¡Ay, Señor, Señor, y yo con estos pelos y
aún sin haber escrito nada sobre Cataluña y el 27-S, como supongo que harán el
99% de los comentaristas, tertulianos, articulistas y politólogos que se precien!
Ensimismado me quedé ayer al pasar por la calle Alfonso I (eso sí, sin
traspasar la frontera de alejamiento del señor Delegado del Gobierno) y
acordarme de la ex Consejera de Educación, Dolores Serrat, que mora por
aquellos lares tan hollados otrora por un profeflauta motorizado, tan de Ripoll
ella, y a la que tanta paz deseo como
paz deja. Fácil se lo ha dejado a la actual Consejera, Mayte Pérez, pues muy
mal tiene que hacerlo para llegar al nivel de ineptitud en general y de manejos
arteros a favor de la red privada de enseñanza de su predecesora.
Sin abandonar el asunto catalán y su 27-S, aún tengo muy
vivo en el recuerdo el agudo interés
mostrado recientemente por el Presidente aragonés, Javier Lambán, por mantener una relación "fluida, cordial y
positiva" con Cataluña, coronada con la reciente encíclica
dirigida al Honorable Artur Mas. Asimismo, el miércoles pasado,
acompañado de su Consejera Mayte Pérez (¿por Educación, por Cultura, por
Deporte?), tomó el camino directo hacia Cataluña y se reunió con
el obispo católico de Barbastro-Monzón, para comunicar después en una
comparecencia su intención de pedir al Gobierno central que inste a Cataluña a
la devolución de los bienes eclesiásticos de La Franja e incluso ir a la ciudad
del Vaticano a pedir la intercesión del mismísimo Papa Bergoglio. Desconozco si
en calidad de ferviente católico o Presidente de una Autonomía en un Estado
aconfesional, Lambán (¿también su Consejera Pérez?) invocó asimismo para
reforzar sus argumentos probatorios incluso el Concordato de 1953 y los
Acuerdos de 1979 con la Iglesia Católica, a la vez que dirigió sus críticas al obispado de
Lérida, al que acusó de ser "obediente" a la Generalitat "en vez
de serlo al Papa". El obispo de Barbastro-Monzón, mientras, seguramente estaría
pensando qué buen hombre era aquel que pagaba tan generosamente y encima ponía
la cama.
Sigamos con Cataluña. Tengo
serias dudas de si hoy, 27-S y domingo, día del Señor, he de rezar por la
unidad de España o repicar las campanas para despertar
a todo el mundo y anunciarles que ha llegado el día de la libertad para la Catalunya triomfant. Me pregunto también
si habrá vida después del
último clásico Barça-Madrid, si en el corralito se hablará solo catalá o también castellá o incluso aragonés ansotano, si podremos pagar la deuda en
caso de secesión catalana, si los pensionistas de allá o de acá cobraremos
nuestra pensión…
Me
consuela, no obstante, observar que mi nuevo Presidente aragonés manifiesta tan
firmes y seguras convicciones sobre los bienes eclesiásticos de la Franja, así
como sobre su compromiso de cumplimiento del decálogo de Podemos. En contraste
con el galimatías de la campaña para las elecciones catalanas de hoy (donde
para unos el edén advendrá con la independencia de su país; para otros, atentar
contra la unidad de España es un error ciclópeo y sobre todo es ilegal; y para
el resto, ni sí, ni no, sino todo lo contrario, por lo que mucha gente de buena
voluntad que antes estaba indecisa, ahora ya no puede estar tan segura), al
menos en Aragón no pocos de nuestros dirigentes, encabezados por Lambán,
parecen estar tan reciamente firmes y seguros de todo, que incluso a veces he
llegado a preguntarme si no les cabe la menor duda de nada por tener quizá una
cabeza pequeña.
Hoy,
27-S, filas y filas de catalanes esperan acceder a la urna para depositar su
papeleta, al igual que filas y filas de familias aragonesas esperan su
inclusión en la lista de becas de comedor o de material escolar (¿realmente la
educación básica es gratuita –Constitución, 27.4?), miles de profesoras y
profesores aspiran a que se les restituya el puesto docente perdido con los
recortes del PP (más del 30% del profesorado aragonés es interino), mientras la
Consejera aragonesa de Educación no sabe/no contesta, enfrascada como está en
sus exitosas gestiones en Cuarte de Huerva, en la Universidad católica San
Jorge y en sus reuniones con su jefe y algún obispo oscense.
Y las filas siguen creciendo: parados, desahuciados, pensionistas y recortados
en general. O sea, el eterno retorno de lo mismo, o –más concretamente- el
eterno retorno de la nada.
“Nos ha
llevado el tiempo al confín de los sueños”, comienza el himno oficial de
Aragón (¡Teruel y el himno oficial existen!). “Endarrera
aquesta gent
tan ufana i tan superba!” (Atrás esta gente tan ufana y tan soberbia), se
canta al inicio de Els Segadors. ¡Pues eso!
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