Hoy
debo comenzar con ayer. Se nos pasó volando la mañana, hablando con unos y con
otros. Quiero resaltar especialmente a Paquita, Sara, Andrea, Mario y Gisela.
¡Gracias! Fue estupendo estar un rato con ellos.
Después
nos fuimos a comer, invitados por Marisol y Pedro, al restaurante del
Paraninfo. Fue una comida cordial, llena de la satisfacción que todos y todas
teníamos de estar allí, juntos. Todo un honor que haya sido el primer acto de
celebración de sus Bodas de Oro.
Hoy,
una reunión vespertina, que me aconseja cerrar ahora el Diario de este día, no
sea que me encuentre demasiado cansado para escribir algo, ya regresado a casa.
Me apetece
dejar hoy el 5º movimiento de la Sexta Sinfonía de Ludwig van Beethoven.
Beethoven mismo lo describió como “Hirtengesang.
Frohe und dankbare Gefühle nach dem Sturm” (“Canto
de los pastores. Alegría y sentimientos de gratitud después de la tormenta”).
(Lo escucho casi cada mañana, antes de encaminarme al portal de la Consejera,
Delegado, PP… A partir del minuto 4, difícilmente puedo contener las lágrimas).
Hasta
mañana
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