martes, 1 de abril de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 216


Marga, Carolina, Víctor, Carlos, Begoña, alumn@s de la escuela zaragozana Recarte y Ornat y de un IES de Tarazona y el perroflauta motorizado hemos estado hoy en el portal de la vivienda de la Consejera aragonesa de Educación.




Cuando esta mañana el perroflauta motorizado llega al portal de la Consejera aragonesa de Educación, Cioran y Marx ya están enzarzados en una animada conversación sobre las ideas y las ideologías (Platón yace en el suelo, bien amordazado, a los pies del perroflauta motorizado, que se alegra de verlo de esa guisa).
Cualquier idea refleja y se sostiene sobre una ideología previa”, sostiene Marx, “pensamos lo que pensamos y como lo pensamos por la ideología burguesa y acomodaticia que nos está embutiendo ahora, a marchas forzadas, el capitalismo neoliberal. Los amos del dinero y de las armas poseen y dirigen también los medios de comunicación, especialmente la televisión y todo lo que circula por Internet. La ideología no es más que una excrecencia de los intereses de la clase dominante”.

Cioran, por su parte, apunta a objetivos muy distintos (de ahí que la discusión entre ambos se haya convertido a esas alturas en circular). “En sí misma”, perora Cioran, “toda idea es neutra o debería serlo, pero el ser humano la anima, proyecta en ella sus deseos, sus miedos, sus necesidades y también sus demencias; por eso la idea se hace a veces lamentablemente impura, transformada ya en creencia: el paso de la lógica a la epilepsia se ha consumado... Es así como nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas sangrientas”.
La ideología dominante produce hambre en la clase trabajadora y riqueza siempre en aumento para la clase rica y poderosa”, añade Marx.
Y también alienación, odio, superstición, abandono de uno mismo en manos del líder ideológico, hogueras purificadoras, linchamientos, ignorancia, decrepitud del alma…”, Cioran habla con una escéptica y cansada vehemencia.
“¿Te estás refiriendo ahora a la religión, a las religiones?”, pregunta Marx.
Cioran responde: “Sí y no; me refiero  a la religión y a cualquier otra idea pervertida en ideología. ¿Es que no opinas lo mismo sobre la religión?
Marx se acaricia la barba mientras la ciudad queda inundada por el cántico religioso “Bendita y alabada” y el anciano de todos los días comunica a gritos al perroflauta motorizado que “va a darse una vueltica, ver a la Virgen, comer y echarse una ‘siestecica’”. Tras unos segundos de silencio, prosigue Karl Marx:
La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo”. Y Karl Marx continúa:
“No afirmo que la religión sea una droga perniciosa, sino la droga que permite al pueblo resistir las privaciones y la explotación. Cuando acaben esta explotación y el estado de miseria del ser humano, no hará falta ya la  religión. Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse su felicidad real. La exigencia de renunciar a las ilusiones sobre su condición es la exigencia de renunciar a una condición que necesita de ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen, la crítica del valle de lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión”.
Una anciana empuja un carrito desde donde un niño grita que le compre un muñeco que acaba de ver en la cercana tienda de Disney. La venerable anciana sostiene en su otra mano un libro y lee: “José de Cupertino fue un fraile franciscano italiano considerado un santo y un místico. Se dice que San José de Cupertino fue objeto de una levitación espontánea en octubre de 1630, durante una procesión en honor a otro santo, Francisco de Asís. José de Cupertino se mantuvo flotando sobre la multitud durante algún tiempo, para eventualmente regresar a suelo firme. Debido a que este milagro de levitación sucedió más de una vez, incluso ante el Papa Urbano VIII, José de Cupertino es considerado el santo patrón de los pilotos y astronautas…”.

Un santo bien moderno…”, concluye la anciana. El perroflauta motorizado, recordando una frase de Cioran, dice para sí mismo que en esas circunstancias cualquier palabra y cualquier comentario son una palabra de más y un comentario de más. Tras de lo cual, de su agrietada flauta de madera sale esta dulce melodía:


Hasta mañana

4 comentarios:

  1. Tenías que ver el primer tema de mi libro de Técnicas de Diagnótico e Intervención Social. Es todo sobre Platón y los sofistas. Supongo que tú lo entenderías mejor que yo.
    Un abrazo

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  2. Qué preciosidad de piezas musicales, de texto, actitud y ejemplo Antonio.
    Gracias por todo.
    Conchita

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  3. Qué preciosidad de piezas musicales, texto, actitud y ejemplo, Antonio.
    Gracias por todo esto.
    Conchita

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  4. Muy bueno, seguire este blog asiduamente desde mi exilio

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