jueves, 23 de octubre de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 366

Fotografía de Vera Benavente         
Hay momentos en que se rompe el tiempo y nace –no sin dolor- la extrañeza: todo resulta extraño, incluso un@ mism@, a sí mism@. Heidegger habla de esta “sensación” como de “no encontrarse en casa” (Unzuhause): las cosas familiares, las miradas habituales hacia las cosas y las personas familiares se hacen extrañas, extrañeza; el tiempo se rompe, el mundo cotidiano se esfuma, queda el individuo ante sí mismo, a la intemperie, sin otra cosa a la que aferrarse que su libertad de decisión para ir hacia donde quiera y pueda, aunque esa decisión marcará un rumbo, una ruta que troquelará su vida de un modo especial. Jaspers habla, a su vez de “situación-límite”, y Sartre describe maravillosamente esa sensación como “náusea”. En ese estado la existencia, el vivir mismo, se abre en toda su verdad y en toda su crudeza.
Poca gente acepta esta situación con los ojos abiertos. Normalmente, se piensa en otra cosa, casi tod@s buscan perderse entre la masa de cosas y personas que les inviten a fijarse en cualquier cosa que evite pensar y decidir por sí mism@s. 
Cuando me ocurre algo así, en cambio, y a pesar de que tampoco es muy agradable el estado de ánimo/vital que conlleva, sé que estoy de suerte si no desaprovecho la ocasión: pienso/afronto/me contemplo/abro los brazos para que entre muy dentro la verdad del mundo y de la propia vida/decido.

Anteayer pasé una tarde plena de “extrañeza”: todo –yo también- me resultaba extraño. No obstante, fui arrojando lejos de mí los miedos y las decepciones que me sobrevenían y, por fin, llegaron la tranquilidad de ánimo, la serenidad, la evidencia: mi sitio es el mundo, sin acotaciones, partidismos o parcelaciones. Mi sitio es, hasta que cambie la situación, el portal de la vivienda de la Consejera aragonesa de Educación y cualquier otro y sucesivo portal del próxim@ Consejer@ de Educación, si no remedia la situación pronto y bien. 
Mi sitio es la educación pública y pública. Quien no venga es porque no quiere, no porque no quepa. No quiero banderas y consignas, programas y proclamas, que identifican para separar. Mi sitio es seguir proclamando mi indignación por los recortes en educación perpetrados por el Gobierno del PP. Mi sitio es este mientras me resten fuerzas y vida.

Y en aquellos momentos, ya atardeciendo, me sentí feliz…
Al día siguiente, ayer, lo compartí en un pequeño restaurante con un buen amigo.
Vivo porque también tú, quien quiera que seas, eres mi sitio, a no ser que decidas otra cosa.
Esto mismo te lo dice ahora por mí Dave Edmunds (Born to be with you):


Por lo demás, día frío, menor concurrencia de personas en el portal, pero con la misma fuerza e ilusión de siempre. Mientras nos hacían esta foto, ha roto a sonar el Bendita y Alabada, por lo que salimos cantando el Canto a la Libertad.


Hasta mañana



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