lunes, 31 de diciembre de 2007

Manifestación católica contra la política social del Gobierno español

Los obispos españoles reunieron el pasado domingo en la madrileña plaza de Colón a varios centenares de miles de personas bajo el lema Por la familia cristiana para dejar patente su rechazo del matrimonio gay, el divorcio exprés y la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, todo ello aprobado democráticamente en y por el Parlamento español. Creen ser portadores y garantes de unas leyes, supuestamente divinas, que están por encima de cualquier ley humana. Creen estar aún en la España franquista y preconstitucional, donde campaban por sus respetos en las Cortes del Movimiento y en la dictadura. No quieren enterarse de que todos los españoles somos iguales ante la ley, de que el poder proviene del pueblo, de que nadie les ha concedido patente de corso alguna en materia de moral o de cualquier otro ámbito.

A poco más de dos meses de las elecciones generales, cardenales, sacerdotes de base y representantes de 30 asociaciones y movimientos católicos aprovecharon la ocasión para dirigir sus cañones contra el Gobierno socialista y su política social llevada a cabo en esta legislatura. El catolicismo hispano no pertenece a la derecha o está al servicio de la derecha, sino que constituye la entraña misma de la derecha más reaccionaria, ultramontana y recalcitrante. Toda esa gentuza con sotana, rosarios, hábitos talares, pancartas y jaculatorias no abrió la boca cuando Franco conculcaba a diario los derechos humanos más fundamentales ni tampoco un solo día de los ocho años de gobierno del Partido Popular.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, arremetió contra el matrimonio homosexual, sobre la base de que “la familia está fundada sobre el matrimonio, que es la unión de un varón y una mujer para transmitir la vida". ¿Pero es que el actual Gobierno, los demócratas españoles, han atacado o puesto en entredicho a la familia “cristiana”, tal como los católicos la conciben? ¿Por qué no se dedican a vivir y a dejar vivir? ¿Por qué esa fijación psicológica con el sexo o con lo que ellos creen que es sexo (homosexualidad, divorcio, aborto), y ese silencio continuo con asuntos como la guerra, la explotación, las hambrunas, las injusticias todas que existen en el mundo, y muy especialmente en el Tercer Mundo? Son unos hipócritas esos obispos y su rebaño.

Por su parte, el cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, en un discurso delirante dijo: "La cultura del laicismo radical es un fraude, un engaño que solo conduce a la desesperanza por el camino del aborto, el divorcio exprés y las ideologías que pretenden manipular la educación de los jóvenes". Añadiendo que "por ese camino no se respeta la Constitución de 1978 y nos dirigimos a la disolución de la democracia". ¿Por qué no se presenta a unas elecciones generales para comprobar cuántos votan sus tesis y propuestas? ¿Cuándo los obispos españoles han abierto la boca sobre la democracia? ¿En época de Franco? ¿En época de Aznar? ¿Desde cuándo les interesa la democracia al episcopado hispano?

El obispo de Toledo, Antonio Cañizares, cargó contra "las legislaciones inicuas e injustas" que han hecho de la salvaguarda del matrimonio "el primer problema social" de España, mientras que el presidente del. Finalmente, el arzobispo de Madrid, Antonio Rouco lamentó que se haya dado marcha atrás a la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU sobre el derecho de la familia "a ser protegida por el Estado". ¿Leyó alguna vez Rouco la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU? Entre otros, allí se habla del derecho a la libertad de expresión, de asociación, de sindicación, de prensa, de ideologías, la libertad religiosa, las libertades cívicas y políticas. ¿Habló de todo ello en algún sermón durante la dictadura franquista?

DEROGACIÓN DE TODOS Y CADA UNO DE LOS ACUERDOS EXISTENTES ENTRE EL ESTADO ESPAÑOL Y EL ESTADO DEL VATICANO, ¡YA!

2 comentarios:

  1. Querido Antonio,
    Qué clarito escribes!! Si este gobierno fuera capaz de derogar los acuerdos con el vaticano o fuera capaz de ponerlo en su programa electoral, los votaría.
    Para mi es muy importante que este pais, sea de una vez por todas laico de verdad.
    Un abrazo y te esperamos el viernes en la Tertulia.

    Paco

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  2. Gracias, Paco
    Por una España laica, libre y justa.
    Un abrazo y hasta el viernes

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