No todo va tan mal como
dicen. Por ejemplo, en economía hay sectores que van como una moto (mejor, como
un misil): la venta de armas por parte de Estados Unidos batió en 2011 un
récord histórico. ¡Aleluya!
53.000 millones de euros solo en 2011 triplica la cifra de ventas del
año anterior (17.100 millones de euros). La vocación de líder de los EE UU está
alcanzando, pues, nuevas cimas que transportan al mundo libre a las más altas
cotas de autorrealización política. Entre el God save America y el In God we
trust proclamado en su dinero, dios es finalmente norteamericano y ha bendecido
a su industria armamentística con
el 78% del comercio mundial de armas, abandonando a un pobretón segundo lugar a
la hasta hace poco tiempo atea Rusia, que seguramente en castigo apenas exporta
ya armas a los países malvados, enemigos de Norteamérica, o sea, de la libertad
y de la democracia.
Gracias a los EE.UU. algunos países (principalmente, Arabia Saudí,
Emiratos Árabes Unidos y Omán) pueden defender con garantía su prístina
democracia y su escrupuloso cumplimiento de los derechos humanos, muy
especialmente con las mujeres. Esos países, pobrecillos, tienen mucho miedo de
los avances del programa nuclear de Irán, que aspira a fabricar su primera
cabeza nuclear. Menos mal que Norteamérica y su dios lo impiden, al poseer, según datos del Instituto
Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI), el mayor
arsenal armamentístico del mundo: su armamento nuclear no estratégico consta de
1.120 cargas nucleares (800 bombas de caída libre B61 y 320 ojivas W80-0 para
misiles de crucero Tomahawk.) En otras palabras, el armamento nuclear total de
Estados Unidos podría estar entre 10 mil y 15 mil ojivas nucleares
operacionales.
Pero como USA está bendecida por el Altísimo, tiene permiso para hacer
lo que juzgue mejor para prevenir guerras y extender la paz en el mundo,
vendiendo armas a todo aquel que se descuide. No se trata de una contradicción,
sino del cumplimiento fiel del mandato divino a sus dos pueblos escogidos,
Israel y los Estados Unidos de Norteamérica.
Veamos, pues, la botella medio llena: Arabia Saudí ya tiene por 26.700
millones de euros de nada, un escudo antimisiles y 84 aviones F-15, más unas
docenas de helicópteros Apache, Black Hawk y Chinook. Para no ser menos, Emiratos
Árabes Unidos tiene también otro escudo antimisiles avanzado y 16 helicópteros
Chinook, por 3.500 millones de euros. Y Omán compró 18 aviones de combate F-16
que quizá necesitaba con extrema urgencia por valor de 1.100 millones de euros.
Centinela de la democracia, a Norteamérica y a su dios que todo lo ve no
se les escapa nada, por lo que también han suministrado aviones GF-17 a la
India por 4.100 millones de dólares y baterías antimisiles Patriot a Taiwán por
2.000 millones.
Cantemos por no llorar:
Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...
Otro mundo es más posible y necesario que nunca.
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one
Producen una profunda tristeza y una no menos honda preocupación los datos expuestos por el Sr. Aramayona, pero, a mí particularmente, lo que más me preocupa es constatar que todo está tan atado y tan calculado que ya me parece imposible una vuelta atrás y que, inevitablemente, estaremos gobernados por los señores de la guerra, a cuyo máximo exponente, el Sr. Presidente de EEUU se le condecora ni más ni menos que con el Premio Nóbel de la Paz...
ResponderEliminaralucinante.
Amigo mío, quedémonos con Lennon y su propuesta. Ahora más que nunca: No Pasarán
ResponderEliminarUn fuerte abrazo