Mañana preciosa y luminosa con bastantes
personas, aunque una buena parte de la tripa estaba hoy en la puerta de la Consejería
de Sanidad exigiendo que el hospital de Alcañiz nunca jamás pase a garras
privadas.
Estoy enfrascado en la redacción de una
Nota de Prensa sobre la alegación del Fiscal de la Sentencia. Esto explica la
brevedad del Diario de hoy. No obstante, debo dejar constancia de que el Canto
a la Libertad ha vuelto a ser entonado a las doce del mediodía a pesar de la
escasez de voces y de que Marisol ha regalado a Carlos, Iliana y a mí un
bocadillo especial (“flautín”, lo llaman) a la finalización de la jornada. ¡Gracias!
(A lo tonto, a lo tonto, como quien no
quiere la cosa, ya vamos rozando los catorce meses de estancia en el portal de
la Consejera aragonesa de Educación…)
Hasta el próximo día
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