Fotografía de Vera Benavente
Hay momentos en que se rompe el tiempo y nace –no sin dolor- la extrañeza: todo resulta extraño, incluso un@ mism@, a sí mism@. Heidegger habla de esta “sensación” como de “no encontrarse en casa” (Unzuhause): las cosas familiares, las miradas habituales hacia las cosas y las personas familiares se hacen extrañas, extrañeza; el tiempo se rompe, el mundo cotidiano se esfuma, queda el individuo ante sí mismo, a la intemperie, sin otra cosa a la que aferrarse que su libertad de decisión para ir hacia donde quiera y pueda, aunque esa decisión marcará un rumbo, una ruta que troquelará su vida de un modo especial. Jaspers habla, a su vez de “situación-límite”, y Sartre describe maravillosamente esa sensación como “náusea”. En ese estado la existencia, el vivir mismo, se abre en toda su verdad y en toda su crudeza.
Hay momentos en que se rompe el tiempo y nace –no sin dolor- la extrañeza: todo resulta extraño, incluso un@ mism@, a sí mism@. Heidegger habla de esta “sensación” como de “no encontrarse en casa” (Unzuhause): las cosas familiares, las miradas habituales hacia las cosas y las personas familiares se hacen extrañas, extrañeza; el tiempo se rompe, el mundo cotidiano se esfuma, queda el individuo ante sí mismo, a la intemperie, sin otra cosa a la que aferrarse que su libertad de decisión para ir hacia donde quiera y pueda, aunque esa decisión marcará un rumbo, una ruta que troquelará su vida de un modo especial. Jaspers habla, a su vez de “situación-límite”, y Sartre describe maravillosamente esa sensación como “náusea”. En ese estado la existencia, el vivir mismo, se abre en toda su verdad y en toda su crudeza.
Poca gente acepta esta situación con los
ojos abiertos. Normalmente, se piensa en otra cosa, casi tod@s buscan perderse
entre la masa de cosas y personas que les inviten a fijarse en cualquier cosa
que evite pensar y decidir por sí mism@s.
Cuando me ocurre algo así, en cambio,
y a pesar de que tampoco es muy agradable el estado de ánimo/vital que conlleva,
sé que estoy de suerte si no desaprovecho la ocasión: pienso/afronto/me
contemplo/abro los brazos para que entre muy dentro la verdad del mundo y de la
propia vida/decido.
Anteayer pasé una tarde plena de
“extrañeza”: todo –yo también- me resultaba extraño. No obstante, fui arrojando
lejos de mí los miedos y las decepciones que me sobrevenían y, por fin,
llegaron la tranquilidad de ánimo, la serenidad, la evidencia: mi sitio es el
mundo, sin acotaciones, partidismos o parcelaciones. Mi sitio es, hasta que
cambie la situación, el portal de la vivienda de la Consejera aragonesa de
Educación y cualquier otro y sucesivo portal del próxim@ Consejer@ de Educación, si no remedia la situación pronto y bien.
Mi sitio es la educación pública y pública. Quien no venga es porque
no quiere, no porque no quepa. No quiero banderas y consignas, programas y
proclamas, que identifican para separar. Mi sitio es seguir proclamando mi
indignación por los recortes en educación perpetrados por el Gobierno del PP.
Mi sitio es este mientras me resten fuerzas y vida.
Y en aquellos momentos, ya atardeciendo,
me sentí feliz…
Al día siguiente, ayer, lo compartí en un
pequeño restaurante con un buen amigo.
Vivo porque también tú, quien quiera que
seas, eres mi sitio, a no ser que decidas otra cosa.
Esto mismo te lo dice ahora por mí Dave
Edmunds (Born to be with you):
Por lo demás, día frío, menor
concurrencia de personas en el portal, pero con la misma fuerza e ilusión de
siempre. Mientras nos hacían esta foto, ha roto a sonar el Bendita y Alabada,
por lo que salimos cantando el Canto a la Libertad.
Hasta mañana
Hasta mañana Antonio
ResponderEliminarToni
Eres grande de alma, Toni
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