estamos tan cerca cada día...
Sólo nos separa la décima de segundo
desajustada
de... (¿de qué?).
Eres cientos de pasos rehusados por
prudencia,
miles de pretextos y de excusas,
millones de espectros comprados como
saldo.
Eres uno sólo y solo.
Eres cualquiera.
¿Cómo hacerte saber que siento el
vientre asesinado,
que desparramo mi ser por el asfalto,
que tropiezan mis pies con mis entrañas?
¿Cómo hacerte saber que estoy
perdido,
partido en cuatro mitades de mí mismo
(soy dos, que andan divididos)?
Ven. Déjame que vaya. Pelillos a la
mar.
Dejemos de hablar y vivir con
cuentagotas.
Preservativo enano.
Máscara antigás.
Quiero conocer tu mundo que no
quiero.
Hacer mío tu mundo porque es tuyo.
Y quiero que recojas mis entrañas un
momento,
y cruzar así juntos el semáforo,
mientras me dices que tu mundo es
mío, si lo quiero.
Y te contaré un cuento
(¿lo llamarás pesadilla?).
Y me contarás el cuento que no
cuentas
a tus hijos
por las noches.
Tengo dos entradas para el cine.
Te espero.
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