martes, 9 de junio de 2015

Diario de un perroflauta motorizado, 517


Viene el FMI a España pidiendo subir el IVA, abaratar el despido, el contrato único laboral, la eliminación progresiva de lo convenios laborales y el copago en sanidad y en educación. Sacude de inmediato mi mente el Pepito Grillo que llevo dentro y me preguntó qué hay que hacer para mandar a freír nabos al FMI, el Banco Mundial, la OMC y todo el entramado financiero hiperneoliberal que han montado los amos del dinero y de las armas.

Recuerdo que estudié hace mucho tiempo, en plena noche de los tiempos, Sociología del Conocimiento, una de las materias que más me ha apasionado a lo largo de mi vida. Allí se explica con detalle qué ocurre en una sociedad y cultura, así como en la mente individual de cada persona, para que finalmente el FMI, por ejemplo, aparezca como una mole gigantesca al estilo del Everest que hay que contemplar y asumir, pero que resulta inútil y baldío cuestionar. Al final de este proceso, el FMI se ha hecho tan potente que es capaz de aplastar a un país (mucho más a una persona o un grupo disidentes) como se aniquila a una hormiga con el pulgar de la mano.

De la experiencia personal al anonimato, lo cual lleva a la “objetivación” y acumulación impersonal de la actividad humana, que se “habitualiza” hasta llegar a la institucionalización misma de esa actividad. Un mundo institucional, pues, se experimenta como realidad objetiva, tiene una historia que antecede al nacimiento del individuo y no es accesible a su memoria biográfica. Esta historia de por sí, como tradición de las instituciones existentes, tiene un carácter de “objetividad” ya no es un producto humano sin más, sino una entidad que regula y controla la vida de los seres humanos. Las instituciones, en cuanto “facticidades” (=hechos) históricas y objetivas, se enfrentan al individuo como hechos innegables. Solo es preciso “legitimar” esa institución, de tal forma que oponerse a ella convierte al disidente en marginal y antisistema. He resuelto seguir haciendo el ridículo social hasta mi muerte, pero me opongo y me opondré con todas mis fuerzas y mediante todo lo que esté en mi mano al proceso des-humanizador e in-humanizador del FMI y similares.
He resuelto no apoyar (sino todo lo contrario) a ninguna formación política que no se oponga abierta y frontalmente a las pretensiones del FMI. El único mensaje válido hoy a Lagarde y al FMI es: ¡id todos y todas a la mierda!

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La mañana ha transcurrido, un día más, con personas queridas y apreciadas. Una segunda vecina me ha dado, muy de pasada, los “buenos días”, y otra vecina del inmueble me ha armado una trifulca manifestando su desacuerdo y anunciando medidas contra mí, en el caso de que no se hayan tomado previamente por otra persona.


A última hora de la mañana, de un coche de la policía han descendido dos agentes que me han requerido el carel, pues lo pedía el fiscal. Han sacado una foto de dicho cartel, pues no estaba dispuesto a separarme de él. El policía que llevaba la voz cantante, conocido de mil batallas y como tal nos hemos tratado, me ha comunicado (daba por supuesto que ya conocía la noticia) que el Delegado del Gobierno se ha querellado contra mí por lo penal (de ahí el requerimiento del cartel como prueba por parte del fiscal).

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Hasta mañana




1 comentario:

  1. Nosotros tampoco podemos prescindir de ti ni de tantos, como Pedro Zerolo por ejemplo. Nos quedaá siempre la palabra. Gracias, Antonio

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