martes, 3 de noviembre de 2015

La OMS, carnes rojas, lenguados y votaciones simpáticas


PUBLICADO HOY EN HERALDO SANITARIO DE OREGÓN

Hemos conocido por activa y por pasiva que la OMS recomienda abstenerse de un consumo excesivo de carne roja y carne procesada, asociadas ahora con una mayor incidencia en varios tipos de cáncer, como el de colon o el rectal. Sin embargo, 795 millones de seres humanos en el mundo correrían gustosos ese riesgo con tal de comer alguna vez suficiente y bien. Eso no me corresponde, dirá la OMS, eso es competencia de la FAO. Más aún, la nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco años - 3,1 millones de niños cada año. Es mejor que te dirijas entonces a UNICEF, replicará la FAO.

No obstante, la OMS está la mar de contenta, pues alcanza la fama fácilmente en cuanto abre la boca. Recuérdese a este respecto, por ejemplo, la gripe aviar y la gripe A o porcina, con el supernegocio que algunas multinacionales obtuvieron en vacunaciones y antivirales. Ya en junio de 2010 informaba el diario El País de que la OMS ocultó los vínculos financieros entre sus expertos y las farmacéuticas Roche y Glaxo, fabricantes de Tamiflu y Relenza, los fármacos antivirales contra el virus H1N1. Todo esto, sin embargo, carece de importancia. Lo importante es que, como declara la Constitución misma de la OMS, su objetivo es “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades" (incluso en algunos casos, aunque no lo diga explícitamente, ese bienestar es también económico para algunos de sus colaboradores).

Programa Mundial de Alimentos, una Agencia especializada en el tema y dependiente de la ONU, asegura que las causas principales del hambre en el mundo son la falta de infraestructura agrícola y la sobre-explotación del medio ambiente. A este respecto, casi todo el mundo oficial se lava las manos: el primer aspecto vuelve a corresponder a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (y aunque no se diga, principalmente a la Oficina Mundial del Comercio) y la cuestión medio ambiental, al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP). Asunto menos recordado es que Programa Mundial de Alimentos asegura que actualmente existe comida suficiente para abastecer a la población de todos los países del mundo, de forma que si se diera un adecuado reparto entre los países ricos y aquellos en vías de desarrollo no tendría por qué haber personas en estado de desnutrición. Pero eso lo regula exclusivamente la mano invisible de Adam Smith, replican los economistas neoliberales y neocon del mundo biempensante y bienviviente.

        Llegan los expertos en alimentación y dicen que lo importante es el patrón alimentario o la dieta que lleva cada persona, que el problema fundamental respecto de la alarma producida por el consumo de carnes rojas y carnes procesadas radica en haber equiparado estos alimentos con los tóxicos y los aditivos que conllevan, así como en que ahora se consume más salchichas, codillos o bacón  que lenguado, lo cual demuestra sobre todo que tales expertos visitan poco las carnicerías y las pescaderías, por lo que desconocen el precio de tales productos.

Leo en un revista  un artículo dedicado a los 10 países afectados por el hambre” (Somalia, Comoras, Burundi, Haití…). En un alarde de interacción con el lector y de sensibilidad con los afectados, a renglón seguido la revista  invita a los lectores: Estos son los elementos de la lista. ¡Vota a tus favoritos!”. Sin salir de mi asombro, constato que bajo cada país y una fotografía que eriza los pelos, ofrece la posibilidad de votar a cada país de 1 a 5 puntos (no he llegado a adivinar si el criterio es la lástima o la simpatía que produce cada país en el lector). Y por si aún fuera poco, al final la revista remata la faena: “¿Te ha gustado la lista? ¿Te ha parecido interesante? No te olvides de compartirla con tus amig@s”.

Mientras se apresta a votar en la mencionada revista, quizá algún lector, conmovido por la noticia, se está metiendo entre pecho y espalda una superhamburguesa de carne roja/procesada a la que la publicidad otorga toda suerte de cualidades beneficiosas para la salud. Otro lector, en cambio, solo come productos vegetales, si bien modificados genéticamente o transgénicos. Recuerdo, por último, los cables de los servicios diplomáticos estadounidenses en Europa publicados por Wikileaks que daban a conocer cómo el gobierno de Estados Unidos presionaba a la comisión europea a favor de los intereses de Monsanto, El País revelaba también que España es "el mayor aliado" de EE UU en su pugna a favor de los transgénicos en Europa que España cultiva el 75% del maíz transgénico  de la UE. (Empiezo a atisbar también la posibilidad de riesgo de colon rectal asociado a estos últimos detalles y datos).




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