Hoy
hemos tenido fiesta y folclore, debido al Festival que se está celebrando en
Zaragoza y que esta mañana ha pasado por la calle Alfonso I. Además, hemos
estado much@s y bien avenidos. Todo un gustazo.
Esta
mañana me he encontrado con el siguiente email de José Miguel Gallego, de
Valencia. Como se comenta por sí solo, valgan por el momento mi indignación, mi
solidaridad, mis ánimos y un gran abrazo para esos padres valientes y
luchadores por sus hijos y sus derechos:
Estimado
profesor,
te
escribo desde Valencia. Alguna vez he dejado un comentario en tu blog que sigo
diariamente desde los primeros meses de tu protesta ante el portal de la
consejera.
Ya te comenté
en una ocasión el encierro que a lo largo de buena parte del curso pasado han
llevado un grupo de padres del Colegio Cremona en Alaquas ante los planes de la
Conselleria de cerrar la única línea de 3 años.
Hoy
inicio de curso en Valencia 9 niños de 3 años han ido al Cremona con sus
hermanos y padres que se han negado a escolarizarlos en otros centros y quieren
continuar llevándolos a su colegio.
La
respuesta de la Generalitat ha sido enviar dos inspectores que con presencia
policial han primero desalojado a los padres y amenazado después con
denunciarlos por abandono si no se llevaban a sus hijos. Los padres han
resistido la presión y han recogido a sus hijos a las 13 h al final de la
jornada escolar.
El
Cremona también ha estado presente en la "inaguración oficial" del
curso por el presidente Alberto Fabra y la alcaldesa Rita Barbera en otro
colegio de Valencia. Desde una ventana de una vivienda que daba al patio del
colegio una pancarta del Cremona y un megáfono ha "amenizado" la inauguración
oficial.
Te pongo
un enlace a la prensa con fotos
Un gran
saludo,
Jose
Miguel Gallego
Ayer pedí a Toni Gabaldón,
coordinador de ATTAC TV, cuya visita os recomiendo, el escrito de Jean Ziegler,
Vicepresidente de Derechos Humanos de la ONU: ESPAÑA
NO DEBE PAGAR LA DEUDA, que me
sirvió en buena parte de trampolín para lanzarme definitivamente a la lucha
diaria en la calle por los derechos y las libertades de la ciudadanía del
mundo. Creo que su lectura es imprescindible. Sacar sus consecuencias, también:
“Vivimos
en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del
capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y
quién no. Por tanto, estos especuladores
financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando
una especie de Tribunal de Núremberg”. Con esta aplastante contundencia
despacha Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo consultivo de
Derechos Humanos de la ONU, su particular análisis del actual momento
histórico.
La dilatada trayectoria diplomática de este profesor emérito
en la Universidad de Ginebra y comprometido analista
internacional, que fue relator especial de la ONU para el Derecho
a la Alimentación durante ocho años, impide que le tiemble la voz a
la hora de señalar con el dedo inquisidor a los ‘culpables’ de la crisis
sistémica. “No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios
suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi
una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”. En su último
libro Destrucción Masiva.
Geopolítica del hambre (Península), que Ziegler presentó ayer en
Madrid, pone sobre la mesa una serie de cuestiones molestas de las que otros
diplomáticos ni siquiera se atreven a hablar en los pasillos de la ONU.
Unas críticas irreverentes que ya ventiló en otros trabajos como El hambre en el mundo, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se
le resisten, El imperio de
la vergüenza o El
odio a Occidente. “Hay que
multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y
crear un nuevo orden mundial más justo”.
Su receta para revertir esta situación es, si cabe, tan
radical o más que su tesis sobre la generación de las desigualdades: “Ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y
confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”.
Una extremista postura que lo lleva incluso a criticar la incapacidad de
movimientos de la sociedad civil como el 15M en España u Occupy Wall Street en
Estados Unidos. “Reconozco que son símbolos importantes y que han logrado la
simpatía de la sociedad, pero todavía son insuficientes para quebrar la actual
relación de fuerzas si no desembocan en una huelga general. Hay que darse cuenta de que en el orden mundial reina
una violencia estructural que se debe combatir con una contraviolencia basada
en la resistencia pacífica”.
