y ponemos las banderas a media asta, además de dedicar buena parte de las noticias al hecho, pero cada dos segundos muere un niño de hambre en nuestro planeta y lo más que hacemos es comprar un cupón de la ONCE, a ver si por fin podemos renovar la cocina y comprarnos el televisor de plasma. “No entiendo nada, de verdad”, insistió Gurb después de pedir otra caña.

Gurb es un pesado, siempre está hablando de lo mismo, pero también hay que comprenderlo: es un extraterrestre, un lúcido e ingenuo extraterrestre. Me estuvo contando en aquel bar de la Plaza San Miguel que un planeta donde viven una minoría preocupada fundamentalmente por la hipercolesterolemia y una mayoría amenazada permanentemente por la anemia, cuando no por la muerte, no deja de ser una monstruosidad de planeta. Y que tampoco entiende que el 20 % de la población mundial reciba el 83 % de los ingresos mundiales. “35.000 niños mueren y seguirán muriendo de hambre, y cada 24 horas 70.000 seres humanos van al hoyo por no comer, sin que el hecho merezca un solo segundo de los telediarios”.

Y Gurb siguió hablando de que resulta condenable que 600.000 iraquíes hayan muerto tras la invasión norteamericana de Irak y de que 130 millones de niños de los países subdesarrollados no tienen escuela, pero que el único “consejo publicitario” que está viendo en la plaza es que llevemos a los niños hijos a una hamburguesería, pues si piden un hiperMac les regalan un muñeco de plástico la mar de mono de la última peli de Disney.

Y con una inquietante sonrisa, me lanzó la última pregunta: “Por cierto, ¿sabes algo de aquel asunto del ántrax, de las graves secuelas para la salud por utilizar bombas con uranio empobrecido o de las vacas locas o de las patrañas conspiratorias del 11-M?”.

Y el extraterrestre Gurb desapareció. Como siempre, fue Eduardo Mendoza quien se hizo cargo de la cuenta.

1 comentario:

  1. Ciertamente el extraterreste Grub (¿o era Gurb?) no es un miembro activo del PP, ya que "para los españoles los mayores motivos de preocupación son las listas de ANV, el 11-M y Batasuna". (Rajoy dixit).

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