Nos
enteramos de la red del empresario chino Gao Ping era aprovechada por unos 200 empresarios para lavar
dinero en paraísos fiscales. Empresarios que suspiran por flexibilizar y
modernizar el mercado laboral, que son tan comprensivos con la política de
austeridad del Gobierno de Rajoy entregaban grandes sumas de dinero a la trama
china para evadirlas. Empresarios que públicamente han alardeado de ser
patriotas hasta la médula. Así, los empresarios obtenían dinero en efectivo de forma rápida y
fuera de control, mientras que la familia de Gao recibía a la vez en China una
suma similar procedente de las cuentas que los empresarios tienen fuera de España.
Forman parte de la descomunal estafa que los ciudadanos españoles estamos
padeciendo desde hace muchos años, especialmente desde la eclosión de la crisis
económica.
La cosa es
sencilla: empresarios españoles que poseen grandes sumas depositadas en países que,
de hecho, son un coladero de chanchullos varios como Suiza, Liechtenstein,
Panamá, Argentina, Andorra y otros paraísos fiscales y que evadieron enormes
fortunas en época de bonanza, necesitan ahora traer de regreso a España parte
de esos capitales para pagar a sus proveedores o para ampliar sus negocios. A
costa de la economía nacional, a costa de la ciudadanía española.
Por
ejemplo, si un empresario necesitaba medio millón de euros en metálico, los
chinos se lo entregaban sin problema en el mismo momento en que recibieran un
simple pantallazo desde un banco de un paraíso fiscal confirmándoles que desde
la cuenta de ese empresario había sido enviada una cantidad similar hasta una
cuenta en China controlada por la familia de Gao Ping. Y así, todos contentos:
el español, podía disponer de su dinero sin haber pasado ningún control fiscal,
mientras que la red asiática tenía más capital para seguir comprando material
para alimentar la cadena de producción de sus fábricas textiles, de plástico y
calzados.
Entre
enero y mayo pasado, el Gobierno estima que hubo una evasión de capitales total
en España de 163.000 millones de euros. En otras palabras, no es que la economía
española vaya mal, sino que está sometida al saqueo permanente y feroz de una
buena aparte de las mayores empresas de España.
Estoy seguro
de que esos empresarios son igualmente partidarios de una España Una, Grande y
Libre, incapaz de decir esta boca es mía a la hora de regular los mercados,
acabar con la economía sumergida y enchironar a todos esos sinvergüenzas que
empobrecen a un país a base de inflar sin límite sus cuentas en paraísos
fiscales.
Malditos
sean esos empresarios y todos y cada uno de los que consienten esta timo y esta
rapiña.
si lo que había que hacer es acabar con el dinero... todo gratis!!! :) que como? se puede hacer, se puede hacer... desde luego como hasta ahora no...
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