Diario de un profeflauta motorizado, 633

11 de enero. Lunes. Final de unas fiestas que regalan a la vez la cercanía de los seres queridos y el consumismo feroz. Todo ha vuelto a su cauce. Mi salud ha logrado sobreponerse a los avatares y los arrechuchos habituales. Incluso en un momento de cierta enajenación, estuve hablando con mi hermano Guillermo de viajar unos días a Nueva York. La (mala) salud en plena Nochevieja se encargó de quitarme el proyecto de la cabeza. Nueva York es una de mis asignaturas pendientes, que nunca aprobaré, aunque lo acepto de buen grado.

Javier, en China. Begoña, hizo filigranas para aterrizar de vuelta de su estancia en Río de Janeiro y estar con todos en la cena de Nochebuena. Mis hermanos, como siempre de bien. ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!

Ya tengo silla de ruedas nueva. El día 8 de enero, viernes, presenté una nueva solicitud de prestación de ayuda en las oficinas de Muface de Zaragoza. Hasta hoy sigue en vigor la denegación de ayuda de mi anterior solicitud, ante la cual presenté el recurso de alzada preceptivo. Esperaré a ver qué dicen. En el caso de nueva denegación, habrá una nueva versión (¡pongo a dios por testigo de que doña Úrsula no se saldrá con la suya!) del Sturm und Drang (Tormenta y arrebato) germánico.

Con los eventos que inundan la política española y catalana el panorama se enfoca y desenfoca en pocos minutos. Personalmente, he resuelto, hasta que se clarifique un poco la situación, dedicarme solo esporádicamente a determinados hechos y problemas (desahucios, huelgas, Eres…) a los que acudiré como apoyo siempre que pueda. Siempre me queda la posibilidad de escribir y ofrecer mi punto de vista sobre algún problema que otro.

Entretanto, virgencita, virgencita, que me quede como estoy…

Tócala otra vez, Duke

Hasta el próximo día