A finales de abril dimitió el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, quien confesó públicamente que antes y después de ascender, en 1985, a la sede episcopal había abusado de un joven de su entorno. Ahora la policía belga ha hecho lo que estaba en su mano en busca de pruebas sobre abusos sexuales por parte de religiosos y sacerdotes católicos, y, durante horas, ha estado registrando la sede primada en Malinas. Al cardenal Danneels le han incautado su ordenador personal y varia documentación más. Los agentes de la policía belga ha incautado 475 informes archivados sobre abusos de menores y casos de pederastia.
Un análisis parcial de los cientos de denuncias presentadas a raíz de la confesión del obispo Vangheluwe, el más veterano en sede episcopal hasta su caída, revela que el 90% de los abusos fueron perpetrados sobre varones, en su inmensa mayoría en la parte flamenca del país.
Pues bien, el Vaticano solo ha respondido protestando por las pesquisas judiciales que buscaban en la cripta de la catedral de Saint Rombout, en Malinas documentación sobre la pedofilia clerical y creían tener indicios de que había pruebas escondidas en la tumba de alguno de esos prelados.
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