Nos toman el pelo

En junio de 2009 Shahram Amirí, físico nuclear iraní , desaparece en Arabia Saudí mientras peregrina hacía la Meca. Sin chistera, sin conejito, sin mago. Desaparecido. En septiembre de ese mismo año, el Organismo Internacional de Energía Atómica (perteneciente a los órganos conexos del sistema de la ONU), quizá a causa de alguna revelación divina, revela la existencia de una segunda planta de enriquecimiento de uranio en Irán. En octubre, el ministro de Exteriores iraní, Manucher Mottaki, asegura tener documentos que prueban el secuestro del físico por parte de EE UU. Por supuesto, en no pocos medios occidentales es tenido por un saltimbanqui. Por si fuera poco, en diciembre, Irán acusa a Arabia Saudí de ayudar a EE UU en el secuestro. Incluso los menos mal pensados empiezan entonces a atar cabos. Pasan tres meses (marzo de 2010) y varios medios aseguran que Amirí ha desertado de la causa iraní y está en EE UU por voluntad propia. Algunos sujetos paranoides, entre los que me encuentro, constatan lo bien que funcionan los órganos de propaganda de la CIA y primos hermanos. Por esas mismas fechas, la cadena ABC asegura que ha ayudado a confirmar la existencia de la segunda planta de enriquecimiento de uranio. Y es que los dioses no descansan en sus revelaciones. En junio de este año, a la vuelta de la esquina, la televisión estatal iraní trasmite un vídeo en el que Amirí declara haber sido secuestrado y torturado por EE UU. El 29 de junio, la televisión estatal trasmite otro vídeo de Amirí, en el que pide ayuda a las organizaciones por los derechos humanos tras haber escapado de sus captores. Y en el mes actual, julio de 2010, Irán envía más documentos a EE UU sobre la desaparición del científico y solicita su liberación. El 13 de julio, el físico se refugia en la oficina de intereses iraníes de la Embajada paquistaní en Washington, que gestiona los asuntos diplomáticos de Teherán en EE UU.  Algunas informaciones aseguran que fue secuestrado por la CIA y otras que la agencia le ayudó a huir.- Amirí, que quiere volver a Irán, ha acusado a EE UU de querer solventar el asunto "sin hacer ruido.
¿Alguien recuerda  el asesinato de  Mahmud al-Mabhouh, quien apareció muerto en su habitación de un hotel de lujo de Dubai el 20 de enero de 2010, a manos de un comando del servicio secreto israelí, Mossad? Tenían pasaportes británicos y al parecer se conocía de antemano su utilización y la comisión del asesinato. Inmediatamente, el Gobierno israelí tachó a algunos países que difundieron la noticia, entre ellos España, de antisemitismo.