La
exdiputada del PP y directora del área internacional de la fundación FAES,
Cayetana Álvarez de Toledo, jamás podrá perdonar a la alcaldesa de Madrid, Manuela
Carmena, que su hija le dijera “Mamá, el traje
de Gaspar no es de verdad”, de lo que concluyo que hay que ver la aguda
precocidad de algunos infantes, capaces de detectar en una “Cabalgata de Reyes”
las irregularidades del vestido de Gaspar (más no de Baltasar o Melchor), así
como de determinar qué traje no es “de verdad”, lo cual implica que conocen con
exactitud histórico-antropológica qué portaban realmente, “de verdad”, los tres
“reyes magos”.
Quizá
doña Cayetana, tan interesada en trasmitir “de verdad” a su prole la “verdad” de los “hechos”
acaecidos aquella noche en Belén, esté al corriente de que ni fueron tres (los
cristianos armenios creen que fueron doce, consolidando el fundamento solar de
la religión cristiana, como los 12 apóstoles, las 12 constelaciones o las 12
tribus de Israel), ni eran reyes, ni eran magos (en realidad, su traducción más
verosímil parece ser “sabios”) ni había uno negro, otro anciano y otro, más
joven, rubio/pelirrojo (pues solo se trató de simbolizar a los tres continentes
entonces conocidos: Asia, África y Europa). Por lo mismo, fue un invento muy posterior
incluir en el pesebre a un buey, una mula, dromedarios y camellos…
La señora Álvarez de Toledo, amante de las cosas como son
“de verdad”, conocerá igualmente que hace más 3.000 años se celebraba en Frigia
el 25 de diciembre el nacimiento del dios Atis de una virgen llamada Nana y
algunas tradiciones budistas relataban hace ya más de 2.500 años que Buda había
nacido en esa misma fecha de otra virgen, Maya, tras haber sido anunciado por
una estrella. Sin salir de Asia, hace 4500 años se creía que Krishna había nacido
también de la virgen Devaki el 21 de diciembre. Curiosamente, su padre era un
carpintero y a su nacimiento, señalado por una estrella en oriente, asistieron
ángeles y pastores.
Puede replicar doña
Cayetana que su hija es aún pequeña para esas zarandajas históricas y que solo
está interesada en nuestras tradiciones cristianas “de toda la vida”. Sin
embargo, aunque jamás pudiere perdonarme, ¡jamás!, me permito insistir en que Dionisos
nace el 21 de diciembre de una princesa virgen en un establo o pesebre.
Heracles o Hércules nace también en el solsticio invernal de otra virgen,
Alcmena, cuyo marido se abstuvo de tener relaciones sexuales con ella hasta el
nacimiento de su hijo. E incluso ha llegado a mis oídos que también el dios
Horus egipcio nace el 25 de diciembre de la virgen Isis-Meri en una cueva con
ganado. Su nacimiento fue anunciado por una estrella en el oriente y acudieron
a su venida al mundo tres hombres sabios. E incluso en Persia una tradición
relata que Mitra nació de una virgen en el solsticio de invierno en una cueva
y a su nacimiento asistieron pastores que portaban presentes.
Ahora bien, si nos
atenemos exclusivamente a las santas tradiciones hispanas posteriores a la
supuesta fecha del nacimiento del supuesto Jesús de Nazaret, me limitaré, en
atención a las inquietudes para con su hija de doña Cayetana Álvarez de Toledo,
a referir unas cuantas costumbres tradicionales, quizá las más arraigadas en el
pueblo y en sus tradiciones “de toda la vida”. Por ejemplo, en Aragón y
Cataluña existe la tradición del TIÓ (un tronco), un personaje mitológico al
que desde el 8 de diciembre se ceba con alimentos y golosinas a fin de que en
la Nochebuena “cague” regalos (de eso hablan los cantos y y versos que se
recitan esos días), bien echándolo al fuego o a base de palos que asestan los
infantes hasta la “defecación definitiva” de los regalos. En Galicia existe la
tradición del PANDIGUEIRO, APALPADOR O PALPABARRIGAS, personaje mítico
gigantesco, de profesión carbonero, que bajaba de las montañas lucenses por las
fiestas de Navidad para visitar a los niños y comprobar, palpándoles su
barriga, si estaban “bien alimentados” y dejándoles de regalo castañas
calientes (considerando noticias bastante recientes lo mejor es alejar a los
niños y las niñas de cualquier Apalpador, muchos de los cuales han acabado
saliendo de rositas). Relacionados con estos personajes, encontramos también el
Tientapanzas, en Écija, el Anguleru, en Asturias, o el Olentzero, de tradición
vasconavarra.
Como botón de muestra
de todos ellos, valga la Cantiga do Apalpador, cuyo texto es
Vaite
logo, meu meniño (miña meniña)
marcha
agora para a camiña
Que
vai vir o Apalpador
a
apalparche a barriguiña
Xa
chegou o día grande
día do
noso Señor.
Xa
chegou o día grande
e virá
o Apalpador.
Mañá é
dia de cachela,
que
haberá gran nevarada
e há
vir o Apalpador
cunha
mega de castañas.
Por
aquela cemba
xa ven
relumbrando
o
señor Apalpador
para darvos o
aguinaldo
y que puede
verse/escucharse en
Genial genial!!! No te perdonaría jamás que no hubieses escrito ésto
ResponderEliminar¡GRACIAS! UN BESO
ResponderEliminar
ResponderEliminarGRANDE ANTONIO!, GRANDE!...
BUENA ENTRADA DE AÑO Y BUEN DIA, CADA DIA TE DESEAMOS DESDE CARTAGENA!...
Lo mismo os deseo, amigos y amigas mías de Cartagena.
ResponderEliminarun fuerte abrazo