En julio
de 2005 hubo un incendio en Guadalajara, debido, al parecer, a una barbacoa mal
utilizada y apagada, en el que murieron 11 miembros de los equipos de
extinción. Ardieron unas 10.300 hectáreas de monte arbolado, unas 2.400
hectáreas de superficie no forestal y 2.400 hectáreas más de alto valor
ecológico en el Parque Natural del Alto Tajo. La gestión del incendio recaía
por aquel entonces en el gobierno socialista de Castilla-La Mancha. La polvareda
política que levantó este desastre fue enorme.
En julio
de 2012 arden cerca de 50.000 hectáreas en varias zonas del interior de
Valencia, extendiéndose además hacia Castellón, Albacete y Alicante, en los dos
peores incendios habidos en España desde 1991. Hasta el momento, ha fallecido
el piloto de un helicóptero en tareas de extinción. La gestión del incendio
recae en el Gobierno de la Comunidad Valenciana, en manos del Partido Popular.
Hasta la fecha, se ha centrado la atención en ayudar a los damnificados y
combatir el fuego, sin histéricas polvaredas políticas y exigiendo cívicamente
responsabilidades a los posibles culpables de tanto abandono en el bosque y el
monte valencianos.
En 2005
pudimos ver, leer y escuchar que el portavoz de la mayoría de las familias
damnificadas por el incendio comparaba el desastre del Prestige con el incendio
de Guadalajara, diciendo que en Galicia “no murió nadie y aquí nos
faltan once" (los fallecidos en la extinción del incendio), recalcando
además que en Galicia "como allí mandaba el PP todos formaron una piña: el
PSOE, IU, los ecologistas, los verdes, los amarillos... Aquí al contrario, no
hemos visto ni a los ecologistas, ni a los sindicatos, ni a nadie». Por el
contrario, hasta la fecha no ha habido el menor atisbo de una descalificación
demagógica similar en Valencia.
Incluso llegó a pedirse la dimisión de la consejera de Medio
Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, "por la
descoordinación, falta de recursos materiales y la muerte de al menos 11
personas de la brigada de extinción de incendios”. La consejera dimitió.
¿Dimitirá alguien en Valencia, asumirá alguien su responsabilidad directa o
indirecta en el incendio?
En
septiembre de 2005, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
invitó a las familias de las víctimas a que visitaran La Moncloa. Recibió de
estas la respuesta de "que viniera él a vernos a Guadalajara. Aún le
estamos esperando". Hasta la fecha, el actual Presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, no ha pisado Valencia. El domingo, 1 de julio, en pleno
incendio, estaba en Kiev, viendo el partido de la final de la Eurocopa de
fútbol. Se ha limitado a mandar a los ministros de Defensa y Agricultura, que,
al igual que Rubalcaba, se han hecho las fotos de rigor en la zona.
En 2005 el
Partido Popular se apresuró a personarse en el proceso judicial como parte en
el incendio de Guadalajara, pidiendo siete años de prisión para siete de los
técnicos imputados y cuatro para otros dos técnicos. Hasta la fecha se
desconoce si el Partido Popular hará lo mismo respecto del incendio de
Valencia. Nadie tira piedras sobre su propio tejado y el PP, desde luego, no
suele guardar piedra alguna en su faltriquera cuando está en entredicho alguno
de los suyos.
Vivimos en
una sociedad donde vale solo el beneficio (económico o político) a corto plazo.
Una política de salvaguarda del monte y de prevención de incendios reporta muy
pocos beneficios. Seguramente, pues, las promesas institucionales de reparar
los daños producidos en el incendio y prevenir adecuadamente otros desastres
futuros se las llevará el siroco.
es inconcebible que sigan pasando estas cosas.
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