viernes, 7 de marzo de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 199

       Acaba hoy otra semana más en el portal de la Consejera aragonesa de Educación, Universidad, Cultura y Deporte. Diez meses ya apostad@s en ese portal……
       Hoy parecía una jornada a pasar en soledad, pero en un momento la calle se ha hecho música y todo se ha vestido de colores muy alegres. Daniel, Javier y Pilar han venido al portal. ¡Qué contento interior tan grande! Nieto, hijo y nuera con el perroflauta motorizado. ¿Qué pensará Daniel viendo esta foto, ya mayor? ¿Sabrá cuánto le quería ya su abuelo, con cuatro meses recién cumplidos? Daniel, Daniel, mi razón de ser.


Al cabo de un rato, ha venido Adrián. Como siempre un placer conversar con él.  


Mañana, Día Internacional de la Mujer”, me dice Marga por teléfono, “escribe algo en el Diario del perroflauta para recordarlo”. Al recordarlo esta mañana, un trueno gigantesco hizo temblar los cristales de los escaparates: es el grito de los millones y millones de mujeres que desde el inicio de la humanidad anhelan libertad, igualdad, no violencia, derecho de voto, el derecho ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral… Es también el latigazo que cada día cae sobre las espaldas de millones de mujeres, víctimas de la violencia machista individual e institucional.
Victoria Kent trae al portal el libro de Robert M. Sapolsky, El Mono Enamorado (Paidos), que plantea si mucho de lo que pensamos, creemos, hacemos, tememos y esperamos tiene su origen en el entorno natural donde surgió y en las necesidades encontradas en ese entorno. Marisol y Maite también leyeron el libro hace años y entre las tres van recordando que Sapolsky establece una dicotomía básica entre dos tipos de sociedad, pertenecientes a dos ecosistemas diferentes: las que viven en bosques lluviosos tropicales (S, de “selva”) y las que viven en los desiertos (D, de “desierto”). El sojuzgamiento y la violencia contra la mujer adquiere así características diferentes, según se esté en S o en D.
Las culturas procedentes de S, donde hay miles de plantas y seres vivos, suelen ser politeístas, y en ellas conviven pacíficamente centenares de divinidades en equilibrio, a la vez que proliferan los dioses y los espíritus. En D, en cambio, surge el monoteísmo. En D se aprenden cosas duras, rotundas y singulares: lo duro que es el mundo, reducido a unas pocas realidades sencillas, escasas. Dios es varón, la ley es de los varones y para los varones, y la ley margina a la mujer o va contra la mujer.
Al monoteísmo no le faltan demonios, ángeles, así como complejas y estrictas jerarquías, pero subordinados a la autoridad del único dios. En S, donde hay miles de plantas comestibles diferentes, cientos de hierbas medicinales, es natural que haya miles de divinidades conviviendo en equilibrio. Sin embargo, en D el dios es único, intervencionista, controlador, y da derecho a inmiscuirse en la vida del propio pueblo elegido y en todos los demás. Premia y castiga. Y el varón está investido de autoridad para castigar a la mujer o a los hijos. El varón lamenta el nacimiento de una niña y se siente orgulloso del nacimiento del varón, principalmente si es el primogénito.
En D surgen también las clases guerreras y una sociedad militarizada: los trofeos militares como escalones para acceder a un determinado estatus social, la muerte en la batalla como garantía de obtener una gloriosa vida después de la muerte, cadenas de mandos, autoridad centralizada, estratificación, esclavismo. Una cosmología donde un Dios omnipotente domina una miríada de deidades menores y encuentra su equivalente natural en una jerarquía terrenal rígida. En D la mujer no existe más que como objeto de desahogo sexual del varón, esclava, paridora y cuidadora de hijos, encargada del hogar.
En S la compra o contratación de esposas es menos común. En S prima también lo matriarcal. En D, por el contrario, la mujer carga con las tareas del hogar, mientras los hombres contemplan sus rebaños y preparan el siguiente asalto. En S no hay creencias firmes sobre la inferioridad de las mujeres.
Nuestro planeta está dominado por los descendientes de D, del desierto (especialmente semitas, del  Oriente Medio) y han definido vastamente las culturas euroasiáticas. A su vez, estas culturas han pasado los últimos 500 años subyugando a las poblaciones nativas de América, África y Oceanía. Como resultado de todo ello, nuestro mundo es un mundo judeo-cristiano-musulmán. Allí la mujer no ha existido. Ni tampoco existe ahora para los partidarios a ultranza de la moral y las costumbres de D.
Las sociedades D son enormemente represivas y restrictivas. Sobre todo con las mujeres. No hay más que vernos aquí y ahora.
Mañana, Día Internacional de la Mujer”, repite Marga. También en Zaragoza se va a conmemorar este día como se merece, por esta razón la Coordinadora de Organizaciones Feministas y otros colectivos de mujeres, en colaboración con la Casa de la Mujer, recuerdan a estas pioneras y reivindican el papel activo de la mujer en la actualidad mediante la organización de una manifestación que comenzará las 19 h de la tarde  en Glorieta Sasera y finalizará en Fuente Goya. Bajo el lema “Mujer libre, Aborto Libre”, la manifestación tratará temas como la reforma de la ley del aborto y la necesidad de la igualdad salarial entre hombres y mujeres. A lo largo del recorrido los asistentes podrán disfrutar de la actuación de una batucada a cargo del PIEE del Instituto de Educación Secundaria José Manuel Blecua, que pondrá el toque festivo en la celebración de este día.
Bego viene al portal, acompañada de Amparo Ochoa. Y ambas se ponen a cantar “Mujer”.  En esos momentos, la calle Alfonso I de Zaragoza quedó paralizada.


Hasta el próximo día

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