sábado, 31 de mayo de 2008

FUTURO IMPERFECTO


Los conocidos como “padres de la Constitución” eran unos señores sabios y realistas. Por ejemplo, emplearon el presente de indicativo (“son” y “tienen”) para indicar los derechos y las libertades de los ciudadanos españoles. Sin embargo, utilizaron el futuro imperfecto para expresar que “ninguna confesión tendrá carácter estatal” (16.3). En otras palabras, la Constitución no dice cuándo asomará por el horizonte patrio el sol de la anunciada confesionalidad. De hecho, llevamos treinta años, treinta, bailando la yenka en medio de la discoteca, pero sin comernos una rosquilla medio laica. Ahora, el portavoz del grupo socialista; J.A. Alonso (ay, si Pablo Iglesias o Besteiro levantaran la cabeza…), nos ha regalado el caramelo envenenado de que todo “debe producirse como consecuencia de la práctica y la evolución social y protocolaria, pero no mediante prohibiciones legales que no tienen ningún sentido". Otro socialista, E. Jáuregui, declaró desde la tribuna que "la laicidad debe ir al ritmo de los cambios sociales". O sea, como antaño no ha ocurrido ni por asomo con el matrimonio entre homosexuales, el divorcio o el envío de tropas españolas al Líbano. En realidad, todos los Gobiernos tienen simplemente miedo. Al coco. A la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. A sus pompas, a sus fuerzas vivas, a sus medios de comunicación. A la pérdida de votos. Al chantaje. Al frufrú de las sotanas y al tintineo de los rosarios en la calle. Mira que sus papás y mamás (los citados, más Prieto, Largo Caballero, Fernando de los Ríos y tantos otros) insistieron en que el coco no existe, que no anda por el fondo oscuro del pasillo de casa, que deben abrir bien siempre las ventanas. Pero ellos, erre que erre, espantando sus fantasmas con palabras que se lleva el tiempo, embutidas en programas electorales cada vez con menor credibilidad y formuladas aún (¡aún!) en futuro imperfecto

1 comentario:

  1. Es muy típico del PSOE. Siempre se quedan a mitad, siempre buscando la calma y quedar bien con todos. Es un poco triste. Y si les aprietas un poco las tuercas, no tardará Zapatero en salir diciendo que las cosas a su debido tiempo y con talante.
    Un abrazo

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