Hoy también reanuda Beatriz su presencia
de 11 a 13 horas en Capitanía General con quienes deseen acompañarla. ¡Mucho ánimo!
La silla de ruedas… He resuelto “apañar”,
“parchear” y prolongar la vida de la anterior. Según como sea el resultado,
vendo o dono la nueva. De momento, tranquilidad. Casi tanta tranquilidad como
la de doña Úrsula, la Directora Provincial de Muface en Zaragoza.
Ayer salió publicado en El Huffington La insoportable levedad aconfesional de la confesionalidad
del Estado, uno de los artículos desde 2014 más discutidos y
comentados. Es un tema vivo entre la ciudadanía, por mucho que la clase, la
casta, la ralea política parece no querer enterarse.
El Gobierno en funciones sigue haciendo
de las suyas, llevándose la palma Fernández Díaz, sus medallas a sus Vírgenes y
su asociación entre Podemos-ETA, que está esperando como agua de mayo que
Podemos llegue al Gobierno, entre Madrid en Común y los supuestos escraches a
los suyos. Dan arcadas, producen náuseas. Ha formado su Partido un entramado de
canales de putrefacción que desembocan todos en un océano de putrefacción, pero
siguen repitiendo tartufescamente que
solo son personas aisladas, y no el Partido mismo.
Los partidos celebran diariamente la
ceremonia de la confusión alrededor de la hoguera (apagada o a medio apagar) de
la formación de un nuevo Gobierno. A este respecto, Rajoy (como el Jaimito de
los chistes) le suelta a Cameron que en su día habrá elecciones. Iglesias hace
como que es el que más empuja, pero pone palos y palos entre las ruedas. Kafka
en toda su puridad. Escribió Harold Bloom que el mérito de Freud fue ofrecernos el mapa de
nuestra mente, pero que hoy es Kafka quien nos muestra que ya no hay mapa para
salvarnos, ni siquiera de nosotros mismos. Sánchez parece regalarnos un día sí,
otro también, una ejemplar de El laberinto o de El proceso, de Kafka.
Entretanto,
fenezco de vergüenza: el conocido brexit de la UE (me niego a ensuciar
la palabra “Europa”), el blindaje de la librea esterlina y de la City
londinense, de los paraísos fiscales conocidos y encubiertos, el referéndum
británico para salir de lo que le convenga y como le convenga de la UE… La
vergüenza de los refugiados sin amparo y sin una sola mirada venidos del este y
del sur. La vergüenza de esa desvergüenza denominada UE, Bruselas, BCE,
Frankfurt, Comisión Europea, zona euro, no al sistema Schengen, etc. etc.
Se rasgan
las vestiduras los prebostes del reino de Tartufo cada vez que aparece un supuesto
antisistema de su sistema que deja en la pobreza, la miseria, la roña, la
intemperie, la enfermedad a más de dos tercios de la humanidad. El sistema… El
sistema… ¿Es que alguien puede ser pro-sistema? ¡Yo soy antisistema!
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