Reconocí a Gregor Samsa en el
acto. Entró en mi casa, saludando únicamente con un leve movimiento de cabeza. Y me temí lo peor. “Dentro de
unos minutos me lo encuentro en un rincón del comedor en plena transformación
en un insecto enorme, probablemente una cucaracha”, pensé mientras cerraba
la puerta. Gregor Samsa trató de tranquilizarme, pues había adivinado los
temores que bullían en mi cabeza. “Ya no
me transformo en insecto desde hace años”, aclaró, “Franz, mi creador, tuvo esa
infeliz idea de la que afortunadamente me he podido liberarme. Mis
transformaciones son ahora más modernas, más del gusto de tus contemporáneos”.
Yo estaba confuso, no sabía qué
decir. Gregor Samsa aceptó un refresco de naranja, y continuó hablando sin
apartar un momento su mirada de mis ojos. “¿Has
visto la saga de los Alien en el cine?”, preguntó, y sin esperar respuesta
me explicó que nadie lo ve transformado en la actualidad, pues vive dentro del
pecho de otra persona una vez que se ha incubado un huevo primigenio hasta que
finalmente sale incruentamente del estómago de esa persona, sin que esta se
percate de nada. “O sea, que te voy a
tener dentro durante una temporada”, concluí. “No, no”, aclaró Gregor Samsa, “solo
voy a estar unas semanas dentro de tu cuenta bancaria”. Y ni corto ni
perezoso, Gregor Samsa se convirtió en un una Diligencia de Embargo,
concretamente la 50142008089A.
Y allí está “retenido-bloqueado”
Gregor Samsa en forma de saldo de 240 euros. Todos los días y a todas horas me
acuerdo de él, que solo será liberado de mi cuenta bancaria el 19 de agosto del
presente año para pasar a las oscuras mazmorras de la Agencia Estatal de
Administración Tributaria donde algún funcionario o algún ciudadano que pasen
cerca de Gregor Samsa le den conversación y lo que es peor cobijo en algún
lugar insospechado de sus vidas o sus haciendas.
Nunca me perdonaré haber
posibilitado la metamorfosis de Gregor Samsa en una vil Diligencia de Embargo
por un importe de 240 euros por “desobediencia a la autoridad” al negarme a
abandonar el portal de la vivienda de la Consejera de Educación, Universidad,
Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, María Dolores Serrat Moré, donde
llevo apostado catorce meses consecutivos por la escuela pública y laica y
contra los recortes en educación.
Hasta el 19 de agosto Gregor y yo hablamos todos
los días y a todas horas. Una de las cosas que más pregunta es dónde viven y
qué hacen y dónde trabajan (es un decir…) la Consejera de Educación o el
Delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde. También me cuenta que a veces
echa de menos sus transformaciones y metamorfosis de antaño, unidas a los
métodos modernos de los Aliens de las películas, y poder vivir así muchos años,
convertido en enorme insecto, en o cerca de Dolores Serrat, en o cerca de Gustavo Alcalde o en o cerca de ambos.
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