Me levanto esta mañana con la noticia
de que el sueldo medio declarado a Hacienda cae al nivel más bajo desde 2007
(¡qué pasaría si estuviesen incluidos también los salarios de explotación
hundidos en el mar de la precariedad y del abuso!). La noticia pasará hoy sin
pena ni gloria, pues solo importan las redadas de yihadistas en París y en toda
Europa, los bombardeos de quienes defienden los valores occidentales frente a
“la barbarie”, así como las últimas declaraciones de la CUP, Junts Pel Si y
ante todo y sobre todo las de Albert Rivera, en una campaña propagandística que
resiste pocas comparaciones en España.
Por otro lado, François Hollande propone
una reforma constitucional y un
endurecimiento de las medidas militares y judiciales para actuar contra el
terrorismo, para permitir a los poderes públicos actuar, respetando el Estado
de derecho, contra el terrorismo de guerra". Entre otras medidas, prolongar
durante tres meses el estado de emergencia, endurecer “el tratamiento jurídico del radicalismo y el terrorismo”,
empezando por la retirada de la nacionalidad a quienes tengan doble
nacionalidad y sean condenados por una serie de delitos que atenten contra el
Estado o contra sus valores fundamentales. Hollande repite y repite la “defensa
de los valores franceses”, y se fotografía ante aviones de combate y entre
tambores de guerra. Entretanto lloran de pena y decepción Diderot, Voltaire,
Condorcet, Chateaubriand, Montesquieu, Rousseau, Bergson, Camus, Merleau-Ponty,
Montaigne, Pascal, Lévi-Strauss, Malebranche, Derrida, Althusser, Foucault…
Si el Gobierno se mete en el fregado
bélico, no descarto ponerme muy pronto en plena plaza de Aragón, ante Capitanía
general del Ejército, con un cartel que proclame NO A LA GUERRA.
Hoy, estaré dedicado a preparar la charla
de mañana en el Colegio de Abogados de Zaragoza sobre el derecho a la libertad de expresión con Lourdes Barón, abogada
penalista de ALAZ, que me ha demostrado varias veces ya, en tribunales y
comisarías, su buen saber y su buen hacer.
La mañana ha sido buena, a pesar del frío,
que aumenta día a día. Beatriz, Pedro, Carolina, Astrid y yo podemos
atestiguarlo.
Manu
Chao nos canta Clandestino. Manu Charo,cantautor francés, hijo de vasca y
gallego, músico callejero y perroflauta en sus inicios, cantor en mil idiomas,
soñador de mil utopías.
Hasta
mañana
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