Ayer
me topé contra la sinrazón kafkiana de una funcionaria-con-cargo en MUFACE
Zaragoza. Ni lo explica ni lo justifica, pero se desestima la solicitud de
ayuda para renovar la silla de ruedas eléctrica. Se me ofrece cómo única vía de
reclamación el recurso en alzada en un plazo de un mes. Son mis piernas, no
solo es una silla. Se h encargado de mi caso, la abogada, Paula Hormigón,
especialista en Administrativo, que me ha demostrado sobradamente en repetidas
ocasiones su competencia.
Segundo
día de presencia ante el palacio de la antigua Capitanía General, sede de la V
Región Militar. Hemos ganado allí además dulzor en la temperatura y en la
acritud de los elementos: allí da el sol toda la mañana. Ya veremos cuando
sople con rabia el cierzo en uno de los lugares donde más se nota dentro de la
ciudad de Zaragoza.
Hoy
entre sol, llovizna, nubarrones y claros, se han acercado varias personas,
incluidas dos estudiantes de Periodismo, para hacernos fotos. Pregunta
frecuente por parte de algún viandante ¿Es
que hay guerra?. Otros, en su misma
línea suponían ayer que yo estaba allí porque me pagaban. Ricardo, Alicia,
Beatriz, Marisol y yo hemos mantenido el NO A LA GUERRA y el NO EN MI NOMBRE en
el transcurso de la mañana.
Beethoven
nos ofrece hoy la lección magistral de cómo describir mediante música una
tormenta, con relámpagos, lluvia, truenos y rayos. Se cierne sobre nuestras
cabezas la tormenta de la enésima guerra entre dos violencias. Beethoven nos
regala la solución: escúchese con emoción el 5º y último movimiento de esta
misma Sinfonía.
SEXTA SINFONÍA. 4º MOVIMIENTO.
Gewitter. Sturm («Relámpagos. Tormenta»): Allegro.
Hasta
mañana
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