Ayer asistí a una Asamblea de Marea Verde
convocada por Marea Verde. En realidad, Marea Verde brillaba por su ausencia.
De las diez o doce personas que constituíamos aquella “asamblea”, casi tod@s o
tod@s se presentaron como miembros o militantes de algún partido político o
sindicato. Primaba la organización “Plataforma por la Defensa de la Escuela
Pública” (sindicatos+partidos+alguna asociación), que llevó a la Asamblea (se
habían reunido previamente en jornadas anteriores por su cuenta) el cartel, no
pocos detalles y el discurso, completamente redactado, que leerá el 22 de
octubre al final de la manifestación un componente de Oregón Televisión. Me dio
la impresión de que en ese discurso quedaban certeramente señalados muchos
árboles, pero no había una sola línea dedicada a una visión del bosque. Me dio
mucha pena constatar aquello.
El Sindicato de Estudiantes ha convocado
huelga para los días 21, 22 y 23 de octubre. La Plataforma antedicha ha elegido
el 22 para convocar una huelga de enseñanza, que incluye una manifestación y
algunas otras actividades a desarrollar durante la jornada. Me quedé pensando:
¿Y el 18, 19, 20 y 21 de octubre? ¿Y el 23, 24 y 25 de octubre? Al parecer todo
queda centrado en el cartel, unas octavillas o la megafonía para el 22. Ni
mentar una huelga general indefinida o mil maneras de llevar a cabo la
desobediencia civil en Educación que suponga unos cuantos palos diarios entre
las ruedas del engranaje del sistema educativo imperado hoy por Wert, Serrat y
la LOMCE. Tras el 22, hablaron de reunirse (de nuevo, seguramente convocaría
ese espectro gaseoso conocido como Marea Verde) en noviembre, para analizar qué
tal había salido el 22 y estudiar si se hacía algo más por esas fechas. ¿Y
antes? ¿Y después? ¿Es que la resistencia, la lucha, la rebeldía contra todo lo
que la Plataforma denunciaba en su escrito se reduce a huelgas de un día que
apenas rozan a las autoridades y los dirigentes de Educación y a una -¡otra!-
manifestación, cuyas nulas repercusiones quedan cada vez más a las claras?.
El asunto del cartel para el 22 merece
mención aparte: el punto más importante fue qué organizaciones aparecían como
convocantes. Finalmente, aparecerán la Plataforma (especificados abajo sus
numerosos componentes), un Grupo contra los Concertados, quizá algún otro grupo
que no recuerdo Y Marea Verde. Me
quedé estupefacto desde el principio al ver aquello. Intervine para decir que
Marea Verde engloba a todos los componentes allí presentes, que es un
movimiento que aglutina a toda la ciudadanía –con independencia de su
adscripción política o sindical-, que convertir a Marea Verde en un convocante
más (dañaba a mis ojos aquella conjunción copulativa que la reducía a un
elemento más) es confundir a los subconjuntos con el conjunto total. Pues bien,
ni caso. A algún representante sindical se le escapó que Marea Verde había
nacido como un movimiento antisindical y antipartidos, cosa que no se podía
olvidar ni consentir. Mientras hablaba, yo pensaba que no había entendido una
palabra del 15-M, y que yo estaba asistiendo a una asamblea de políticos y
sindicalistas “de toda la vida”, de “la izquierda de siempre y verdadera”, que
en el fondo consideran al movimiento 15-M (del que surgen las Mareas) poco
menos que un error o una desviación, que la Plataforma se había encargado de
redirigir hacia el rumbo ortodoxo.
No creo que, mientras estén las cosas
como están, vuelvan a verme el pelo por allí. A lo que aún reste de Marea
Verde, he de decir que Marea Verde ha quedado fagocitada por los partidos y
sindicatos tradicionales, principalmente la Plataforma en Defensa de la Escuela
Pública, enfermos de esclerosis y de vacío. Eso sí, Marea Verde seguirá siendo
aprovechada y manipulada para convocar en su nombre reuniones (legítimas, claro
está, pero de otro orden y alejadas del espíritu real de lo que fue y quisiera
que siguiera siendo Marea Verde).
Creo que ayer asistí a un fraude. No por
maldad de alguien, sino por ignorancia de lo que había pasado desde un 15M y de
lo que ahora sigue pasando. ¡Qué pena!
Hoy hemos estado bien, saludando a la
gente que llegaba y deseando salud y suerte a los que se marchaban. Incluso
hemos lucido en un determinado momento la bandera del Consejero de Aragón,
primer gobierno aragonés constituido en tiempos de la II República
.
Hasta el próximo día
Antonio, con todo el respeto, esto me parece muy injusto
ResponderEliminarHemos hecho 4 asambleas para preparar movilizaciones por la educacion publica desde septiembre. A ellas han asistido en torno a 40 personas diferentes. Viniste el último día, en el que cada cual había traído el trabajo que anteriormente se acordó que hiciese
Donde dices que solo hay siglas, hemos estado Teresa, Juan, Ester, José Luis, Eva, Cristian, Alejandro, David, Silvia, Guillermo, Nacho, Eduardo, Mapi, Domingo, Alfonso, Belén -en la red- Loren, Ivana, Nieves, etc etc
No creo que en esas asambleas hayamos faltado al respeto a nadie con nuestro trabajo, pues estamos defendiendo lo de siempre; los derechos que como seres humanos merecemos
Por lo que a mí respecta, si no puedo compartir tu lucha frente al portal de la consejera de educación, respeto tu persona y lo que haces allí, y espero lo mismo de ti