jueves, 17 de septiembre de 2015

Diario de un profeflauta motorizado, 567


 Hoy ha sido uno de esos días soleados en los que Beatriz suele decir que el sol sonríe e incluso ríe. Hemos charlado un buen rato con Álvaro Sanz, diputado en el Congreso por IU. Y se ha acercado bastante gente, que nos ha dado ánimos y ha manifestado su pleno acuerdo. Algunas de esas personas están en estas fotos:





Leyendo hace ya muchos años un poema de Pedro Salinas, mi espíritu quedó fijado en la idea de “vivir en los pronombres” (yo, tú, nosotros…). La vida se nos oculta a veces detrás de grandes sustantivos, adjetivos, adverbios…, todos ellos necesarios para estructurar bien nuestra percepción de las cosas, pero que en ningún caso deberían sustituir o empañar a los pronombres personales. ¿Qué miedo hay  a mostrar el yo como es, anteponer el tú del otro a cualquier otro elemento, por muy socialmente importante que fuera? ¿Hay mejor combate a favor de los derechos y las libertades que el surgido de un auténtico nosotros, más allá de los cargos, los títulos, las etiquetas? 
Así lo escribe Salinas:

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres,
¡Qué alegría más alta: vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que
cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
"Yo te quiero, soy yo".



Saint-Saens nos ofrece la posibilidad de deslizarnos sobre el agua como un cisne y en compañía de un hermoso cisme


Hasta mañana



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