miércoles, 26 de agosto de 2009

A navegar y volar


El jueves pasado escribí "Mientras navegan y vuelan" sobre todo con el corazón. Mi amigo Eduardo hizo comentarios que agradecí mucho, como siempre. Ayer recibí otro, parapetado tras un "Anónimo": "Antonio eres subnormal y lo sabes". Tras leer aquello (decidí publicarlo como administrador del blog, sin censuras), me quedé pensativo y sobre todo dolido: aún hay personas (?) que utilizan la subnormalidad como insulto. Ese anónimo me atribuye esa subnormalidad y me supone con suficiente consciencia como para dare cuenta de ello. Este país denominado España sigue siendo cainita. Desconfía de la razón y de las razones, y se empeña en seguir enquistado en el insulto, la descalificación y el conflicto. Me da pena. Siento mucha pena, de verdad. Y también desazón: ¿es que tampoco nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos se librarán de la gentuza de las guerras civiles, del nihil obstat, del nacionalcatolicismo, de los caídos, de las patrias, de los dioses..... Hoy, ahora, mirando a través de mi ventana, rememoro a los ilustrados y a la Ilustración, anhelo la plena libertad de mente y de manos para todos. Mis hijos, tras navegar y volar, ya están en su sitio, el sitio que han escogido. Ahora, a navegar y volar todos y todas.

2 comentarios:

  1. Lo triste no es sólo el insulto fácil sino la cobardía de arroparse en la impunidad del anonimato.

    En el fondo, el problema de estas personas es que que son tan ignorantes que ni siquiera saben que se puede ser de otra manera.

    Eso es lo triste... y lo peligroso.

    Un placer leerte, como siempre.

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  2. Has hecho un canto a la tolerancia, a la verdad, a la razón, a la bondad... y todo ello motivado por el insulto de un estropajo. ¡Qué grande eres, Antonio!

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