sábado, 19 de junio de 2010

El señor Bono en la AGM


El presidente del Congreso y ex ministro de Defensa, José Bono, afirmó hace unos días ante los cadetes de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, que "en España no caben más fronteras que las que tenemos con Francia, Andorra, Portugal y Marruecos". Como se ve, el señor Bono se ha metido también a geógrafo y cartógrafo. Ante centenares de alumnos de todos los cursos de la Academia, sus mandos y profesores, Bono dio un consejo a los cadetes. "Cuando critiquen vuestros uniformes y los ejércitos, recordadles simplemente que el estado de la naturaleza no es el de la paz perpetua, sino más bien el de conflicto, por lo que son menester tanto las fuerzas armadas como la policía", aseguró. Es decir, que el señor Bono se vistió de filósofo del XVI y del XVII y del XVIII. ¿Por qué?

El estado de naturaleza es un concepto filosófico sobre la forma original de ser y de comportarse del ser humano, y que trata de explicar por qué ahora vive en sociedad y ha configurado la sociedad tal como existe ahora. Sobre este concepto de “estado de naturaleza” ha habido posturas y teorías no precisamente coincidentes entre sí (basta consultar las teorías al respecto de Hobbes, Montesquieu, Rousseau, Locke, Maquiavelo o incluso Aristóteles.

El señor Bono, tan piadoso, tan cristiano, tan de poner la otra mejilla, tan devoto de sor Maravillas en el Congreso, se apunta al pensamiento de Hobbes: el ser humano es egoísta y malo por naturaleza, y en los orígenes del ser humano (estado natural o de naturaleza) se vivía en permanente conflicto y guerra. De ahí que vivir en sociedad responda a un acto de defenderse en grupo de los débiles contra los fuertes (=loa abusones) y de ampararse en un ejército y una policía común, creados en y por el grupo.

El señor Bono se adhiere igualmente a la teoría de Maquiavelo: el hombre es perverso y egoísta por naturaleza. Solo se preocupa por su seguridad y por aumentar su poder sobre los demás. La policía y el ejército son un magnífico instrumento del Príncipe para consolidar su poder y ahogar los conatos posibles de subversión o rebeldía.

Cuando el señor Bono aplique a la sociedad la teoría cristiana del amor y del perdón universal, desaparecen, pues, el ejército y la policía.

Finalmente, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll, por su parte, recordó a los presentes que fue Bono, en su etapa de ministro de Defensa, quien habilitó una partida de 40 millones para dignificar el sueldo de los militares.

El himno de la Academia General Militar puso fin al acto de clausura. He aquí la emotiva letra de este himno, entonado fervorosamente en los aalbores del verano de 2010:

Honor y gloria de la raza

Tus Cadetes, España, serán

Y a la grandeza de tu Historia

laureles nuevos sumarán.

El ansia eterna de sin par grandeza

El deber y el honor marcarán

La línea firme que ha de mantener

Nuestra fe, nuestro amor y nuestro afán.

Siempre que ondea al viento la Bandera

Roja y oro bajo el sol

Mi corazón siento latir

Con orgullo de español

Y si morir por tí preciso fuera

Combatiendo por tu honor

Orgulloso esperaré mi fin

Luchando con ardor.

Honor y gloria para España

Zaragoza con sangre ganó

Y en el solar zaragozano

Mi alma el temple recibió.

Armas y Cuerpos funde nuestro emblema

en unión y hermandad sin igual

Y unida siempre luchará hasta el fin

por España la Academia General

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