lunes, 16 de abril de 2007

Vivir y conocer apasionadamente


En la cultura judeo-cristiana-occidental han tratado de inculcarnos el valor del sacrificio hasta los mismos tuétanos. Y, en cambio, no han sido vistos con buenos ojos los planteamientos que sitúan el principio del placer (vg. Epicuro o Freud) en el ámbito de las motivaciones humanas básicas.

No se debe obviar una realidad palmaria en la vida: casi todo lo que vale cuesta, pero también hay que admitir que no todo lo que cuesta es valioso. De hecho, estamos dispuestos libre y voluntariamente a poner todo nuestro esfuerzo y nuestras energías en algo que nos resulta valioso y que nos hemos propuesto alcanzar. Un ser humano ha de poseer metas, que a veces resultan costosas y que requieren esfuerzo y trabajo, pero necesita al mismo tiempo para ello que en el horizonte esté siempre presente una finalidad, un sentido positivo, que al mismo tiempo proporcione gusto y placer. Vivir sin pasión la vida es echar a perder la vida.

También en el mundo de la educación deberíamos plantearnos si existe una correlación directa y necesaria entre saber-aprender-entender-atender-gustar. Si uno de esos eslabones se rompe, el proceso del conocer y del vivir seguramente corre el riesgo de quebrarse. La realidad cotidiana puede rebajar a veces la cota ideal de los objetivos a cumplir en un aula, pero estos objetivos quedarían reducidos a pura resignación y a rutina baldía si a priori, se dejara de aspirar a lo máximo, a lo óptimo. El día que no aspiremos a que, acabada una clase, el alumnado siga hablando y debatiendo sobre lo acontecido y tratado en ella, ese día la clase será primordialmente un puñado de minutos durante los que todos o una mayoría están deseando que acabe la clase.

¿El objetivo de la educación? Atrapar y ser atrapados en la pasión por conocer. Ello implica previamente aprender apasionadamente; también, enseñar con pasión, es decir, que el educador desempeñe su labor con la pasión por educar. Hegel ya lo advierte en su Filosofía de la Historia: “Nada grande se ha realizado en el mundo sin pasión”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.