Hoy tengo
pocas ganas de escribir. Prefiero pensarte y sentirte. A ti y a todos mis
compañer@s de camino. ¡Tant@s! Desde que nací hasta que te sonría en mi último
adiós.
Dormís junto a mí,
nuestras cabezas
apoyadas sobre la misma maleta de
madera,
color esperanza intenso.
Os tengo abrazados a mi vida de por
vida.
Os quiero junto a mí,
y todo me parece poca cosa sin
vosotros
y nada me parece demasiado por
vosotros.
Parafraseándote, "nada me parece demasiado para tí"... Sé que lo haces ya, pero quiero que me sientas, más que nunca, a tu lado. Ahí estoy y ahí estaré siempre, por todo y sobre todo por "ser capaz de llegar a buen puerto, aun cuando no haya agua bajo tu barca" Paco Moreno, Mi lugar en el mundo).
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