sábado, 3 de abril de 2010

Crónica de un viernes oscuro y siniestro 1




Empecemos por el núcleo de la historia: aparquemos de momento las procesiones, fijemos la mirada en esos dos personajes: Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, y Manuel Ureña, arzobispo católico de Zaragoza, en una fotografía en blanco y negro (no debe ser de otra forma). Ambos están asomados a un balcón del Colegio de Notarios, sito en la Plaza del Justicia, esa misma plaza por donde salen las cofradías para las procesiones del Viernes Siniestro, de donde saldrá el Alcalde Belloch con sus concejales del PSOE, PP y PAR, con sus caballos engalanados. No solo asisten nuestros representantes institucionales a un acto confesional, a una celebración religiosa, sino que hacen ostentación de ello. Belloch se asoma al balcón. Obscenamente (obsceno: repulsivo, indecente, aborrecible, detestable, asqueroso; del latín ob caenum: de la basura).




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