Hoy me he puesto camiseta. Algo por el
medio frío que hace en esa acera de la Gran Vía zaragozana, y mucho porque en
esa camiseta regalada en un cumpleaños por mi hija Begoña puede leerse en su
parte delantera “Ein kluges Wort und
schon ist man kommunist”, traducido en la parte posterior como “una palabra sensata y ya es uno comunista”.
Es el texto de un póster (muy conocido en tierras germanas a principios de los
70) que hace muchos años tuve colgado en la pared. Total, que me siento
Superman con esa camiseta… Ahora ya no te tildan de comunista en cuanto dices
algo sensato y razonable. Ahora pueden llamarte probablemente radical o
populista. El lenguaje y su interpretación están al servicio de los intereses
del poder. Las etiquetas o estereotipos, también.
Hoy, bajo un viento muy fuerte y baja
temperatura, un guardia de seguridad privada ha salido del la sede del PP al
poco de llegar, y tras saludar
tímidamente, ha mirado dónde y cómo estaba yo ubicado y me ha comunicado que,
de estar así, no tendría ningún problema. Ese ha sido el mensaje directo. He
interpretado otro mensaje más, indirecto: no va a haber reacción alguna por
parte de los de allí dentro, por lo que si yo estaba buscando publicidad o
algún tipo de reacción, voy aviado. Como estaba escuchando en esos momentos la
Sinfonía Inacabada de Schubert, no he podido menos que sonreír para mí mismo.
Por lo demás, un hombre se ha acercado
pretendiendo darme unos céntimos de limosna (ayer, una mujer joven minusválida
se acercó para ofrecerme ayuda y se quedó unos minutos lamentando el estado en
que se encontraba la ley de dependencia), otro hombre se ha sorprendido de que
ún no me hubieran echado, Ismael ha estado un rato allí, conmigo, y Juan y
Pablo, con sus espléndidas cámaras fotográficas me han hecho compañía (la foto
de hoy está hecha por Pablo con mi móvil). Algunos conocidos gerifaltes del PP
han desfilado ante mí a lo largo de la mañana.
En Puerta Cinegia Marisol y Beatriz han seguido manteniendo carteles y mensajes con todo su animoso espíritu. ¡Qué grandes mujeres!
En Puerta Cinegia Marisol y Beatriz han seguido manteniendo carteles y mensajes con todo su animoso espíritu. ¡Qué grandes mujeres!
Hoy comienza el otoño. Vivaldi nos
deleita con su Otoño
Hasta mañana
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