La migración de los grandes fondos especulativos a
los mercados de materias primas, principalmente de la agroalimentación, la
cual creció exponencialmente en el trienio 2005-2008 como explica Ziegler en su
último libro, “es el origen de esta crisis genocida porque han disparado el
precio de los alimentos básicos”. A pesar de la ‘destrucción masiva’
conceptualizada por Ziegler, el diplomático exhibe su característico optimismo
de luchador a contracorriente y asegura que esta situación creará la conciencia
social necesaria para “multiplicar rápidamente las fisuras en el muro
capitalista, que acabarán derrumbándolo y creando un nuevo orden mundial”.
La insurrección será por el hambre o no será
El primer paso, explica, es darse cuenta de que “los
criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y
del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y
privatizan los servicios y recursos”. Para Ziegler, esta toma
de conciencia será el advenimiento de una nueva forma de solidaridad
internacional entre todos los pueblos, que posteriormente se transformará
en un “frente de resistencia intercontinental”. La lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede
mantener el sufrimiento de forma permanente.
Un convencimiento “total”, pero que se transforma en duda
cuando se le pregunta por los riesgos y los pilares sobre los que se fundará
este alzamiento popular. “Es un misterio, no puedo hablar de la
revolución porque se trata de la libertad liberada en las personas y los
procesos revolucionarios son imposibles de prevenir porque tienen sus propias
leyes y no son conocidas”.
Lo que sí tiene claro Ziegler es que la insurrección, como
ha ocurrido en la mayoría de estos procesos a lo largo de la historia, se
producirá por el hambre. “La hambruna
ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo
la pobreza, como el resto de Europa”. En este contexto, indica, la
lucha de clases es “absolutamente inevitable porque las oligarquías
capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios,
ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar
permanentemente las cadenas”.
“España no debería pagar su deuda porque
es delictiva e ilegítima”
Las “cadenas” a las que retóricamente se refiere este
diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas económicas
de la austeridad, que califica como “absurdas y destructoras”. Los
teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que hoy en día la
austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase
trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un límite
objetivo y no van a resolver los problemas”. Hollande y Obama deben
formar una alianza en favor de las políticas económicas del crecimiento
En contraposición a estas recetas neoliberales, Ziegler
defiende unas políticas centradas en el crecimiento. Esta es la única esperanza
que deposita en los representantes políticos, aunque matiza que de forma
“extremadamente leve”. Sus protagonistas no podrían ser otros que François
Hollande y Barack Obama. “Ambos deben formar una alianza
por el crecimiento basada en la inversión pública, el incremento del salario
mínimo, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno empleo y la lucha
contra la desindustrialización”.
Para el vicepresidente del consejo consultivo de Derechos
Humanos de la ONU estas políticas no son la solución final si
no van acompañadas de un despertar de la sociedad civil y, sobre todo, del
impago de la deuda. “Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho
Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse
a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima, porque es odiosa e
ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera
y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.
Una perspectiva que lo lleva incluso a cometer el
atrevimiento de recomendar a los españoles que objeten en la
declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública. Una
campaña lanzada desde el 15M que califica de “necesaria, inteligente y eficaz”.
Todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán acabar con
las “deudas injustas”.
Refundar la ONU para instaurar un nuevo orden
mundial
La Organización de las Naciones Unidas debe tener un
papel central en el futuro escenario mundial. Como explica Ziegler, la
ONU se fundó con el objetivo principal de defender el interés general de
los pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los
Derechos Humanos. Sin embargo, “los mercenarios han pervertido su papel y
destruido su credibilidad moral”. Entre ellos, no duda en señalar al
exsecretario general Ban Ki-Moon o al presidente del consejo de
selección de los relatores, el hondureño Roberto Flores, “quien
apoyó el golpe de Estado en su país en 2009”. Los mercenarios han
pervertido el papel de la ONU y destruido su credibilidad moral.
Para Ziegler, la refundación de esta organización pasa por
imprimirle “mucha más democracia” eliminando el poder de veto de las naciones
integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de “golpistas” y eliminando
las prebendas del FMI y el BM. El neoliberalismo delictivo, concluye el
diplomático, debe acabarse ya”.
Hasta mañana
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