Publicado hoy en Diario del Aire
“¡No ofendas a Dios!”, bramó el deán de la catedral de Santiago cuando un
periodista le preguntó si el Códice Calixtino no estaría mejor en un lugar más
seguro que el templo. La respuesta dejó estupefacto al más pintado, pues hay
clérigos católicos que no solo dictaminan dónde debe estar una joya bibliográfica
medieval, sino también los cambios de humor y los estado de ánimo de su dios.
La cosa es que nos dicen que el 80%
del patrimonio artístico gallego está en manos de la iglesia católica, pero
nadie aclara qué significa exactamente ese “en manos de”, aunque seguramente
equivale a que su propiedad pertenece en exclusiva a la iglesia católica. La
SICAR (santa iglesia católica apostólica romana), no obstante, procura no
hablar explícitamente del tema, pues mientras permanezca en espesa mezcolanza
lo eclesiástico y lo civil, sacará siempre una suculenta tajada de los
Presupuestos Generales del Estado: todo es mío, pero como también es objeto de
la devoción del pueblo, te corresponde a ti la seguridad y el mantenimiento de
mi patrimonio (es decir, el tocomocho).
Unos y otros, en fin, se encargaron de que la palmaria confesionalidad de
las instituciones del Estado quedara patente: el Presidente del Gobierno
español y el gallego, la presidenta del Parlamento y el Conselleiro de Cultura
gallegos, el rector de la Universidad, el fiscal superior de Galicia, el jefe
superior de la policía y un largo séquito más de representantes políticos y
eclesiásticos se personaron en el Pazo de Xelmírez (palacio episcopal adosado a
la catedral de Santiago) para asistir al acto de entrega oficial del Códice
Calixtino al arzobispo católico por parte del Presidente del Gobierno español y
del Partido Popular, Mariano Rajoy.
Por si fuera poco, nos enteramos de que la policía encontró el Códice
casualmente, pues en realidad iban en busca de una maleta robada en la Catedral
con 600.000 euros (que sigue sin encontrarse). O de los 1,2 millones de euros
robados igualmente en la catedral (¿sin connivencia o conocimiento de nadie?),
además de las viviendas compradas a tocateja para la familia.
Pues bien, así las cosas, que también la cama sea a costa del dinero
público: Rajoy anuncia en el acto mismo de entrega que su Gobierno firmará un
Convenio con la jerarquía eclesiástica de la localidad para “establecer un sistema de
protección de los bienes del patrimonio artístico” (se admiten apuestas sobre
quién costeará los gastos), así como la colaboración del Instituto de
Patrimonio histórico español.
Pongamos, sí, la cama: aún vigentes el Concordato de 1953 y los Acuerdos
de 1979, la iglesia católica goza de exención total, y permanente de la Contribución Territorial Urbana, de los impuestos reales
o de producto, sobre la renta y sobre el patrimonio, de los Impuestos sobre
Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales, del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas.
Y acabo, que, si no, el deán
flamígero me coloca como palanganero en los aposentos episcopales.
de todas maneras me alegro que aparezca el códice, así lo podemos ver todos!
ResponderEliminarUn saludo para el blog!
:)
ResponderEliminarSaludos cordiales y gracias