martes, 3 de febrero de 2009

Maldición en nombre de Eluana


Eluana Englaro está ingresada desde el amanecer de hoy en la clínica La Quiete (La Calma) de Udine. En dos o tres días, los médicos empezarán a detener progresivamente la alimentación e hidratación artificial que la mantiene viva, en estado vegetativo permanente desde hace 17 años. La muerte debería llegarle en tres semanas, según explica su neurólogo, Carlos Alberto Defanti. Los médicos mantendrán la sonda en el cuerpo de la mujer, y le administrarán calmantes hasta que llegue el momento.

La reacción de la Iglesia católica italiana y del Vaticano al traslado de Englaro ha sido de ira. El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán ha declarado que la muerte de Eluana, sancionada por una sentencia del Tribunal Supremo, "es un abominable asesinato". Y que "quitar agua y comida a una persona significa una cosa sola: matarla deliberadamente".

Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados, se ha preguntado dónde está el límite entre un ser vivo y un vegetal y cree que solo los padres de Eluana tienen derecho a dar la respuesta. Sin embargo, el jefe del grupo de los senadores del PDL, Maurizio Gasparri, ha declarado: "Ha empezado el homicidio de Eluana" y el cardenal Lozano ha pedido al Gobierno que "detenga la mano asesina".

Alfredo Mantovano, secretario de Estado de Interior, ha calificado la historia de Eluana como "la primera condena a muerte vista en Italia desde 1948".

La ambulancia que ha trasladado a Eluana hasta su tierra natal partió esta madrugada de la clínica religiosa de Lecco (Milán), superando la oposición de un grupo de personas que intentaron impedirle el paso. Unos se pusieron delante del vehículo, otros gritaban "Eluana, despiértate".

¿Despiértate? ¿Por qué no se lo preguntan y se lo piden a su dios, a ese dios que carga de razones a unos desalmados que quieren mantener la vida vegetativa de una mujer? Maldigo a cuantos instrumentalizan una desgracia en su propio beneficio político. Hablan de asesinato, pero son ellos los verdaderos asesinos. Afirman que solo su dios puede disponer de la vida, pero no comentan que ese dios, dejando que la vida de una mujer joven se convierta en vegetal, demostraría, de existir, su crueldad y su sadismo.

Tengo un hijo y una hija, y no dudaría un solo segundo en regalarles mi último acto de amor mediante la eutanasia, es decir, una muerte buena y una buena muerte. Malditos cardenales, malditos políticos, malditos beatos, malditos fundamentalistas de mierda, que ni viven ni dejan vivir. Esta mañana alguien me hablaba de su “dios misericordioso”. Pues bien, en nombre de Eluana Englaro, en pleno uso de mis facultades, maldigo a ese dios, a la idea de ese dios que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a mi alrededor y en el mundo.

3 comentarios:

  1. Totalmente justificada tu indignación, Antonio. Me parece increíble que a estas alturas de la película no esté en vigor la eutanasia.
    Un abrazo, Eduardo..

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  2. La idea de dios es tan ilógica e irracional que repugna. Cansa que esta gentuza se tenga que meter en todos los aspectos de la vida de una persona y puedan soltar barbaridades a discreción en nombre de *dios*.
    Qué asco.

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  3. Y luego dicen, no tomarás el nombre de dios en vano. Es que ese señor no se entera de las aberraciones que han hecho y hacen en su nombre. ¡Que hagan con su libertad lo que les plazca pero que no nos toquen la nuestra!

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