lunes, 2 de septiembre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 67

Septiembre ya. 14ª semana consecutiva en el portal de la Consejera aragonesa de Educación, Mª Dolores Serrat. Tres meses y medio. El tiempo no se limita a pasar, ya que el tiempo sobre todo consolida y construye, afirma la vida desde su propia fugacidad. ¿Hasta cuándo allí, perroflauta? Hasta que resten fuerzas y energías, Antonio. Un coche de la policía ha respondido amigablemente al saludo del perroflauta motorizado, que, a su vez, ha sido preguntado por un sin/techo si sabía el número premiado el viernes pasado en el cuponazo, lo que ha hecho suponer al perroflauta motorizado que había sido confundido con un vendedor de cupones de la ONCE apostado ante aquel  portal elegante.
Ramón y Mamen se han acercado al filo de las 10,30 y se han hecho esta foto con Antonio, el perroflauta motorizado. Han sido unos momentos agradables en una mañana algo compleja.
He estado enfrascado en conseguir activar un “pincho” de conexión a Internet para el portátil. Antes de perroflautear, he ido a la tienda Movistar de la calle Alfonso,  que ofrece esta barrera arquitectónica insalvable para una silla de ruedas. Movistar financia un equipo ciclista de élite, pero a los perroflautas motorizados no nos tiene en cuenta, por mucha publicidad que hagan. A ver, si no, esta foto de la entrada a la tienda Movistar en pleno centro de Zaragoza:


Entretanto, el mundo sigue en manos de todos y cada uno de los seres humanos de la Tierra. Nos hacen creer que solo depende de los ricos, los banqueros y los poderosos, pero los seres humanos tenemos el más contundente de los argumentos para cambiar este estado de cosas: la rebelión. Pero antes de la rebelión, es preciso hacer una revolución purificadora: una revolución externa y sobre todo una revolución interna en cada uno de nosotros.
Hay que construir un mundo sostenible, que el transporte, los hogares, la energía y la agricultura lleven orgullosamente siempre pintadas sus caras de verde, porque su alma también es verde. Estamos echando a perder el mundo, estamos dejando un basurero de mundo para los hijos de nuestros hijos, los nietos de nuestros nietos, asumimos cada día como un  hecho irremediable que una buena parte de la humanidad sea desgraciada y viva en la miseria. Verdes, quizá tendríamos menos cachivaches, pero también podríamos sobrevivir con mucha mayor consonancia con nosotros mismos, con nuestra esencia humana en el mundo, compartido justamente con los demás. El cortoplacismo nos está aniquilando. Los Gobiernos miran a otro lado, los presidentes de las empresas piensan que esto ocurrirá cuando ellos ya no estén aquí y calculan únicamente hasta el siguiente reparto de beneficios… El capitalismo es un sistema que no permite pensar a largo plazo, ahora ni siquiera vivir a medio o largo plazo. Vale solo el beneficio a corto plazo, la ganancia que se toca, el cachivache que se tira para comprar otro, el bienestar de las siguientes veinticuatro horas.
Hasta mañana.

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