Publicado hoy en Izquierda Digital
La Academia General Militar de Zaragoza
es una institución pública donde los futuros cuadros de las Fuerzas Armadas
adquieren la formación requerida para los cargos y las funciones que les
esperan. La Academia General Militar la pagamos todos los ciudadanos con
nuestros impuestos y es mediante los fondos públicos y los Presupuestos
Generales del Estado como se costea los gastos generados por esa institución
pública.
Por eso mismo, la presencia oficial de
los cadetes de la Academia General Militar en la Ofrenda de Flores a la Virgen
del Pilar en la festividad del Pilar es contraria al principio constitucional
de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones.
La Guardia Civil es “un Instituto
Armado de naturaleza militar que forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado”, tal como consta en el web del Ministerio del Interior. La
Guardia Civil la pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos y es
mediante los fondos públicos y los Presupuestos Generales del Estado como se
costea los gastos generados por esa institución pública.
Por eso mismo, la presencia oficial de la
Guardia Civil en la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar en la festividad
del Pilar es contraria al principio constitucional de la aconfesionalidad del
Estado y sus instituciones.
Un ayuntamiento, una alcaldía, una corporación
local, una corporación municipal,
un gobierno municipal denominan una institución pública del Estado que
realiza las funciones de órgano de gobierno o administración local de un
municipio.
Por eso mismo, la presencia
oficial de la Corporación Municipal de Zaragoza, encabezada por su alcalde Juan
Alberto Belloch, en la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar en la festividad
del Pilar es contraria al principio constitucional de la aconfesionalidad del
Estado y sus instituciones.
El Cuerpo de Bomberos de Zaragoza tiene
una titularidad pública y forma parte de los servicios públicos a cargo del
Ayuntamiento zaragozano, institución pública del Estado.
Por eso mismo, la presencia
oficial del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Zaragoza en la Ofrenda de Flores
a la Virgen del Pilar en la festividad del Pilar es contraria al principio
constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones.
La Jefatura Superior de Policía de Aragón
es una institución pública del Estado al servicio de todos los españoles/as.
Por eso mismo, la presencia
oficial de la Jefatura Superior de
Policía en la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar en la festividad del Pilar
es contraria al principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y
sus instituciones.
El Cuerpo de Policía Local (también
denominado en algunos municipios Policía
Municipal o Guardia Urbana) es un instituto armado, de naturaleza civil
con estructura y organización jerarquizada, rigiéndose, en cuanto a su régimen
estatutario, por los principios generales de los Capítulos II y III del Título
I y por la sección cuarta del Capítulo IV del Título II de la LO 2/86 de13 de
marzo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con adecuación que exija la
dependencia de la administración correspondiente, las disposiciones dictadas al
respecto por las Comunidades Autónomas y los reglamentos específicos para cada
cuerpo y demás normas dictadas por los correspondientes ayuntamientos.
Por eso mismo, la presencia
oficial de la Policía Local de la ciudad de Zaragoza en la Ofrenda de Flores a
la Virgen del Pilar en la festividad del Pilar es contraria al principio
constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones.
En
un país civil, moderno y democrático debe resultar perfectamente conciliable la
libertad religiosa de las distintas confesiones (católica, judía, protestante o
musulmana) con un Estado aconfesional y con unas instituciones públicas
aconfesionales. La vida pública ciudadana pertenece a todos por igual y debe
estar separada de las creencias de los individuos y de los grupos. El Estado
aconfesional puede ser el garante del ejercicio pleno de todos los derechos y
libertades, precisamente porque deja patente que las instituciones públicas y
los espacios públicos están por encima y quedan al margen de cualquier
confesión religiosa.
De
igual modo, muchas de las fiestas tradicionales son expresión de tradiciones
ancestrales y del sentimiento popular, y, como tales, forman parte de la
cultura de una sociedad. Precisamente por ello, tienen pleno derecho a
manifestarse en fechas determinadas, con tal de que cuenten con los debidos
permisos gubernamentales. Sin embargo, lo público: las instituciones públicas,
los actos públicos, los representantes públicos…, deben cumplir y hacer cumplir con claridad el
principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y de sus instituciones.
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