lunes, 8 de octubre de 2007

Acaba de suceder


El Gobierno desbloquea la Ley de la Memoria Histórica. Nunca es demasiado tarde si la dicha es buena.

PSOE, IU-ICV, PNV, CiU y BNG logran el consenso necesario para alcanzar un "acuerdo completo y definitivo" tras dos años de negociación en los despachos. ¿Lo denominará el PP antipatriotras?

Al margen quedan ERC y PP. En resumidas cuentas, los extremos se tocan.

Los socialistas destacan que la iniciativa "no va contra nadie”. Como poco, va contra el golpismo, el fascismo, la intolerancia, la intransigencia histórica de la derecha hispana.

Afirman también que la iniciativa “no pretende levantar heridas o recuerdos". Es sorprendente el cuidado que se pone en no “herir” a la derecha, cuando muchos españoles, leales a la República y a la Constitución, al igual que muchos de sus familiares, han estado con sus heridas abiertas y sus seres queridos sin identificar, sin enterrar, sin rendirles memoria y gratitud.

La más monumental de las Leyes de la Desmemoria Histórica ha estado formada en la lápida por los Caídos en cada iglesia, en cada plaza, durante tanto, tanto tiempo.

El secretario general del PP, Ángel Acebes, ya declarado que la ley es la ley de la división, la "prueba del nueve de la voluntad de Zapatero de dividir y enfrentar a los españoles", "olvidando la Transición". Quousque tandem, Acebes, quousque tandem abutere patientia nostra? ¿Hasta cuándo, Acebes, hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?

Allá en Tauste, muchos de la familia Longás Pola, nunca fallecidos, pues han pervivido en la mente y el corazón de sus hijos y sus nietos y sus biznietos, celebran esta fecha con júbilo y con orgullo. Yo, entre ellos. Y mi madre, también.

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