Mañana de panza cargada de lluvia. La primera hora ha
sido relativamente normal, pero a partir de las doce del mediodía (¿tan mal nos
habrá salido hoy el Canto a la Libertad, de Labordeta?) la lluvia ha sido
realmente torrencial.
Me ha llegado por email un cartel de FETE-UGT (la sección
de Enseñanza-Educación del sindicato UGT) donde rechaza convocar huelga (así,
en general, sin concretar a qué tipo de huelga se refiere, aunque imagino que
olisquea la convocatoria aún no oficialmente realizada de una huelga general contra
la LOMCE en el sector de la enseñanza), recogiendo así –dice- “el sentir
mayoritario de la afiliación”.
El argumento en que se basa FETE-UGT es de autentica
traca: “Después de la aprobación de la LOMCE por las Cortes, la ley sólo se
puede cambiar con los votos de la ciudadanía
en las próximas elecciones políticas y con una nueva composición del Parlamento”.
Presenciamos así un abrumador ataque de amnesia colectiva por parte del
sindicato socialista sobre lo que verdaderamente ha sido y debería seguir
siendo la lucha sindical y las conquistas sociolaborales consiguientes.
La simpleza argumentativa es palmaria: como una ley es
aprobada por el Parlamento, esa ley debe permanecer incólume hasta que haya
nuevas elecciones al Parlamento, se consiga una mayoría parlamentaria y pueda
cambiarse esa ley. En otras palabras, la misma argumentación utilizada por el
PP para conseguir el inmovilismo político dentro del marasmo global en que
estamos sumidos.
El trabajo infantil, la jornada de siete días a la semana
y de doce y catorce horas diarias, el despido al libre antojo del empresario,
la ausencia completa de descanso laboral no fueron eliminados de los telares de
Manchester o de las fábricas textiles catalanas o de la minería asturiana o de
la miseria sistemática de los jornaleros andaluces y extremeños por vía
parlamentaria, sino a través de huelgas y movilizaciones sin tregua. El amo
nunca regala nada, a no ser que no le quepa más remedio. La vía parlamentaria,
siendo respetable, es baldía si está al servicio precisamente de los intereses
de los amos del dinero. Léanse, por ejemplo, cualesquiera de los libros
escritos sobre principio del siglo español hasta la II República y hasta
nuestros días, y podrá comprobarse el importante papel desempeñado por UGT en
todo ello. El actual argumentario de UGT
y su penosa cartelería son para llorar de pena y de hastío por todos los
dirigentes-rémora que están viviendo del cuento en nuestro tejido político-sindical.
En el colmo de las contradicciones, FETE-UGT continúa
diciendo que “seguiremos movilizándonos y haciendo llamamiento a otro tipo de
medidas para rechazar estas políticas de recortes”. No especifica cuáles son
esas medidas y la razón de no incluir entre ella una huelga general (en mi
opinión, ¡indefinida!). Sospecho que la “afiliación” aceptará cualquier medida
que no afecte a su bolsillo y no suponga descuento alguno en sus nóminas a fin
de mes (¿habrán oído hablar alguna vez de las “cajas de resistencia” de antaño,
del hambre y de la miseria de muchos de sus afiliados mientras sostenían una
huelga por el bienestar de las generaciones futuras, por no poder aguantar más
la injusticia sistemática en sus propias vidas, por sus ideas e ideales de
justicia e igualdad?
Serrat nos recuerda melodías e ideales que nunca deben
ser olvidados o dejados de lado:
Hasta mañana
Estamos en una nueva sociedad, donde los conceptos ya no significan lo mismo. Cuando hablamos del amo a veces nos referimos al hijo de otro trabajador que lo han cogido en una empresa y para prosperar hacer planes de organización donde reduce un 30% el personal para hacer el mismo trabajo.
ResponderEliminarCuando nos referimos a los capitalistas de las empresas, a veces son trabajadores que invierten sus acciones en ellas y están encantados con los beneficios que logran reduciendo los derechos de los trabajadores.
Cuando nos referimos a los sindicatos no son los representantes de grupos organizados de trabajadores por empresas sino representantes de una organización de trabajadores no organizados ni comprometidos en un 80% de la afiliación que solo se afilian para obtener los servicios jurídicos y algún beneficio a nivel personal.
La sociedad cambia, las estructuras también, y las condiciones de los trabajadores también, pero no a mejor.
Un saludo